jueves, 30 de julio de 2015

100 años de AMOR

Hoy mi querido maestro cumpliría 100 años.

Despierto a una vida plena,  colmada, llena de paz y de gozo. Si no fuera porque yo misma he vivido la transformación total de mi vida gracias a sus enseñanzas,  no podría celebrar y compartir con tanta gratitud y alegría su paso por este mundo y su huella de Gracia.

Recibo en este día memorable un ensayo desde San Miguel de Tucumán,  Argentina.  Estuve por allá en junio pasado y es un viaje largo hasta el Sur.  Sin embargo,  quien viene no tiene obstáculos mentales.  Su senda ha sido abierta por maestros amorosos y serios que tengo el privilegio de contar entre mis estudiantes y uno de ellos en particular la inspiró desde hace cuatro años a practicar.

El legado de mi maestro se distingue porque se transmite de maestro a estudiante.  Somos todos hilos de luz conectados a una misma fuente.  Mi maestro no está ya físicamente en este mundo pero su nieto sí.  Y a él estamos pegados como cordones umbilicales quienes hacemos esta práctica.  No es una práctica fácil:  de hecho,  no es para todos.  Nos pide muchísimo al inicio:  cambios de horarios,  creatividad para hacer que las cosas sucedan,  reordenamiento de prioridades en nuestras vidas,  toneladas de fe.  Pero cuando logramos pasar los primeros obstáculos y observamos el efecto en nuestras mentes,  el efecto poderoso en nuestros cuerpos y corazones,  no podemos ya vivir más sin ella.

Los efectos de mi práctica los he empezado a ver en realidad hace poco.  Al inicio fue muy intenso: recuerdo que pasaba agotada todo el día después de hacer mi primera serie.  Luego tuve tres embarazos muy seguidos que arrasaron con lo construido por años.  Finalmente hace tres años que la caja de Pandora se abrió por completo y experimenté unas crisis en mi vida como nunca tuve.  Sé que tenía que vaciar la caja y eso significó enfrentar muchos miedos personales,  muchos samskaras- como les llamamos en sánscrito,  algunos de ellos de vidas pasadas,  pesados,  incómodos y sumamente dolorosos.

El proceso de apertura interna que causa este yoga es como una cirugía mayor sin anestesia.  Es por eso que necesitamos al Maestro.  Sin nuestro maestro detrás sosteniéndonos,  conteniéndonos,  apoyándonos,  es prácticamente imposible continuar.  Los retos son grandes: estamos aprendiendo a conocernos.

Y como dice uno de mis queridos amigos:  para perdonarse primero hay que conocerse.  

Conocernos implica valentía y determinación.  También mucha humildad para cuando encontramos algo que no nos gusta.  Conozco muchos "yogis"  que tienen en tan alta estima su personalidad y su ego que no están dispuestos a ir a las zonas oscuras.  Todo siempre esta "bien".  Pues eso es una falacia y todos tenemos momentos difíciles,  todos sabemos cuando estamos contándonos mentiras. A veces las mentiras tienen un cuerpo muy lindo,  una cara angelical, hablan bien y nos miman y ensalzan nuestras propias incoherencias.  Esto sólo nos mantiene pegados a una historia de lo que quisiéramos que fuera,  en vez de vivir una vida real.  Me da mucha tristeza ver a tanta gente pegada en relaciones mediocres para sentirse un poco mejor en vez de amarrarse los huevos y hacer su trabajo espiritual.  Ni siquiera han hecho su trabajo interno con profundidad y la relación es sólo un salvavidas para evitar ir profundo.

Gracias a Dios conozco también seres valientes que no se andan por las ramas.  Si algo no resuena, piden espacio.  Si algo no está ayudándoles a fortalecer su conexión personal con el Todo,  si algo les quita energía y los distrae,  prefieren tomarse un break de estas relaciones codependientes donde el otro cree que se muere sin uno.  Qué patético.  Qué triste.  La inmadurez de mucha gente perpetúa el ciclo de insconsciencia y sólo trae más sufrimiento al no permitir que caminemos libremente hacia nuestro destino.

Este yoga ayuda mucho con eso.  Nos da la fuerza y la valentía de decir SI cuando es SI y NO cuando es NO.  De lo contrario estamos en un vaivén que sólo tiempo nos hace perder.  Un SI desde lo más profundo es muy poderoso:  significa un SI a la posibilidad de saborear nuestro potencial verdadero en estos cuerpos,  en estas mentes y en estos corazones.  Un SI a medias deja a todo el mundo descontento.  Se siente:  la persona está vulnerable,  tienen accidentes,  actúan de formas poco inteligentes,  andan con una sonrisa falsa,  creen que son felices pero no es tal.  Están llenos de miedo y este miedo les carcome el alma de noche,  aunque a su lado haya un cuerpo lindo que pueden usar cuando quieren.

NO a lo falso.  NO a lo mediocre.   NO a lo que nos distraiga.  Esto me ha dado mi práctica.  He tenido que decir muchos no,  aunque mis apegos gritaban un sí.  He tenido que decir muchas veces ADIOS,  aunque mis miedos aullaban de noche.  No hay medias tintas en esta práctica milenaria y todo empieza con un SI que le decimos a nuestra práctica seis días por semana.   Llueva o truene, sólo respetamos las lunas y por eso estoy escribiendo ahora.  Sino estaría sudando y respirando en mi alfombra.

En este día de celebración envío un saludo cordial en el mundo entero a todos aquellos seres humanos excepcionales que están cansados de cargar con gente a su alrededor que se niega a tomar responsabilidad.  Lo mejor que podemos hacer por ellos es despedirnos y ayudarlos así a crecer. Aunque amenacen por tirarse del puente:  seguir su juego es sólo perpetuar su sufrimiento y el nuestro.  No podemos salvar a nadie:  podemos estar presentes pero sin que esto afecte nuestro propio camino.

Y algunas veces simplemente necesitamos alejarnos:  hay gente muy nociva y manipuladora que sólo desea llevarnos al fondo con ellos.

Doy gracias infinitas a mis maestros porque me enseñaron a cultivar mi propia energía y a saber que estoy bien siempre.  No necesito cargar a nadie ni nadie tiene que cargarme a mí.  Creo que ese es el regalo más lindo que puedo ofrecer en una relación:   donde puedo aportar en vez de mendigar,  dar en vez de esperar,  entregar en vez de quejarme.  Ya somos grandes y cada uno de nosotros tiene una responsabilidad con Dios por esta vida que nos regaló.  Los que somos padres y madres tenemos también una responsabilidad con estos muchachos y pequeñitos que necesitan papás y mamás maduros y conscientes.

Los tiempos piden despertar rápido y dejarnos de habladas.  En las acciones diarias se ve nuestra práctica. Que las acciones sean congruentes,  valerosas y limpias,  libres de historias y manipulaciones para continuar enmarañando al otro.  El otro tiene su propia responsabilidad consigo mismo y es una injusticia pedirle que nos salve.  Es inhumano.  Esto no es amor,  sino dependencia.

Crezcamos,  por favor.
Practiquemos.

Sigamos los pasos de aquellos maestros valientes,  seres de Luz que entregaron su vida al despertar de la consciencia.

Que el crecimiento del otro sea tan importante como el nuestro propio:  a eso llamo yo AMOR en esta etapa de mi vida.  Que nuestra ofrenda de amor sea desear que el otro sea quién necesita ser en vez de aquel que nos "sirve".

Y para darlo,  primero hay que encontrarlo.


lunes, 27 de julio de 2015

Hamsa

I spent four amazing days in the beach.

I went to the beach because i felt a calling,  a pull,  a knowing that something beyond my mind was about to happen.  I met amazing yogis,  pure nature and the blessing of knowing my mestiere is a magnet for those souls who are ready.

I met Joav,  an incredible yogi from Israel who has been living here in Costa Rica for many years.   He wakes up early in the mornings,  does his practice,  holds a family.  His practice shows in his smile,  his ability to let go of past patterns and grievances,  his big heart.  The call came,   i answered. His example of tenacity and kindness will stay with me for times to come.

