viernes, 2 de enero de 2015

Los estudiantes somos la biografía de nuestro maestro

Hoy toca clase guiada y la levantada es mortal.

Me acosté desde las 8 am y no paré de dar vueltas en la cama.  No tenía una pizca de sueño.  Entro y salgo de pesadillas.  Sueño que uno de mis bebés se está ahogando y un querido amigo de años,  Mark,  maestro certificado y uno de los seres más dulces y amables que conozco,  lo salvaba.  Me despierto con esperanza.

El shala está a oscuras y afuera ya hay varios estudiantes.  Son las 3:30 am.  Llego y me siento.  Todos en silencio,  algunos meditan,  otros dormitan.  Mysore está silencioso a esa hora.  Faltan todavía cuarenta y cinco minutos para que Prakash abra el portón.  Me pongo a pensar un rato y termino leyendo mi tomo recientemente adquirido en México de las obras de Octavio Paz,  un tesoro que busqué por muchos años.

Ayer recibí algunos ataques por medio de este blog.  No niego que mi primer impulso y el consejo de mis amigos que me leen fue bloquear de inmediato a esta persona.  Sospecho quién es.  Dicen que uno encuentra al maestro que merece y que uno es la biografía de su maestro.  Hoy se despejaron los nublados del día porque ya me estoy dando cuenta de por donde va la cosa.

Gracias a Dios ya hace varios años que mi querido Sharath me dio la receta para dejar de envenenarme el hígado.  Me dijo simple y llanamente:  "Ignore them".  Cuesta mucho humanamente no verse afectado por comentarios llenos de ira y juicio.  Creo que todos hemos estado en posiciones donde se nos juzga injustamente y también hemos juzgado sin saber a otros.  Pero hoy, mientras leía a Octavio Paz y sus vislumbres de la India mientras esperaba,  leí una frase que me tocó el corazón. Una frase de nada más y nada menos que Santo Tomás de Aquino:

"Matar es un pecado,  pero hay guerras justas."

El contexto de la frase llega en un comentario sobre el Bhagavad Gita,  el libro más sagrado del Hinduísmo y fuente de conocimiento para nuestra ciencia del Yoga.

Antes de empezar la batalla,  Arjuna el guerrero vacila,  corroído por remordimientos anticipados:  su dharma de príncipe guerrero lo lleva a combatir y además,  su causa es justa.  Pero los enemigos a que se enfrenta son de su sangre:   sus primos y maestros.  Matarlos sería un crimen inexpiable en contra de las leyes de su casta.  Krishna lo disuade con palabras estremecedoras.  "Lloras por aquellos que no debes llorar.  El sabio no llora ni por los vivos ni por los muertos."

Krishna exhorta al héroe a cumplir su deber de guerrero,  aunque cause innumerables dolores y muertes,  a condición de que la acción sea cometida y realizada de modo desinteresado.  La doctrina de Krishna es sublime y profunda.  A mí me conmueve hasta la médula.

No es fácil cerrar los ojos ante las consecuencias de la inconsciencia.  Tantos seres que caminan por el mundo dejando un rastro de odio, confusión y dolor,  algunos inclusos amparados por enseñanzas espirituales.  La dualidad es un plano caótico y vivimos una era de oscuridad donde la verdad se confunde con la mentira y los lobos se visten de ovejas.

Así que mi maestro dice,  con la sonrisa y la humildad que lo caracteriza:  "sólo ignóralos"....

Y me dispongo a darle con ganas a mi tecla preferida en los últimos tiempos,  tecla que me libra instantáneamente de energías perdidas cuyos maestros deliran en un bardo desconocido por los maestros verdaderos,  maestros que gracias a Dios existen.

La tecla se llama "DELETE."

1 comentario:

  1. Yo hace meses leo su blog y esa fue una de las razones que me inspiró a unirme al Estudio. Y le agradezco de corazón porque ahora de verdad me comienzo a dar cuenta que el maestro aparece cuando uno está listo y es un regalo de la vida tener a una gran maestra tan cerca!. Así que muchas gracias y mucha luz desde CR, espero que esos mensajes no la desanimen y mas bien reciba toda la energía positiva!

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.