Despierto a una mañana nublada en Mysore. Son las 6:30 am, la hora en que normalmente estaría saliendo del shala. Pero hoy el luna llena y no practicamos.
Despierto a una cascada de fotos de mis bebés, mariposas, tucanes, cascadas de agua fresca y con un puño en el corazón de saberme tan lejos de quiénes amo. Siento el bache de la distancia tan a flor de piel y sólo me dan ganas de llorar.
A quienes somos padres y madres nos toca el doble filo del desapego en nuestro sadhana. A veces quisiera no tener hijos para estar aquí tres meses, pasar mucho tiempo en India, moverme en libertad. No tener que sentir este hueco tan profundo en mi alma de dejarlos y venir a cumplir con mi dharma. Pero también anticipo el reencuentro, los días con ellos, la dicha inmensa de verlos crecer y me doy cuenta de que todo está bien como es.
Afuera suena una flauta, también los cantos en una mezquita. India tiene el poder de albergar en su seno a hindúes y musulmanes por igual, además de muchas otras religiones. India es tan vasta que en su tierra conviven con bastante costo- fes tan dispares y enfrentadas por muchos años. Es tan absurdo porque todos buscan a Dios, todos anhelan a Krishna o Allah, como quiera que lo llamen. Sin embargo, insisten en que su camino es el único y que sólo hay una vía hacia el Padre.
Me despierto también a más comentarios fuera de tono en este blog. Sé que este no es un foro de conflictos y nunca lo pensé así. Este blog es una ventana a la vida de una yogini enamorada del ashtanga y a sus experiencias. No es un foro político, tampoco un pedestal de proselitismo. Mi intención aquí nunca ha sido ganar adeptos, sino compartir mis experiencias personales. Puramente personales que no por ello tienen que ser verdaderas para nadie más.
Así que esta mañana me debato entre darle cuerda a aquello que me presiona los botones o contemplar extasiada las caritas de mis bebés rodeados de mariposas. Escojo por supuesto lo segundo. Hoy descanso, mañana me toca una práctica salvaje. Esto del asana tan fuerte tiene un elemento mental muy importante. Decido que hoy mi mente va a estar en paz. Decido construirme un día mentalmente limpio. Me tomo mi agua con limón y ya casi voy a llamar a Costa Rica. El resto cae por su propio peso.
Tengo en mis manos el poder absoluto de decidir qué y quién entra en mis pensamientos y a quién dejo puerta afuera. Y esto no lo supe por tantos años, pero gracias a mis maestros he aprendido el arte del discernimiento. A qué le doy energía, a quién simplemente ignoro. Arte que nos cambia la vida y que nos centra en lo importante.
Mysore despierta conmigo en una atmósfera de paz y serenidad.
No tengo nada de qué preocuparme.
Vuelan las mariposas.
Despierto a una cascada de fotos de mis bebés, mariposas, tucanes, cascadas de agua fresca y con un puño en el corazón de saberme tan lejos de quiénes amo. Siento el bache de la distancia tan a flor de piel y sólo me dan ganas de llorar.
A quienes somos padres y madres nos toca el doble filo del desapego en nuestro sadhana. A veces quisiera no tener hijos para estar aquí tres meses, pasar mucho tiempo en India, moverme en libertad. No tener que sentir este hueco tan profundo en mi alma de dejarlos y venir a cumplir con mi dharma. Pero también anticipo el reencuentro, los días con ellos, la dicha inmensa de verlos crecer y me doy cuenta de que todo está bien como es.
Afuera suena una flauta, también los cantos en una mezquita. India tiene el poder de albergar en su seno a hindúes y musulmanes por igual, además de muchas otras religiones. India es tan vasta que en su tierra conviven con bastante costo- fes tan dispares y enfrentadas por muchos años. Es tan absurdo porque todos buscan a Dios, todos anhelan a Krishna o Allah, como quiera que lo llamen. Sin embargo, insisten en que su camino es el único y que sólo hay una vía hacia el Padre.
Me despierto también a más comentarios fuera de tono en este blog. Sé que este no es un foro de conflictos y nunca lo pensé así. Este blog es una ventana a la vida de una yogini enamorada del ashtanga y a sus experiencias. No es un foro político, tampoco un pedestal de proselitismo. Mi intención aquí nunca ha sido ganar adeptos, sino compartir mis experiencias personales. Puramente personales que no por ello tienen que ser verdaderas para nadie más.
Así que esta mañana me debato entre darle cuerda a aquello que me presiona los botones o contemplar extasiada las caritas de mis bebés rodeados de mariposas. Escojo por supuesto lo segundo. Hoy descanso, mañana me toca una práctica salvaje. Esto del asana tan fuerte tiene un elemento mental muy importante. Decido que hoy mi mente va a estar en paz. Decido construirme un día mentalmente limpio. Me tomo mi agua con limón y ya casi voy a llamar a Costa Rica. El resto cae por su propio peso.
Tengo en mis manos el poder absoluto de decidir qué y quién entra en mis pensamientos y a quién dejo puerta afuera. Y esto no lo supe por tantos años, pero gracias a mis maestros he aprendido el arte del discernimiento. A qué le doy energía, a quién simplemente ignoro. Arte que nos cambia la vida y que nos centra en lo importante.
Mysore despierta conmigo en una atmósfera de paz y serenidad.
No tengo nada de qué preocuparme.
Vuelan las mariposas.
Gabriel:No pierda su paz leyendo el blog de alguien a quien usted lamentablemente no conoce. Estoy segura que si la conociera , su opinión cambiaria. Ella no necesita que nadie le alimente el ego ....pues esta muy por encima de esas pequeñeces y banalidades. Sororeidad significa " solidaridad entre mujeres" por lo tanto usted no lo entiende pues es un hombre. Mariela se compra luchas y se da por entero por sus ideales en defensa tanto de mujeres como de hombres Es un ser maravilloso lleno de luz, sabiduría , altruismo y ternura. . Benito Juarez expreso: El respeto al derecho ajeno es la Paz .Que quienes queremos ,creemos y admiramos a Mariela , nuestra amiga y maestra sigamos nutriéndonos de su sabiduría ,luz y energía que transmite en cada encuentro. Lo felicito pues tiene un nombre muy significativo: Gabriel.....el nombre de mi amado padre fallecido a los 92 años . Namaste. Merce Rivas Ducca
ResponderEliminar