Met Emilia also,  a sweet argentinian whose practice is surf and being one of the most compassionate human beings i´ve ever met.

I also met a beautiful costarican woman,   full of love and compassion that i felt right when i met her in her shop the previous day to my workshop.  I picked up a pair of earrings:  they were pink and lately i´m into soft colors.  When i was a lawyer black was me.  Everything has changed since then.  I saw them and instantly picked them up along with a gorgeous mala with the colors of the rainbow.

I have been feeling very protected lately.  I´m aware that doing my work awakens positive and negative energies around me. Guruji and Sharath deal with the same,  i think we all do in our daily lives.  We become antennas of energy and sometimes noise gets in the way.  Some people are happy for the growth of Light,  Love and in my particular case,  Ashtanga in the world.  Others have a different view.

Anyways,  i was in Israel nineteen years ago,  pregnant with my third child,  Ariel.  I brought from that trip a Hamsa,  an amulet shaped like a hand with three extended fingers in the middle and a curved thumb.  Those were hard times in my life.  This is a symbol of judaism and its name comes from "hamesh",  which means five. Some think it represents the five books of Torah which stop darkness.   It has three little fish which symbolize inmunity to evil and the word "mazel" (luck) is often written in it, like in mine.

Besides the one i have in my front door,  lately i´ve been seeing it everywhere:  jewelry,  t-shirts,  in my computer...

Well,  i bought the earrings at Lula´s and since it was  night i just saw their color.   Next morning i put them on and right there i could see that each one of them had a tiny hamsa.   I felt instantly safe, protected, on the right track.  Felt i needed to be there,  in the north beach of my country,  in my present life circumstances,  surrounded by kind souls and  with dear friends that my soul has chosen many many years and lifetimes ago.

The meeting in Guanacaste felt natural,  deep and full of grace.  The unfolding of the weekend called for a lot of presence and focus from three of us who played "staff":  things started moving fast and when there is a calling you need to move.  The obstacles were rapidly surpassed and we wrapped the energy on saturday sunset with a warm-hearted group of people,  angelic music and the sound of children´s voices playing as the sun went down.

The Hamsa is meant not only for protection but also for good luck.  I believe success is a mixture of effort and opportunity.  I do think good things come to those who follow the calling and work for it. Lately my life has become this day to day miracle of simple things.  Maybe is my awareness, maybe is good luck.  I don´t know.  I just know my life is so blessed right now and that Grace keeps expanding everyday.

Blessings,  power and strength come to those who do their practice, my teacher used to say.  My dear teacher who would be 100 years this week.

Life unfolds in mysterious ways when you feel connected to something greater than yourself.

Hamsa,  hamsa,  hamsa...

Five blessings in my life right now:   Teachers,  Yoga,  Family,  Community and so much Love.
May they keep expanding and unfolding more and more each day in good company.

And always with the right intention in my heart.


viernes, 24 de julio de 2015

I can see clearly now the rain is gone

I land in paradise.  I´m surrounded by monkeys,  palm trees,  beautiful views of the ocean and the sky,  good friends,  the practice i love and a lot of new insights and lessons.

I came here after a few very hard days filled with anguish and fear.  Some people think that when you have a spiritual practice things get easier:  no,  life keeps happening with all it´s ups and downs. Maybe the advantage is that you have somewhere to go when in pain.  Now i feel i have a space inside that holds me unconditionally through the valleys and the peaks.

Living in a human body is already a stretch.  Sometimes the body feels good, sometimes it hurts. Sometimes i have energy,  somedays i have none.  Living in a woman´s body also has a palette of emotions and moods that come with this particular model.  Sometimes i lose it,  sometimes i hold myself equipoised and balanced.

I don´t judge myself anymore:  i just do the best i can.

So i lost it before i came here.

"Someone" dissappointed me.  
"Someone" did something that in my book it´s totally off.

Of course,  this particular human being is someone i care about so it really hurt.
Actually,  it bled. 
Ouch.
Right on the spot,  straight to the wound.

Bad.

Threw a fit.  Cried and lament myself....bla bla bla.  And the wave passed.  Just like my surfer friends here learn to pass those huge walls that i saw today in Playa Negra.  Oh my God.  So brave,  so courageous.  And somehow i did it myself in my own way.  Not gracefully,  not elegantly.  But i managed to come out safe and sound.  Regathered myself and coming to this beautiful place has helped so much.

I think we are all allowed to go back into the old patterns once in a while so we can remember how much suffering we can inflict ourselves with our old thinking.  My mind has deja vus and suddenly i go back twenty years in my life when someone i really really loved dropped me,  failed me or abandoned me.  In those years i had no one inside to hold on to.   I felt so lonely.  Now i still feel the pain but somehow i know it will pass.  A muscle inside that i have trained for many years gets active and pulls me out of the drama way faster.

I sincerely wish i didn´t react to other peoples discrepancies and lack of communication.  But i know is something that i need to accept in any relationship.  I try my best to be reliable but that doesn´t mean the other one has to be because i am.  Each one of us is a universe in itself and my reaction probably just makes the other one justify their lack of awareness.

I´m learning to accept everything that comes my way as if i had chosen it and it´s really easy when get invited to teach in such beautiful places amongst such amazing human beings.  Today i shared with people from Argentina,  Israel,  United States,  Costa Rica and Colombia.

We shared not only the practice but a connection to something we love.

And i realize Love is the healer,  the aim and the purpose.  And all the dark cloud gives way to a shining sun,  just like this amazing blazing warm Guanacaste Sun.



lunes, 20 de julio de 2015

Obstáculos mentales

He tenido una semana bastante movida leyendo ensayos de todo el mundo.  Veo el impulso inicial de la gente:  están listos para todo.  Están convencidos,  motivados y dispuestos a hacer lo que sea necesario.  Luego veo como las nubes de la duda comienzan a aparecer:  después del arranque inicial, me escriben con todas las razones y excusas por las que no van a poder venir.

Predecible.  Humano.  
Mentes que todavía no han cruzado el anillo de fuego de la tranformación.

Las mentes promedio se distraen fácilmente.  Tengo un caso de una estudiante que vino el año pasado dispuesta a todo.   Su mirada denotaba un vacío profundo,  un dolor visceral.  Llegó al lugar perfecto y a la práctica perfecta.  Pasaron los meses y tomó el intensivo de abril.  La vi abrirse con timidez pero con mucha fe y dedicación.  Pasó el intensivo:  retornamos a la vida "normal".  Al día a día en esta práctica,  nada de glamour,  levantadas muy temprano,  tráfico y su mat.  Al mes tiró la toalla: no le "gustó"  una instrucción que le dí.  Soy muy perceptiva e inmediatamente siento cuando alguien se "resiste".  Creen que "saben",  creen que ya por tomar un curso intensivo tienen algún tipo de autoridad en la materia.  Una y mil veces he visto estas reacciones y ya no me las tomo personal. Pero sé que esta persona retornó a su mirada triste,  aunque no la vea.  Apenas empezaba a arañar esa coraza que le cubre el corazón.

Y ahora?  Sólo pienso:  y ahora...

Otro vino varios meses y le dio con el alma.  Lo invité para que tomara el intensivo ahora en setiembre.  Sé que le haría muchísimo bien,  pero su mente insiste en fijarse en todos los puntos negativos,  todo lo malo que podría sucederle.  Empezando por el dinero.  La gente se queda pegada en este tema tan burdo y fácil y me parece que es la excusa más pueril que puedo escuchar.   Cuando uno tiene deseo de verdad y de transformación le enviamos al Universo la señal de "Ayúdeme!", esto es importante.   Y el Universo responde.  He visto en mi vida muchísimas veces el efecto que esto tiene en el mundo material:  la Gracia se manifiesta y aparecen ipso facto oportunidades de crear la plata,  llamadas de gente dispuesta a meternos el hombro,  milagros,  regalos, bendiciones.  Pero muchos se quedan pegados aquí y él no es la excepción.

