sábado, 15 de octubre de 2016

Super Luna

Regreso a Costa Rica y paso tres días bastante maltrecha después del viaje.  El jet lag me despierta a horas impredecibles y tengo sueños muy gráficos y claros.

La muerte es el tema de nuestro viaje a Alemania.  Cómo dejar morir lo que ya no es y abrirnos a lo nuevo?  Muerte:  TOT en alemán.   Transición o terminación para mí.   Estoy aquí para transitar y caminar mi camino propio o sólo para esperar el final?  Las palabras de mi maestro Osho resuenan:  la vida es para vivirla al máximo.

La Luna llena definitivamente afecta mis ondas cerebrales.  La siento a pesar de que todavía no la he visto,  sólo en fotos.  Pero definitivamente el cambio energético sucede:  ayer solté un nudo que me tenía agarrada desde mis cuatro años en un grupo amoroso de constelaciones familiares.  La maestra una maestra en todo el sentido de la palabra:  poniendo su experiencia y sabiduría a disposición de todos para poder vernos con profundidad y compasión.

El mensaje claro:  RECONCILIATE.

Y con esta luna de Aries,  llena de entusiasmo y energía,  cierro heridas profundas que ya no alimentaré más.  Me atrevo a cambiar patrones mentales con acciones conscientes,  a ser más honesta con lo que siento y por quién lo siento,  a aceptar la incongruencia que se vuelve congruencia en este mundo de paradoja eterna y aprendo a fluir como la luna,  sin miedo a aparecer más grande o más pequeña, simplemente siendo sin tapujos ni restricciones.

El viaje a Alemania me abrió el corazón en todos los sentidos.  La contradicción de abrir el corazón a ese nivel en un clima tan frío nunca la hubiera anticipado.  Pero la calidez de nuestros anfitriones,  la valentía y amabilidad de los participantes- que incluían a un par de afganos de corazón grande y miradas intensas,  fue mucho más de lo que jamás pude imaginar.  Visitamos su campo de refugiados, conocimos a sus niños.  A pesar de la barrera de la lengua,  supimos lo que significa estar agradecido por estar vivos,  simplemente por ser.  En medio del dolor de la separación de su país natal,  estos hermosos yogis no fallaron a sus prácticas,  lo  dieron todo.  Pedalearon en medio del frío inclemente y llegaron a tiempo. Fue muy conmovedor cuando el último día uno de ellos se me acercó y me dijo que era la primera vez en su vida que bailaba con mujeres...sus ojos llenos de gratitud y sorpresa.

Hoy aquí en mi hogar,  terminando de empacar,  decantando Deuschland y con la luna palpitándome en mi corazón, recibo la visita de cinco amigos,  guerreros todos.

Cada uno con sus cualidades únicas,  cada uno un alma gemela.  El primero llena mi casa con acordes e intervalos mientras cuida,  limpia y chinea mi querido piano.  La ceniza ha sido implacable y mientras lo aspira me explica sobre un piano Steinway de media cola,  sueño de mi vida.  Me habla de Viena y de Hamburgo y sueño con poner mis dedos sobre las teclas de estos finos animales salvajes que amo desde que tenía 7 años.

El siguiente me exige,  me pone a sudar.  Me entrena con cariño y dolor y me muestra mis puntos ciegos con certeza.  Nadie enriquece más que el ojo avisor de un maestro y termino agotada pero feliz,  con el corazón palpitando y la respiración agitada.

El tercero llega de casualidad y apuntala los tapices indios en las paredes de la sala,  flojos por las continuas escaladas de mi gatita amada.  Cuida mi casa y sus detalles desde hace años:  ha restaurado muebles que venían de India en muy malas condiciones y se ofrece amorosamente a hacer lo mismo por el famoso piano que sueño en este momento.

El cuarto llega después de muchos días de no verlo.  Alguien que aprecio mucho porque quiere mucho a mis niños y ellos a él. Me cuenta de sus planes próximos de casarse,  lo cual me llena de alegría.  Un soltero empedernido atravesado por el amor:  qué cuadro más conmovedor.

Y el último llegará en cualquier momento. Viaja en estos momentos con la compañía de la luna por las hermosas tierras de mi país.  Su compañía me fortalece y arraiga y su sensibilidad es  siempre guía certero cuando tengo momentos de duda existencialista  o temas de vida complejos frente a mis narices.

La luna me llena de amigos-maestros-almas gemelas-espejos de mí misma en cuerpos masculinos.

Me dijeron en algún momento que en todas mis vidas pasadas fui hombre y que esta era mi primera encarnación como mujer.  Agradecidísima de haber procreado y de la sensibilidad natural que nos acompaña como dadoras de vida,  aprecio en los hombres un punto de referencia sabio de la polaridad. Con los años he aprendido a identificar con certeza cómo su energía refleja partes escondidas de mi alma,  al igual que lo hacen mis mujeres,  todas ellas ricas estampas que adornan los vértices de mi vida.

Y en esta Super Luna,  todo magnificado por la potencia de este satélite iluminado hoy 14 veces más grande de lo normal,  decido sobre cambios inminentes,  posibilidades infinitas,  adioses a heridas emocionales,  oportunidades y sueños.  Siento el impulso de actuar sin premura y de dejarme llevar por las corrientes internas de mi espíritu.  Siento un llamado,  como un eco,  como un mantra...siento esta luna que ilumina todo el mundo y su luz brillante acariciando a muchos que conozco fuera de las fronteras de mi país y específicamente a tres seres que amo,  frutos de mi vientre y que se encuentran lejos de mi en este momento.

Cada uno de ellos un espejo de mi alma también.

Agradezco esta Luna que cubre el planeta y que por un par de días me conecta con esa parte salvaje dentro de mí que ya tiene una voz,  que estuvo tantos años amordazada, que ya no desea controlar nada,  simplemente entregarse a los muchos regalos que esta vida ofrece en abundancia.

Luna sabia y llena,  como deseo que sea mi vida a partir de este momento.  Hoy se cierra un círculo en mi vida y es gigante y lleno de luz como la reina que adorna esta noche.




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