domingo, 27 de mayo de 2012

Consuela y el agujero

Anoche fui al teatro...

Terminé en la obra perfecta para este momento existencial.

La obra habla de entrar y salir...

Habla de nosotras las mujeres en ese eterno devenir entre quiénes somos y quiénes "tenemosqueser."  La permanente contradicción,  ya casi intrínseca a nuestro género,  la dura imposición de las voces externas-lo familiar,  lo no dicho,  lo esperado de nosotras...y la perenne búsqueda de la identidad femenina en este marasmo.

La actriz me conmovió hasta llorar.  Su intensidad y dolor se palpa en cada minuto de la obra.  El ajetreo mental que trae vivir en este conflicto externo la hacía sudar y jadear. Pude verme a mí misma con absoluta crudeza,  por debajo de esa parte-también inducida- que me pide aparentar ser muy correcta y estar siempre bien.    Si existe una posibilidad de superar esta crisis de identidad que nos han transmitido nuestras madres con su leche y que hemos respirado en este mundo desde mucho antes de nacer,  la salida es sumamente desgarradora.  Siento, al igual que Vivian lo expresa en la obra,  que hay mil manos agarrándonos los pies en nuestro intento por volar.  Se siente como un precipicio...no te lances,  no te atrevas...aquí todo es seguro...allá afuera no hay nada...

Es un hecho que lo femenino,  en su suave receptividad y espaciosidad,  no tiene cabida en este mundo masculinizado.

Lo femenino es demasiado salvaje,  inesperado,  incoherente e inestable.

Está vivo,  palpita,  se mueve,  cambia...es impredecible y ahí radica su belleza.

No se ajusta a un plan,  ni a una estructura.  Necesita respirar y expandirse constantemente.  Cualquier situación,  relación o cárcel termina siendo inevitablemente guillotinada.  Nuestro deseo de vida es demasiado extenso.  Es la fuerza misma de la creación.  Ni nosotras mismas la podemos contener. La contenemos 9 meses y surge de nuestros cuerpos como bocanada de fuego y agua inexorable,  imparable.  No tenemos más que entregarnos...y el cuerpo no tiene más remedio que abrirse a su máxima posibilidad.

Quisiera pensar que esta apertura interna que gozamos las mujeres a través de la maternidad y el parto tiene en sí misma la semilla para abrirnos también la mente.  Sin embargo,  veo los índices más recientes de cesáreas en hospitales privados en Costa Rica,   es un dato que da tristeza: más del 90% son cesáreas programadas.  Nos estamos olvidando que somos canales.   Estamos rindiendo de nuevo nuestra fuerza a loa masculino,  a lo programado, a lo exacto.  Estamos sucumbiendo al miedo,  nos estamos olvidando quiénes somos.

Aunque todavía no tengamos hijos físicos,  ese torrente de vitalidad palpita en nuestras venas desde que se juntan el óvulo y el espermatozoide.  Llevamos en nuestras células el ejemplo de mujeres tan fuertes que se levantan en la madrugada ya a punto de parir.  Sin despertar a nadie en la casa,  se van caminando fuera de la aldea y tienen su bebé solas junto al río.  Lo reciben en medio de las olas del parto,  lo limpian,  cortan el ombligo,  se lo echan al hombro y regresan caminando a su casa.  Su orgullo es total. Son reverenciadas como si vinieran llegando de la guerra y con toda razón.  Son heroínas.

Consuela se debate entre el olvido de su esencia ante el ruido externo y la necesidad imperiosa de encontrar su verdadera identidad.  La utilería de esta obra es fenomenal:  el escusado alumbra,  es en ese momento más íntimo de estar sola consigo misma en el baño,  que le llegan todas las revelaciones.

 Muerte o sumisión?  Conformidad o rebeldía?  el personaje de Consuela duele en el alma,  igual que nos duele a todas olvidar que estos cuerpos de mujeres tienen una energía única en esta tierra:  cuerpos rebosantes de músculos y tetas,  vientres y sudores.  No en vano encarnamos como mujeres.  Nuestra esencia es inseparable de esta realidad corporal.