Otra dice que no tiene recursos pero que va de vacaciones a un lugar exótico (???)

Me doy cuenta de adónde está cada uno y trato de verlos con compasión.  Dicen las escrituras yógicas que hay tres tipos de estudiantes:  los fríos e indiferentes-  esos duran poco.  Los medio tibios:  esos con la ayuda del maestro pueden llegar a encenderse.  Y los intensos,  dedicados, serios y totalmente comprometidos.  Lidero un estudio para el tipo 3.  Los tipos 1 y 2 pasan de largo,  se quedan pocos meses,  a lo máximo un año...luego, sus patrones mentales viejos ganan la partida y tiran la toalla. Sólo espero que encuentren algo, lo que sea,  que pueda guiarlos en sus vidas.

La pista del Ashtanga yoga está diseñada para cierto tipo de vehículos solamente.  Me gusta imaginar que por designios del Karma somos aquellos carros que nos gusta la velocidad.  Nada malo con ir en el carril lento...cero juicios.  Pero sí he aprendido a identificar en la mirada cuando alguien trae un salveque de excusas y justificaciones.  No pierdo tiempo con esta gente. Tengo un puñado de ardientes que quieren meter el acelerador.  Que no se andan por las ramas. Que acomodan sus vidas, buscan el dinero o lo crean,  sueltan roles,  le apuestan a la vida y sus oportunidades,  se dan ellos mismos el chance.  Son pocos,  somos pocos.  Yo misma siempre dudo cuando algo parece demasiado difícil.  Pero la duda pasa,  como una nube oscura y siempre termino haciendo lo que me propuse.

Hay algo en las mentes humanas que nos mantiene adormilados,  como si no fuera nuestra vida. Como si fuera la de alguien más, como si hubiera tiempo que perder.  

NO hay tiempo que perder. NO HAY.

Hoy estamos aquí.  Mañana quién sabe.  Algunos me preguntan por los intensivos del próximo año: no hay fechas.  No sé siquiera si voy a estar viva:  cómo podría planear más allá de este año siquiera? Sé que la vida es tan corta y efímera y que algunos de nosotros nos damos cuenta que vamos montados en el Titanic y que es cuestión de horas, días o años para que pegue contra ese iceberg llamado muerte.  No voy a quedarme en la víctima,  tampoco en la distraída.  Voy a correr ese carro a toda velocidad hasta que no pueda más.  Porque tengo el gran privilegio de tener un maestro,  un camino y una sadhana o practica espiritual.  Porque mi salud me lo permite.  Porque mis seres amados son finitos igual que yo y no puedo darlos por sentados ni un segundo.  Porque hacer lo contrario sería dormirme en los laureles y desperdiciar lo más precioso que tenemos en este vida: unos pocos años de tiempo.

Hace unos años tuve una estudiante muy especial:  vino a su mat a prepararse para una batalla con la muerte.  Ninguno de nosotros lo sabía.  Mujer valiente y sabia,  su camino involucraba una enfermedad muy seria que llegaría,  en medio de una serie de reacomodos familiares muy intensos. No sé cómo está:  perdí su rastro.  Pero sé que vive y sé de la intensidad de su deseo por la verdad.  El obstáculo se hizo presente pero sé que su práctica la lleva por dentro.  Tal vez ya su mat no sea el centro de su vida como lo fue en esos años en que estaba saludable,  pero espero que las enseñanzas le hayan dado consuelo a ella y también a su familia en estos caminos impredecibles que la vida nos presenta a todos continuamente.

Los obstáculos son la duda,  la confusión,  la ignorancia, los apegos y aquello que repudiamos.  Son toda esa sarta de obsesiones compulsivas al control,  al juicio,  al tener la razón,  a ser superiores a los otros,  a no dar el brazo a torcer.

Las soluciones son la humildad,  el escuchar,  el esfuerzo diario,   la compañía de la misma frecuencia,  los maestros,  la senda,  el corazón.  Hoy podés decidir con quiénes vas a caminar:  ser uno de esos ejemplos tan tristes que dí de distracción,  autoconmiseración y despiste.  Gente que empezó con mucho ahínco y que se fueron tapando en vez de ir abriendo.  El ego se siente muy amenazado con esta práctica y anhela ante todo recuperar el control.  El ego es un buen empleado pero un pésimo jefe.  Nos separa de aquello que precisamente lo erradicaría de la casa.  Y tenemos todos tanto miedo que lo escuchamos como si fuera sabio.

Sabio?  Al contrario:  nos lleva a ignorar el llamado que nos trajo por primera vez a nuestra práctica y a sustituirlo por miedo, excusas,  vacaciones triviales,  victimización y drama.

Sé que cada uno de los integrantes de este grupo que espero va a tener que superar uno y mil obstáculos, los mismos que yo he enfrentado en mi propio camino.  Sé que de todos los que aplicaron sólo algunos van a materializar su presencia aquí en Costa Rica.   Igual que allá en India con mi maestro.  Sólo unos pocos escogidos, lo suficientemente tercos para comprender que esto es valioso y que sus preguntas no van a ser respondidas en ningún otro lugar.  Porque sino yo ya estaría en ese otro lugar!  no estaría perdiendo tiempo en un camino que no me da nada:  estaría buscando maestro, método,  algo...estaría desesperada porque la casa se está quemando.

La casa se incendia porque nuestros días en este planeta son finitos.  Sea que nos queden dos semanas o cincuenta años.  Es lo mismo.  

A todos ustedes que ya lo comprendieron,  los espero con los brazos abiertos en Costa Rica.  Desde ya los respeto profundamente por ser más fuertes que sus obstáculos mentales.

Al resto:  encuentren al maestro que los pueda guiar fuera de esta selva del condicionamiento.  Salir solos es un absurdo,  una quimera.

Y el tiempo apremia.  





domingo, 19 de julio de 2015

Mensajero de Amor

El Amor llega a veces disfrazado de daga,  de puñal,  de herida y de sangre. Otras arriba con una sonrisa dulce,  chocolates,  cenas a la luz de la luna y muchos besos y abrazos.

A veces nos confundimos:  creemos que la forma es,  en vez de la sustancia.

Así que ya no me dejo llevar por las apariencias.  Busco la certeza.  Esa certeza que me martilla el corazón cada segundo y me hace extrañar a ese significant other.  Esa certeza en que el tiempo se cuenta en función de la ausencia del amado.  Ya no depende de su presentación,  de sus palabras cariñosas ni tampoco de su romanticismo.

Es sólo una cuestión de presencia y verdad.

Medito sobre esto en la playa,  ya casi a punto de dormir.  En las últimas semanas he vivido una vorágine de experiencias,  desde las más místicas hasta las más inhumanas.  He sentido que hay alguien a quien le importo.  Alguien que está moviendo todas las piezas que hace tiempo estaban pegadas.   Esa presencia me hace sentir cada día que estoy acompañada:  se están moviendo proyectos que tenía guardados esperando el momento "correcto".  Se está expandiendo como pólvora el arte que enseño en el mundo y la energía general me hace sentir muy liviana y motivada.

Dentro de todo este panorama tan positivo hay también dolor,  inevitable dolor mezclado con éxtasis en este plano de consciencia en que vivimos.    El cambio nos mueve a todos,  estemos en primera fila o no.  El cambio, inevitable constante en esta vida,  permite que evolucione nuestra consciencia- aunque el precio a pagar no lo entendamos hasta muchos años después.

Hoy cené como mi bello hijo Gabriel.  En medio de un restaurante escandaloso en Jacó,  una de las playas más concurridas en mi país,  sentí que estos diecisiete años desde su nacimiento tuvieron una evolución,  un despertar diseñado especialmente para mí,  su mamá.   Fue gracias a él que inicié mi camino espiritual-  atrapada en su momento en el dolor de una separación que me dejó destrozada en todos sentido en medio de su embarazo,  mi cuarto parto,  lactancia y malas noches.  Tanta soledad. Mi ex se estaba casando simultáneamente y yo sólo sentía que me estaba volviendo loca.  Pero ese mismo ex que me sacó el corazón,  también me envió express a California a un lugar que cambiaría mi vida. De no haber caído en ese hueco espantoso nunca hubiera encontrado el yoga.  Gracias a Dios que en la perfección de mi dolor pude ver más allá,  aunque esto significó amarrarme las enaguas y separarme por dos semanas de mi gordo divino que entonces tenía sólo diez meses y sus hermanitos.

No tenía más opción que emprender un viaje hacia lo desconocido.

En ese viaje me acompañaron diez amigos de Costa Rica. Todos íbamos hacia un destino que no podíamos anticipar.  Todos los que participamos en esa generación,  una de las primeras olas de ticos que hicimos ese trabajo,  iniciamos también un camino de lágrimas,  sonrisas y mucha pasión. Todos, a  través de los años,  logramos manifestar algo que en ese momento estaba taponeado en nuestro interior por tanto ruido mental y emocional.

Regresamos nuevos.  Yo regresé a cuatro niños pequeños pero con una chispita en mi corazón que no se apagaría nunca más.  Que me ayudó a soltar lo que no era para mí con convicción y motivación por mis pequeñitos. Que me llevaría a seguir buscando en este continente y todo el resto del mundo.  Que me llevaría eventualmente al regazo amoroso de mis maestros en India.  Todo originado en un dolor lacerante y desalmado que casi arrasa con mi vida.

Veo a Gabriel, mi mensajero,  mi epifanía.  Lo veo tan hermoso, tan grande y guapo,  enfocado,  muy claro en sus propósitos y metas.  Lo veo y recuerdo a ese bebé frágil,  chinito y muy amado que me invitó a dejar mis muecas y ponerme seria.  Me invitó a descubrir quién era- finalmente yo sola, sin ser apéndice de nadie.  Con la más dulce de las miradas,  Gabriel me llevó a un lugar que nunca hubiera ido sola:  el desamparado pero pleno espacio de encuentro conmigo misma. 

Mientras cenamos y pienso en todo lo que hemos tenido que atravesar para estar aquí juntos, felices y muy tranquilos,   confirmo que hay un destino para todos nosotros que no se ve claro mientras estamos atravesando la tormenta.  Ahora sé con absoluta certeza que hay alguien, esa presencia de que les hablaba,  que no nos pierde de vista por un segundo.

Sólo tenemos que tomar la siguiente respiración,  animarnos a vivir este día y estar dispuestos a amar aunque duela....sin cansarnos,  sin darnos por vencidos. 

Y el Amor vence.
El Amor siempre,  siempre vence.






lunes, 13 de julio de 2015

Inmadurez emocional

Creo que fui una analfabeta emocional toda mi vida y hasta ahora me estoy dando cuenta.

Me tocó un entorno familiar donde el drama y conflicto se tomaban cada día con las comida.  Viví una carencia emocional continua por toda mi infancia y adolescencia y cuando salté a las relaciones con mis parejas sentía que ellos tenían que colmar y compensar todos esos años de tristeza y dolor. Años de abuso de toda clase,  abandono y tristeza pedían a gritos una compensación.

Fui víctima y victimaria.  A través de los años y las equivocaciones aprendí algunas cosas.  Es hasta ahora que estoy pudiendo poner lo aprendido en práctica.

  • La dinámica de una relación requiere de dos energías.   En toda relación hay momentos para estar juntos y otros para estar separados.  A veces estamos más cerca de alguien que no está físicamente presente de alguien con quien cohabitamos.  A veces también la presencia física cansa.  El arte de las relaciones consiste,  según mi propia experiencia y errores cometidos a lo largo del camino,  en crear mutua y conscientemente espacios para respirar.  Como decía Osho,  después naturalmente la pareja gravita de nuevo hacia la unión.


Muchos como yo creímos en algún momento que si alguien se alejaba emocionalmente de nosotros significaba que perdíamos, una vez más,  el amor.  Así de grande era el trauma.  Significaba lo peor: el abandono,  la soledad,  la depresión y de ahí,  los celos,  la posesividad,  el control.  Había algo interno que no sabía cómo estar sola:  la herida supuraba los años en que mis necesidades como niña y adolescente no fueron colmadas.  Por un tiempo culpé a mis cuidadores de todos mis problemas: ahora sé que me hicieron un tremendo favor al inflingirme esta herida.  Sin ella,  no hubiera dedicado mi vida a buscar algo que la aliviara.  Sin ella,  probablemente estaría pensando en mi próximo viaje a Miami y en los tacones nuevos de mi vecina,  además del último chisme.

  1. Un cambio en la dinámica de la relación donde uno mismo o el otro requiere de espacio,  de aire,  es algo muy sano e importante para aprender a confiar.  Es como cuando en otros países veo que dejan las puertas de las casas abiertas durante el día o las llaves del carro puestas mientras van a hacer mandados.  Recuerdo estar en Marine County, en San Francisco:  no podía creerlo cuando veía a mis amigos felices y tranquilos cuando dejaban el carro encendido!  Mi idiosincracia tica me ha enseñado a vivir entre rejas,  a ponerle seguros a los carros y a andar desconfiada.

Pues es la mejor forma de ahuyentar al otro:  guindarse de su cuello.

  • Nuestro compañero o compañera no tienen ninguna responsabilidad sobre nuestro crecimiento emocional.  Pueden acompañarnos durante los baches,  estar presentes y esto puede ser muy sanador. Pero con los años aprendí a no hacer al otro responsable de mis cuitas existenciales.  No hacerle sentir que me debían algo:  las que somos madres de alguna forma lo hemos hecho con los padres de nuestros niños. Conozco tantos casos aparte del mío.  Como hemos parido los hijos entonces el papá nos debe su vida.  Esto es enfermo e injusto y hace que el otro más bien se aleje más.  Los hijos son un regalo de la vida para ambos progenitores y vienen a nosotros por la Gracia del Universo.  No somos más que receptores y canales y nadie tiene derecho a sentir que por dar un hijo el otro nos debe todo para el resto de sus días.


  • Esto me lleva al tema de colmar nuestras propias necesidades emocionales.  Me tomó muchísimos años entenderlo.  Tuve que buscar mucho apoyo,  ayuda y soporte.  Siempre que el "otro" hacía algo que me dolía,  lo culpaba de todo.  No  tenía todavía la madurez de ver mi parte en el asunto:  el terror a estar sola,  a no ser amada,  a ser puesta en segundo plano.  Y a veces por cosas tan tontas como una carrera de bicicletas,  una fiesta,  un viaje.  Ni siquiera había terceras personas involucradas.  Ah!  y por supuesto el miedo absurdo a que el otro tuviera contacto con otra gente.


Si el otro no era TOTALMENTE mío significaba que todo estaba mal...  qué absurdo y qué triste.

Nadie es de nadie.  Todos somos de Dios.  Las emociones son energía que necesita dirigirse,  sólo eso.  Lo mejor que podemos darle al otro es espacio y cero juicios.  No es fácil estar en presencia de alguien que está pasando por una turbulencia.  Ahi radica el amor:  en dar nuestro apoyo sin intentar arreglarles la vida,  sin pedirles que nos den algo a cambio.  Sino es como tener una soga al cuello.  Quién quiere estar con alguien que pasa todo el día en un drama total,  juicios continuos y mala vibra? Yo no.  Nadie en su sano juicio.  Y comprendo que fui mucho tiempo esa que no sabía hacer otra cosa que atacar al otro,  necia y demandante.

Quién quiere vivir con alguien que te hace sentir que todo lo hacés mal?  Yo no.  He experimentado mucho alivio después de estar en relaciones donde sentía que tenía que hacer algo para que me quisieran.  Si me salía un poco de las expectativas ajenas,  boom...era todo un drama.  He aprendido que si alguien me ama,  me amará como soy:  con mis virtudes y defectos.  Esto me ha traído una tremenda alegría y paz.    Y cuando uno puede amar así,  el amor naturalmente ayuda a perdonarle al otro sus faltas,  se expande y llena de compasión.  Es responsabilidad de cada uno de nosotros nutrir nuestra propia salud emocional y mental.  El otro es sólo un espejo:  lo que critico en él es porque yo misma no lo he asimilado en mí.