Consuela se niega a regresar al agujero de donde viene.  Su familia la critica,  la tacha de loca.  Creo que la palabra loca es la única que tiene el establecimiento masculino para aplacar esta energía imparable que yace en nuestros espíritus femeninos.  Es una energía tan fuerte y produce tanto miedo cuando sale,  que invalidarla es lo único que impide que se los trague y se los coma.  Conste que este no es un discurso feminista.  La obra es muy clara en que somos nosotras las que no sabemos decir que no.  Somos nosotras las que nos hemos hecho la vista gorda ante el agujero-  ese deseo, ese vacío,  ese anhelo-que nos traga, extravía y no perdona.

Algunas de nosotras nacimos conscientes de que este lugar interno, pero esos territorios estaban socialmente vedados a nuestra exploración.  Desde pequeña,  siempre supe que estaría sola en mi aventura. Mi abuela y mi madre,  demasiado ceñidas a sus papeles externos,  no tenían nada que ofrecerme,  igual que mis tías y mis primas.  Mis amigas y colegas,  educadas para estar más bien lejos del hueco,   llenaron todo con actividades masculinas.

Me sentía sola. No tenía nadie con quien jugar.  Nunca me gustó jugar  de muñecas ni cocinita.  Pasaba subida en los árboles del patio de mi casa,  con las rodillas cholladas de las andadas en bici y las carreras en los charcos.  Nunca sentí que tuviera conexión con mis ancestros mujeres.  Las veía con lástima en sus papeles repetitivos sin alma,  resignadas a vivir una vida para otros.  Solas y frustradas. Sus cuerpos hablaban de abuso,  de soledad y frigidez.  Nunca las admiré. Me inspiraban tristeza.

Ahora,  comprendo que este discurso simplemente no se manejaba en sus tiempos.  La represión era tal que sus vitalidades se marchitaron y murieron profundamente solas con sus preguntas sin respuestas.  La verdad de sus ciclos emocionales tapados por décadas terminó enfermándolas de todo lo femenino no contenido: cáncer de útero a los 33 años,  histerectomías masivas y violentas mastectomías en edades muy tempranas.   El cuerpo gritaba,  nadie lo escuchaba.  Y luego, vinieron todas las cirugías plásticas reconstructivas,  en un vano intento de recuperar algo irrecuperable porque ya hacía mucho estaba perdido.

Quiero pensar que atreverme a romper con ese legado es posible.  Mi hija me inspira  a otro camino lleno de posibilidades.  Quiero soñar que soy un enlace en la cadena que rompe esta cadena. Y que todas las Consuelas que me encuentre,  dignas de atreverse a preguntar y dispuestas a que les sucedan "cosas"-en vez de ver vivir a otra gente,  principalmente los hombres a su alrededor- son capaces de salirse del agujero.

Quiero creer que podemos salir de ese cuadrito que tan bien se mostraba en la escenografía de anoche:  un panel central con dos ventanas,  una mesa,  una percha para la ropa y un inodoro.   Es esta la realidad desolada que viven muchas mujeres,  todos los días.

 No es posible pensar que podemos salir si no salimos todas.

Las revelaciones van llegando una a una,  ambivalentes,  casi metafísicas.  Honrar estos cuerpos de mujer y su espacio interno requiere agallas.  El atrevernos a imaginar algo diferente nos trae el riesgo de extraviarnos.  Nuestro mundo interno necesita topar el externo no desde un lugar de reproche y rencor,  sino desde una suave espaciosidad que todo lo contenga.   La savia de nuestra presencia y ausencia a la vez,  ese personaje de Consuela que nos consuela,  merece un lugarcito en nuestras vidas.

Sin ese lugar,  estamos irremediablemente perdidas.  Sin él,  somos un retrato mal copiado y desfigurado de todas las mujeres antes que nosotras.  Sin él,  estamos condenadas al agujero y sus voces distorsionadas.



No más agujero.  Ni un ratito más...