  • No es nuestra responsabilidad ser tutores espirituales de nadie.  Ningún hombre tiene que ser superhéroe para aquella mujer que no ha enfrentado sus profundidades emocionales.  Sería una muleta y qué pereza da ser muleta de nadie.  Ninguna mujer tiene tampoco enseñarle nada al hombre. Uno escoge conscientemente cuán presente puede estar para el otro:  fijar límites es vital en frente a todos los vampiros emocionales que quieren drenarnos con sus lloros y manipulaciones.



  • La paradoja es que la madurez emocional requiere de una relación.  Es con el espejo de frente que realizamos nuestro avance.  Estoy en una relación así en este momento:  el otro me ha hecho el gran favor de no engancharse en mis dramas.  Es como tratar de escalar una pared resbalosa.  No hay reacción.  Y ahí es donde instantáneamente mi ilusión se desintegra.  Me quedo con mis propios rollos,  un poco avergonzada.  Realizo de inmediato la lección y encuentro yo misma formas nuevas de comprenderme.


Sin culpar a nadie. 

Naturalmente gravitamos el uno hacia el otro.  No porque nos necesitemos.  No.  Sino porque nos ayudamos en el camino a la consciencia.  Porque en este terreno nuevo es que nuevas semillitas pueden retoñar.  Lejos de toda la parafernalia absurda que nos pide engancharnos en el paradigma viejo:

"El es mío",  "el amor necesita exclusividad",  " si me amas,  me dejas poseerte",  " si no estás pegado a mi cuello es porque no me amas"....

Estoy sintiendo un amor nuevo,  un amor más allá de los cuerpos,  conectado a un lugar en mí que ya no tiene miedo.  No tengo que actuar patrones viejos nunca más.  El amor y el miedo no son compatibles.  Tampoco el amor y la necesidad.  Amar a alguien necesitado es triste:  demandan mucha atención,  tiempo y se roban nuestra vitalidad.  La persona inmadura emocionalmente nos deja exhaustos.

  • Así que el amor necesita responsabilidad.  Nos pide crecer,  abrazar quién somos y dejar de crear dramas y conflictos a los demás.  Eso no es amor.  El amor de alguien emocionalmente maduro nos nutre y nos da espacio para crecer. Si el otro no se alegra por tus triunfos,  si no te apoya en tus aventuras,  es un indicador poderoso de que necesitan crecer en su propio camino.


  • Los adultos somos responsables por nuestras emociones.  Me ha tomado mucho tiempo entenderlo y ahora estoy realizando su transcendencia en mi relación actual.   Cada uno de nosotros tiene que ver cómo sostener ese bienestar interno,  aprender a nutrirnos primero. Aprender a estabilizarnos a través de nuestras prácticas espirituales en vez de desperdiciar energía en la "crisis" de turno.


Y este es el gran regalo de interactuar con alguien que es maduro en ese sentido:  ayuda a descubrir nuestra propia madurez emocional.  Esto implica poner límites a mucha gente para proteger nuestra propia salud mental.   Implica soltar y terminar relaciones.  Implica despertar,  escuchar,  sensibilizarnos y abrirnos a lo nuevo.

La vida es tan corta y tan hermosa.  Qué pereza invertir el poco tiempo que tenemos en más drama y conflicto!  Hay mucha música por hacer,  mucho arte que crear,  muchas almas que conocer y familias que amar.

Te estas amando lo suficiente?
Si no es así,  hoy es un buen día para empezar.




Esta entrada la escribí inspirada en el Artículo de Elephant Journal:  How Mature Men and Women deal with emotional withdrawal.

domingo, 12 de julio de 2015

Todo llega

Me despierto en una montaña lluviosa después de bastantes horas de sueño.  No más me muevo y siento todos los músculos de mi cuerpo.  Ouch...La sesiones de foto y video de ayer se sienten.  Sin embargo siento una profunda serenidad interior.

Recibo una noticia que he esperado por mucho tiempo.   Una noticia que apoya mi trabajo y el de muchos otros seres tercos,  intensos y un poco locos como yo alrededor del mundo.  Una noticia que he esperado por mucho tiempo pero que ya había soltado.

Las cosas suceden en el tiempo de Dios, no antes ni después.  Sin embargo,  me llena el alma y me da una profunda alegría.

Mi maestro es muy sabio.  Sé que ve mucho más de lo que imaginamos.  Sé que es muy inteligente y sensible y que ha comprendido nuestra lucha en el mundo como sus aliados y soldados.  La noticia muestra un apoyo contundente al sistema que enseño y un cierre del portillo para que cualquiera vaya a mi escuela.  Disney Tours over. Mucha gente va a India por lo exótico, por vacaciones, mera por curiosidad.  No por las razones correctas.  Estudiar con él requiere ahora de ciertos requisitos nuevos y me siento muy honrada de  ser parte del cúmulo de maestros que lo apoyo y poder servirlo de esta forma.

Inmediatamente que posteo la noticia recibo correos de Argentina,  de España,  de México,  de Perú... Sí,  ahora se ha puesto más difícil ir a estudiar con él.  Sí,  ahora se requiere de más paciencia y fuerza interior.  Sí,  sólo los determinados van a poder poner pie en India por primera vez.  Sí,  tienen que venir a Costa Rica primero-  o a Buenos Aires donde mi amigo Pablo,  o a Brasil donde Dany,  o a Chile donde Loretto, o a Mexico donde Mau,  Licha,  Angie,  Gibrán y Arne.   Sí,  ya no se trata sólo de comprar tiquete y llegar.

Sí,  todo está cambiando.

Les doy mi ejemplo que yo misma no creo:  pocas mujeres han parido siete hijos como yo.  Si yo pude viajar a India doce veces con todas mis variables,  hacer su práctica contra viento y marea,  qué no puede hacer alguien soltero que sólo tiene que preocuparse por sí mismo?

Qué el dinero... que el trabajo.  Que la distancia...
bla bla bla

No hay imposibles si uno tiene un sueño.  No hay límites si uno se enfoca.  La mente ama quejarse,  reclamar,  desear que todo fuera distinto.  Pues esta es una lección desde ahora para todos los que quieren conocer a alguien muy especial:  mi maestro.  Ya no va a aceptar a cualquiera.  Ahora tienen que hacer su práctica con seriedad y devoción desde antes, supervisados por alguien que conoce el sistema y entiende de qué se trata.

Trato de dar aliciente pero sé que este yoga no es para cualquiera.  Menos el camino de un maestro de nuestra escuela.  Nos pide tanto, tanto...y por igual,  nos devuelve tanto, tanto.  Pero los primeros años son muy duros,  muy sacrificados.  Hay que ser realmente obstinado y estar convencido hasta la médula de que vale la pena.  Hay personalidades así:  me considero una de ellas.  Cuando algo me hace click,  le apuesto la vida.  Otros necesitan apoyo y para eso es que algunos estamos entregando nuestras vidas para brindarlo a quiénes realmente estén convencidos.  No hay espacio para tibiezas.  Para paseos ni chismes.  No hay espacio para rumores,  serruchadas de piso ni competencia.

Aquí ahora es muy simple:  

Quiere ir a India a mi escuela?  Venga practique con alguien serio primero.  Quiere crecer en su práctica?  Quiere enseñar?  Quiere recibir la bendición?  Venga practique primero.

No hay atajos. 

En el pasado he conocido gente que cree que por tener cuerpos flexibles y egos grandes han ido solos. Van una vez y colocan sendas fotografías con mi maestro en sus websites.  Nunca más regresan. Algunos nunca más practican!  Eso se terminó.

Ahora se trata de ir mas profundo:  Tienen humildad?  Tienen deseo de superarse y aprender?  Tienen la capacidad de meter el orgullo en una caja y apostarle a esta práctica sanadora?  O se van a quedar autocompadeciéndose?  Van a encontrar soluciones?  O se van a quedar pegados quejándose por lo que fue?