Gracias,  Vivian!


"Voy a empezar todo de nuevo...
pero al revés."






miércoles, 23 de mayo de 2012

El éxtasis de soltar

Hoy sucedió algo casi milagroso.

A veces nos pasa que tenemos algo entre manos y nos llenan las dudas y la incertidumbre.  Fluctuamos en nuestros sentimientos,  nos sentimos confundidos y reacios a tomar una decisión.  Buscamos apoyo en otra gente,  no dormimos,  dejamos de comer...

Hasta que llega el día glorioso que por gracia de Dios nos damos cuenta que la única salida es soltar.  No soltamos el anhelo de verdad y realidad,  sino que soltamos cualquier miedo interno a equivocarnos.   Poner todo en manos del de Arriba es la única garantía de que todo va a salir bien.  Nosotros,  con nuestra perpectiva pequeñita,  sólo podemos ver partes del todo.   El que todo lo sabe nos indica el camino y tal vez,  nos de el regalo de desamarrarnos por dentro...

Los nudos internos a veces son viejos y están llenos de  polvo y moho.  Han estado ahí por mucho tiempo,  irradiando su energía aunque pensemos que ya no existen.  Lo noto porque cuando hay un nudo de estos dentro mío,  la interacción con el otro no es limpia.  Está teñida por el rencor,  los reclamos y los juicios.  Cuando no hay nudos,  siento un espacio que puede llenarse libremente con lo que desee:  amor,  amistad,  presencia,  compañía.  Es una página en blanco para poder experimentar mis sentimientos limpiamente,  sin ruido de por medio.

Este estado de letting go es tan difícil de lograr conscientemente.  Uno trata,  se da cuenta que es difícil.  Pero cuando sucede,  sucede.  Es como un clonk interno,  una sensación de certeza y serenidad a la vez.  Es como si la niebla se disipara y se mostrara el sol o la luna en todo su esplendor.  Qué magia no tener que pretender nada y sólo observar lo que hay.  Es como un renacimiento,  un revivir.

He leído mucho sobre experiencias de este tipo y creo que la que mejor describe la mía propia es la de uno de mis maestros.  Durante mucho tiempo,  este hombre se dedicó a sufrir y llorar.  El renacimiento llegó a él después de una noche de mucho dolor emocional y soledad profunda.  Fue precisamente la noche en que decidió que iba a terminar con su vida para no sentir más dolor.  En ese momento,  le llegó la Luz.  Este maestro es Eckart Tolle,  uno de los maestros más sinceros y low profile que conozco y admiro.  Su ejemplo me inspira a no claudicar en los momentos de oscuridad y a ver el mejor lado de las cosas.

Pero llega el día...y hoy es ese día...en que el sufrimiento cae como un piedra y se hunde.  Y queda una profunda sensación de paz interna.  Como si de pronto me levantaran todo el peso de encima.  Hay  Algo más allá que así lo decidió. No creo que mi comportamiento en las últimas semanas haya contribuido a esto.  Al revés.  Es un toque de Gracia.   Es el éxtasis de soltar.

Sólo en ese estado podría yo considerarme capaz de semejante proeza.  Todo lo que he conocido en las últimas semanas ha sido aferrarme.  Cierro los ojos y observo como un espacio interno nuevo aparece.  Qué hermoso es!  no hay nada,  sólo espacio.

Y en él deseo manifestar los deseos más íntimos y silenciosos de mi alma:  la voz que me llama de regreso al Hogar.  Quiero llenarlo de sentimientos nobles por mí misma y por los demás..con amor y devocion.

Quiero creer que este es un inicio en vez de un final.

martes, 22 de mayo de 2012

Duelo

Elaborar duelos no es fácil.

Ayer me dí cuenta de tantos duelos no elaborados en mi vida.  Mi primer matrimonio,  la muerte de mi abuelita amada,  mi adiós a las leyes,  mi despedida de Hernán....la ausencia física de gente que amo- mi hermana que vive tan lejos.

Siento que llegó el momento de elaborarlos todos juntos,  aunque parezca brutal.