Una vez en Mysore una chica le dijo a Sharath en un conference que ella quería regresar,  pero que era muy caro y no tenía dinero.  Su respuesta lo dijo todo:

"Deje de hacer una comida diaria, ahorre y venga.". 

La respuesta no le gustó para nada a la chica en cuestión (considerando que era una chica bastante hermosa,  digo,  con bastantes kilos de más).  Pero ahí supe que cuando se tiene un sueño uno hace lo que sea.   No se anda uno por las ramas.  No se habla mal de otra gente que lo está haciendo:  se amarra uno las enaguas y los pantalones y se manda.  Se enfoca.  Suelta rollos y avanza.  Y en la caída libre encuentra apoyo: encuentra gente como uno que cree en las acciones más que en las palabras.

Espero que esta noticia tan buena que muchos hemos esperado por años en el mundo sirva como aliciente para todos los yogis y yoginis serios en Costa Rica que ya tienen un shala autorizado en su misma ciudad.  Es increíble como gente de todas partes de Latinoamérica están viniendo a San José en una muestra tan conmovedora de devoción y enfoque.  He recibido en el último año estudiantes de Argentina,  Perú,  Venezuela, Panamá,  Nicaragua,  Salvador,  Guatemala,  México,  Francia, Holanda,  Estados Unidos,  Italia.  Vienen a preparar su sueño: si, les va a tomar más tiempo. Sí, tienen ahora que crear los recursos y ahorrar el doble.  Sí,   ahora es más difícil,  aparentemente hay más obstáculos.  Pero todo es un discursomental:  son pruebas para escoger entre el montón aquellos con un  legítimo deseo por la verdad.  Son oportunidades de encontrar adentro suyo cualidades nuevas,  creatividad,  esfuerzo,  intensidad y mucha alegría...como lo hemos hecho muchos de nosotros antes que ustedes.

Ir doce veces a India durante los últimos quince años ha significado para mí mucho enfoque y esfuerzo.  Por supuesto que he contado con la ayuda de muchos que me aman y entienden mi quimera,  entre ellos familia,  parejas,  estudiantes y amigos.  Pero sobre todo,  sé que la fuerza de mis maestros me sostiene siempre que dudo.  Ese es el regalo de un maestro:  creen en uno cuando uno mismo no cree.  Están ahí para uno cuando uno siente que no puede hacer nada.  Con su ejemplo nos muestran la senda y nos dan impulso.  Su presencia es perenne y nunca se va.

Parto a Dinamarca a ver a Sharath el mes próximo.  Mi corazón lleno de alegría por tanto movimiento y apoyo mundial al Ashtanga Yoga del KPJAYI.   Con unas ganas inmensas de verlo, sentirlo cerca y agradecerle tanto esfuerzo y devoción hacia este sistema que amo.  Sé que su labor no es fácil:  es blanco constante de ataques de gente que no entiende lo que hace,  le tienen muchos celos y envidia. Tal vez sus soldados suframos lo mismo en distintas partes del mundo pero no importa.  Sé que estoy haciendo lo que mi espíritu y corazón reclaman y nunca me arrepentiré de todo el esfuerzo y sacrificio que ha significado entregar mi vida al Yoga.  Algunos no lo entenderán nunca y está bien.

No estoy aquí para agradar a nada,  sólo para servir a la Luz.

Sé que mis maestros están muy felices de ver cómo más gente de afuera viene a Costa Rica.  Sé también -porque he estado en varios, que los shalas autorizados en Argentina,  México,  Chile y Brasil están llenos de gente que confía en sus guías.   Sé que la verdad siempre prevalece y lo que no está alineado con la Luz desaparece eventualmente.

Sé que todo llega en su momento.

Y hay que luchar contra todo lo que amenaza sabotearlo,  todo ello en nuestras mentes:  duda, confusión, ambición,  orgullo.  Juntos podemos cambiar el mundo si logramos cambiar nuestra forma de pensar.  Podemos dejarles a nuestros hijos un ejemplo de perseverancia e inspiración.

Y hoy,  como todos los días,   abro mi mat...
con un corazón rebosante por tantas bendiciones.

Con la certeza de que lo imposible se hace posible con nuestra práctica.


miércoles, 8 de julio de 2015

Kalyanamitra

Inicio mi día con mi práctica y en grata compañía.  Las lluvias de estos días han creado una atmósfera muy acogedora en el estudio.  Me conmueve ver a mis estudiantes llegar muy abrigados,  con sombrillas y en medio de la madrugada.  Siento que soy tan privilegiada de poder compartir con gente tan seria que en vez de crear excusas,  toma acciones.

Me gusta mucho la gente así.

Mi mente está un poco desenfocada.  Nada que no se pueda alinear con unas buenas paradas de manos y backbends.  Después de trabajar con varios de mis estudiantes y llevarlos a algunos lugares nuevos,  todos descansamos anticipando un día más sereno,  una forma más tranquila de enfrentar lo que nos traiga la vida,  sin mucha alharaca ni drama.

Mi vida en este momento está llena de bendiciones y siento que vienen muchas más en camino.   He aprendido que lo peor que puede pasar es a menudo lo mejor que puede pasar.  Por eso intento no aferrarme a ningún resultado.  Sólo doy lo mejor de mí en cada segundo y sé que mi camino se irá despejando a su tiempo.  Aún en medio de la curva más violenta siento la compañía perenne de mis maestros:  sé que no hay nada que pueda derribarme con su protección.  Y esto me renueva,  me da nuevas fuerzas y me calma.

He estado revisando apegos,  personales,  materiales y profesionales.  Estoy en un instante en que todo parece estarse depurando sólo.  La compañía que necesito está llegando sin esfuerzo,  las oportunidades laborales se expanden,  las amistades se enriquecen.  Quisiera pensar que todo esto viene por mi esfuerzo de años,  por mi compromiso.  Pero sé que eso es sólo una parte:  hay una Gracia que trae el Maestro de la cual escuché por muchos años pero que no comprendía.  Las experiencias recientes me hablan de milagros,  de reencuentros,  de sincronicidades y casualidades que no son tales.  Todo el plan maestro se está desencadenado en la perfección de una mente que ya no está cerrada a nada:  todo  lo agradezco,  incluso lo "malo".  Todo me deleita porque sé que ya me resisto a identificarme con la bronca del día.  Pasa y luego me queda un sabor de serenidad en mi boca.

Cero amargura y un intento genuino por comprender.

Ayuda mucho rodearse de gente que vibre en una frecuencia parecida o más alta.  Si mi amigo me estimula mis rollos,  en vez de ayudarme me hunde.  Si en cambio me da consejos certeros,  puedo ver mi tema desde otra perspectiva y considerar un cambio inmediato de actitud.

Anoche me sentía muy mal.  Me puse a llorar extrañando mucho a mis hijos grandes.  En el corre corre de la vida sé que todos tienen ya su camino,  pero a veces no es fácil saber que están a varias horas en aviones o inmersos en sus propias vidas- que merecen disfrutar por completo.  Pero los extraño. En este estado de flaqueza emocional me llevaron a un mirador hermoso en las montañas de mi Valle Central.  Pude ver todo desde arriba y de alguna manera sentir la conexión inmensa que existe con quiénes amamos. Ya sea que estén físicamente lejos o que ya no estén en este mundo,  el amor perdura y se vuelve más sólido en el corazón.

Mi Kalyanamitra - mi amigo del alma,  me habló de  ver la otra cara de la moneda en vez de alimentar mi fijación en lo negativo- conducta aprendida en mi familia donde todo tiene una tinte tragicómico.  La situación tuvo un desenlace que no esperaba:  de pronto,  a raíz de nuestras divagaciones conjuntas terminamos acordando que voy a abrir otro shala.  No sé muy bien cómo pasé de mis lágrimas a un proyecto nuevo,  a una aventura compartida,  a un salto de fe.  No sé bien pero sucedió y lo único que hice fue intentar enfocarme en lo bueno,  en las bendiciones,  en mi deseo por la Luz en buena compañía.  Sólo la Luz disipa la oscuridad y la única forma es llenarnos cada día un poco más de Dios.

Bajé esa montaña en medio de risas,  en un estado de euforia y gozo compartidos aún en medio de los obstáculos diarios de esta vida material.  Bajé sintiéndome como nueva,  feliz de poder enfocar mi energía en hacer crecer una nueva criatura.  Sé que vienen muchas más bendiciones en el camino y que yo sólo tengo que sostenerme fuerte de la mano de mi Maestro.

Esta semana creí que iba a ser muy tranquila.  Terminó siendo una de las más intensas de mi vida.  Parto mañana de San josé de regreso a mi oasis personal y con la determinación de seguir enfocada en lo importante,  dispuesta a ir más allá de mis patrones mentales gastados y con una fe linda en lo que el presente me trae.

Dispuesta a dar lo mejor de mí cada día.  
Sin apego a ningún resultado y fe profunda en el Amor.


domingo, 5 de julio de 2015

Om Shanti Om

Empiezo el domingo sentada en una piedra sagrada al amanecer.
No anticipo el impacto del hoy en mi camino.

Hay días cumbre,  días clave.  Hoy fue uno de esos.  Tuve una realización importante:  comprendí todo mi pasado.  Comprendí que he estado luchando en vano con un enemigo imaginario.  No hay tal:  es mi propia creación.  Me ha mantenido tan ocupada con sus cuitas y tragedias que me ha impedido enfocarme en lo esencial.

Tuve un momento de mucho dolor al observar con detenimiento mi punto ciego.  Se ha sentido siempre como un bosque oscuro y estoy al borde pero no puedo entrar.  He tenido mil pesadillas: congelada,  aterrorizada,  impotente.  Hoy di un primer paso para adentrarme al fin en ese lugar dentro de mí misma que por mucho tiempo tuve clausurado.

No hallaba cómo,  simplemente no sabía.

Topamos seres en nuestro camino,  maestros que nos conducen a lugares nuevos.  Todo aquel que me enseña cómo transitar por senderos lluviosos,  me tiende su mano en medio de esta incertidumbre vital y me mira con compasión sin pedirme nada a cambio:  ese es mi maestro.  El maestro tiene cualidades especiales:  no se anda por las ramas.  Sus palabras son certeras,  su intención pura.  No aspira a nada más que a despavilar esa parte nuestra que tiende a la complacencia:  cuando nos metemos nosotros mismos en una caja de zapatos y nos etiquetamos torpemente.   Esto nos congela.  Nos limita y desempodera.

El maestro tiene la cualidad feroz de anhelar para nosotros eso que él o ella ya encontraron.  Es tanta su gratitud por las bendiciones recibidas que encuentra inevitable compartirlo y en ese compartir radica su propia realización.  Es en ese dar sin pelos en la lengua,  en ese sostener a pesar del miedo y la angustia,  que un maestro comprende su propio destino.

Mi maestro de turno dio hoy en el blanco.  Mis ideas y conceptos tratando siempre de salirse por la tangente.  Sé que todos los egos se entretienen con banalidades mientras el elefante está sentado en medio de la sala.  Hoy vimos juntos a mi elefante:  estaba muy cómodo y la luz no le agradó.  Sentí que un fuego me quemaba por dentro al descubrir mi llaga expuesta,  esa que me ha acompañado desde que tenía tres años.   Esa que me ha hecho considerarme diferente,  de alguna manera especial pero también me ha hecho menospreciarme y victimizarme.  La misma que me ha ayudado a justificar todas mis violencias y que me ha impedido perdonarme y aceptar todo lo que soy.

Hoy finalmente me perdoné. 

Me perdoné porque desde mi herida sentí siempre que estaban justificadas mis desalineaciones.  Si uno es víctima entonces puede vengarse.  Desde ahí herí,  traicioné y vengué mi propio dolor una y mil veces y obviamente me pasé de la cuota.   No hay alto para una herida abierta, para un ego rabioso que anhela justicia.   No hay límites para la ira y el desengaño.  Si uno ha sido abusado, termina abusando.  Si uno ha sido traicionado,  termina traicionando.  A menos que haya un trabajo profundo y sincero de querer detener la neurosis y revertir la espiral de dolor.

El maestro es imprescindible.  No sé cuántas vueltas le he dado al tema mentalmente y sin embargo,  es sólo a través de la experiencia y el contacto humano que se logra salir.  Bueno,  salir es muy pretencioso:  diría con humildad que logré tomar el primer paso de regreso a mí misma,  adentrándome de una vez por todas en mi bosque oscuro,  de la mano de quién me guía con su propio ejemplo.

La vida nos da infinidad de oportunidades de regresar al origen:  a nuestro estado de paz natural,  el Shanti le llamamos en sánscrito.  Shanti implica un entregarnos con fe y confianza en las manos de nuestro Creador.  Significa no darle más largas a esa redención mágica y potente que viene cuando anhelamos recordar quién somos.

Encontrar el Shanti implica atravesar lo que a cada uno de nosotros se nos ha ofrecido en esta vida, oportunidades hechas a la medida para nuestro avance y evolución.  Sé que mis retos no han sido nada fáciles y por eso,  sé que todos luchamos una guerra invisible que nos consume y a veces degrada.  Pero el secreto está en continuar con fe y paciencia y nuestro maestro nos topará en el punto adecuado,  en el momento justo para desencadenar la alquimia del Amor.

Y el Amor trae a la superficie todo lo que no se le parezca.


El río fluye,  fluye y fluye...el río siempre fluye con confianza hacia el mar.  
Madre-Padre llévame,  seré siempre tu niña.
Padre-Madre llévame de regreso a mi mar.




sábado, 4 de julio de 2015

De lobos y decisiones

Llegamos a la feria y todavía no hay mucha gente.

Theo insiste en caminar descalzo,  como los niños en India. Después de varios intentos de disuadirlo finalmente  me rindo ante su insistencia y le digo que esta bien que se quite los zapatos,   obligada a revisar una vez más mis propios conceptos sobre la maternidad.   Se va feliz con sus piecitos empolvados:  de verdad que a veces mis ideas sobre lo que es cuidar a un niño se entrometen con la realidad de su propia sabiduría.

Inmediatamente llegamos vemos unos muñecos de papel maché.  Theo escoge el de la Muerte sin dudarlo.  Matías fluctúa un rato entre el chanchito y Sancho Panza.  No se fueron muy convencidos y después de jugar un rato me pidieron ir a cambiarlos.  De su primera escogencia terminaron con un Cadejos guapísimo con cadenas y sonrisa Theo y la Muerte sonriente  en manos de un Matías que ahora bailaba.

Pienso en sus cambios,  en la paciencia que tomó escucharlos,  ir a hablar con el señor,  renegociar los números,  esperar a que escogieran y me remonto a mis propias decisiones.  Quisiera tener siempre encendido ese músculo interno que me aconseja en situaciones complejas y encrucijadas difíciles.  

Cuál es la mejor decisión?  
Cuál es la que me hace más feliz?  
Me emociona?  
Me llena el alma?  

Qué pasa si mi decisión afecta a otras personas?  Qué sucede si lo que escojo hace sufrir a otros o los incomoda?

Empiezo por tenerme paciencia,  observarme con honestidad y escuchar esa voz interna que me convence de hacia adónde tengo que correr.

Nuestras decisiones son el pan nuestro de cada día en el banquete de la vida espiritual.  De decisiones es que hemos forjado lo que somos hasta hoy y de ellas se nutre el complejo equilibrio que implica una vida humana estable y gozosa.  Algunas veces sentimos que tenemos que tomar decisiones para que otros estén felices:  he comprobado personalmente que estas decisiones nunca se sostienen y caen por su propio peso.  El arte de decidir consiste en estar lo suficientemente conectados con la Verdad y dejar de identificarnos con lo falso.  En discernir cuándo algo alimenta más bien la ilusión del otro en vez de ayudarlo a despertar.

El caso típico es cuando sentimos que alguien allá afuera es indispensable para nuestra existencia.  Nadie en esta vida es indispensable.  Si creemos que alguien tiene el poder de hacernos felices o infelices,  ya estamos perdiendo.  Nuestra felicidad depende sólo y únicamente de nosotros mismos,  de nuestra conexión con esa fuerza impalpable y tan viva que nos respira y nos hace conscientes.  Realizar esto es el primer paso para comprender que nuestra felicidad depende sólo y únicamente de nosotros.   No podemos sostener a nada ni a nadie si primero no estamos completos y realizados por dentro.

Theo reflexiona sobre su primer muñeco y sabe que no es el suyo.   Termina con un lobo elegante de color negro,  vestido con un chaleco de colores vivos y  cadenas tipo rock star.  Lo ve y veo como se le iluminan sus ojitos.  No hay ninguna duda:  ese es.  No lo había visto antes y por eso no pudo escogerlo.  Pero ahora su decisión es contundente:  sale del puesto con una sonrisa y agradecimiento pleno a sus cinco años.  Lo veo y sé que fue la decisión correcta.

Me voy del mercado sintiéndome un poco así.   Por mucho tiempo intenté agradar a mucha gente,  aparentar algo que no era en el fondo.  Sentía que tenía que cumplir tantas expectativas ajenas y hoy sé que no soy responsable de lo que nadie más piensa.  Sé que tengo que seguir mi camino con honestidad y escoger con sabiduría el próximo paso.   La Vida se encarga de traerme hasta mi casa lo que cree que es bueno para mí:   no tengo que salir a buscarlo a ningún lado.  Y hace muchos años que me sucede así y confío en que si la Vida me lo trajo,  es porque  yo estaba lista para recibirlo y amarlo.  Tengo que tenerme mucha paciencia porque a veces los patrones viejos intentan sabotear la jugada...pero estoy aprendiendo a observarlos con compasión.

Igual que Theo con su lobito,  apuesto a esa asertividad que implica hacernos dueños de nuestro destino.

Sin pedirle permiso a nadie:  siendo honestos y muy directos en nuestras decisiones.  
Y siempre buscando estar en paz con Dios y nuestro corazón.

Teniendo el coraje y la valentía de ser consecuentes.

La duda carcome y desgasta en ese fluctuar que sólo acrecienta la confusión.  El poder de un no a tiempo es innegable:  aunque se sienta como veneno al principio,  a la larga vendrá la miel.  En este momento de mi vida doy mis sí con fuerza y mis no con determinación y recibo con los brazos abiertos todos los regalos fragantes que llegan a mi regazo.  Con el convencimiento de que todo lo que llega tenía que llegar.

Lista para disfrutarlo a fondo y sin remordimientos.


miércoles, 1 de julio de 2015

Enamorada

Amanezco hoy a una mañana brillante.  Los pájaros me despiertan y el viento me susurra con suavidad.  Abro mis ojos y me siento nueva en todos los sentidos que un ser humano puede renovarse.

Una nueva vida:  un nuevo corazón.  Siento la magia del Amor en mi vida y me doy cuenta que es algo que he estado deseando por muchos años y que hoy mágicamente tiñe mis días.

Enamorarse del Amor es la única respuesta.  

Mi pregunta vital fue desde hace muchos años:  y adónde está el Amor?  Adónde en este mundo de mentiras,  máscaras,  confusión,  dudas e hipocresías.  Tengo que confesar que perdí la fe muchas veces:  me cuestioné si realmente existía,  si no era más bien una quimera de mi propia imaginación.

Pero sé con seguridad que el Amor es mi esencia y la tuya también.  La nuestra inevitablemente.  Es el material de que estamos hechos y tiñe nuestra percepción de todo lo que existe:    la luna hoy parecía más brillante,  los celajes del atardecer más celestes y naranjas.  Las risas de mis niños más alegres:  mi cuerpo anhela la práctica de mañana con ansias.  También la visita de mis compañeros de viaje:  todos los que se levantan mañana muy temprano para venir a rendir sus respetos al Maestro.  Ese maestro mío que cumpliría este mes cien años.  Esa alma poderosa que sigue cambiándonos la vida a muchos desde donde quiera que esté.

La vida simple se vuelve extraordinaria.  Esa misma vida que en algún momento sentí pesada e incómoda.  Hoy pasé la tarde con mi ex y mis niños en un campo de fútbol.  Hablamos con cariño,  discutimos sobre su bienestar,  compartimos eventos de nuestras vidas,  decidimos no darle más espacio al drama.  Ese drama que por tantos años nos desgastó y acorraló.  El mismo que mucha gente alimenta diariamente en vez de admirar los colores del cielo y disfrutar la mirada de la gente importante en sus vidas.   El mismo que separa,  aniquila amores,  constriñe relaciones,  limita futuros y rompe horizontes.  Ese drama pesado,  hiriente y desencajado. Porque no tiene espacio en un corazón humano conectado.

Enamorarse de la vida implica ser total y absolutamente honestos con nosotros mismos por un instante.  Implica vernos con crudeza nuestros puntos ciegos en vez de seguir defendiendo posiciones que no nos llevan a nada.  Creernos que siempre tenemos la razón.  Qué cansado.  Dejar de vivir en negación.  Dejar de aferrarnos al cuello de otros seres.  Encontrar nuestro destino que es,  por simple definición,  libre y sólo nuestro. Dejar de pensar que la solución a nuestra desazón es otra persona.  La otra persona necesita la libertad de moverse como necesita,  aunque eso implique decidir sacarnos de su vida.  Y el amor verdadero consiste en aceptar esta decisión con  madurez y solidaridad porque sabemos que somos lo suficientemente fuertes para hacer lo mismo si es necesario.

Honestidad cruda que nos lleva a construir vidas reales y no vividas en función de otra gente.

Tantos años pasé autocompadeciéndome y victimizándose y hoy puedo sentir la diferencia.  Culpe a mis ex de mis cuitas vitales en vez de ser lo suficientemente mujer para asumir mis propios errores. Hasta que supe ir hacia adentro todo fue un zafarrancho de ataques y venganzas hacia el otro.   Hasta que encontré el origen de mi propio dolor pude empezar a sanarlo.  No es fácil.  Se siente como una noche oscura que nunca amanece.  Pero sólo ahí encontraremos la verdad sobre quién somos.  Sólo ahí podremos empezar a dar pasos firmes hacia un destino que es solamente nuestro.

Esta entrada la dedico a todas las mujeres,  madres,  hijas,  hermanas y también hombres,  padres, hijos y hermanos.   Todas las que hemos pasado procesos de separación en dónde hemos dejado la piel íntegra,  donde nos hemos desintegrado hasta la médula y sentido la muerte en vida.  Estoy aquí escribiendo como si nunca me hubiera pasado,  sintiéndome liviana y agradecida.  Sé que llegué de allá a aquí por la gracia de mis maestros.  Mi ego es demasiado testarudo para hacerlo sola.  Seguiría pegada en el fango atacando a otra gente y sufriendo innecesariamente.  Mis niños hechos un picadillo en medio de la batalla sin sentido de los egos.

Todos los seres humanos tenemos la capacidad de sanarnos y en el proceso,  de sanar a todos aquellos que nos rodean.  Estoy aquí para decir con mucha humildad y gratitud que es posible.  Sé que mi vida está tomando un rumbo dulce y verdadero,  donde puedo honrar y respetar a aquellos que he amado y compartir con los que son importantes y valiosos.  Sé también que ya aquellos con quién no comparto son aprendizajes en vez de errores.  También sé que estar enamorada implica ver a Dios en todo,  no sólo en mi pareja.    Y que el sufrimiento futuro puedo evitarlo manteniendo mi enfoque en la Fuente.

Puedo decir que ahora sé adónde están las prioridades,  cuáles son los apegos inteligentes y cuál mi propósito en esta vida.

Preguntas que ya por el simple hecho de estar aquí ya encuentran poco a poco su respuesta.