Sé que el momento es hoy, aquí y ahora.  Hoy que hablaba con alguien que me conoce muy bien me decía que sentía que todo se estaba desmoronando a su alrededor.  Totalmente de acuerdo.   Siento el impulso de correr a sostener la debacle...de recoger los pedacitos y tratar de pegarlos con la goma de la esperanza.  Pero me doy cuenta de que la esperanza sólo alimenta la angustia y que el mejor paso es entregar todo al de Arriba.

Muchos de nosotros estamos experimentando el dolor de relaciones que se terminan,  casas que se cierran,  sueños que se desvanecen....este año ha sido inmisericorde en mostrarnos lo falso.    Se respira un aire de impermanencia y desafío al status quo...es un momento de suma fragilidad y a la vez,  crudeza existencial.

Yo oscilo en un mar de dudas diariamente.  Repaso en mi mente todos los instantes en que cometí alguna equivocación.  Me devuelvo al momento y trato de repasarlo en mi mente y de alguna forma imaginar un desenlace diferente.  Pero estoy llorando sobre la leche derramada:  ahora sólo puedo recibir las consecuencias de mis acciones y omisiones.

Esto de conscientizar que las consecuencias son inevitables me hace recordar el primer acuerdo:  sé impecable con tu palabra.   Las palabras una vez que salen no tornan  y pueden tener efectos devastadores.

A la vez,  el segundo acuerdo consiste en no tomarse nada personalmente.  El tercero en no asumir nada.

Y por último, el cuarto es hacer lo mejor que podamos en cada situación.

Reviso los acuerdos y me doy cuenta de que los he cumplido fielmente  en las últimas 6 semanas.  Y sin embargo, el panorama es sombrío y amenazante.  Respiro en la profundidad de este duelo sin saber adónde me lleva.  Pero al igual que el cuerpo se disuelve en la tierra a nuestra muerte y el espíritu vuela hacia Dios inmortal,    sé que mi Ser trasciende cualquier de estos roles inventados de ser madre,  esposa,  maestra  y mujer.

Esta mujer destrozada por dentro se duerme abrazando su almohada en estado de duelo.  Duelo perenne que me negué a sentir antes de hoy por miedo a su vastedad.  Llegó el momento y estoy tranquila.  Las voces susurran a lo lejos amenazas en palabras...amenazas que nunca se materializan por no tener bases firmes.  Mi base se tambalea, pero no cae.

El Espíritu me sostiene.

Yo sé que siempre me sostiene.

domingo, 20 de mayo de 2012

Guerreros de la Luz, Caribe de mi corazón

Transcurre el día en Puerto Viejo.

El ritmo cadencial y calmado de este Caribe me sana por dentro.

Anoche,  durmiendo entre chicharras y sonidos de la jungla en una casa abierta a la selva,  pude empezar a decantar  este último mes de cambios y emociones intensas.

Encontré en la casa donde estoy un libro del Manual del Guerrero de la Luz de Pablo Coelho.  Aunque Coelho me parecía en su momento un autor comercial,  no obstante ayer sus palabras me llegaron bien adentro.

Los guerreros de la Luz no somos aquellos que no nos equivocamos.  Somos aquellos que a pesar de  hundirmos hasta el fondo,  intentamos sacar la cabeza con todas nuestras fuerzas.  A veces simplemente hay que aceptar la derrota,  pero aprendemos de ella y seguimos adelante con el aprendizaje.  Estamos dispuestos a ser crudamente honestos con nosotros mismos y dar pasos pequeños pero firmes.

Los guerreros de la Luz intentamos todo cuando amamos.  El amor es el sentido de todo.  No hay amor imposible.  No nos dejamos intimidar por el silencio,  la indiferencia o el rechazo.  Sabemos que detrás de las máscaras de hielos existen corazones cálidos.

Por esos corazones arriesgamos todo.  Es duro escuchar muchas veces la palabra "no" y comprender que no todos están listos para el salto cuántico.   Pero esto no nos asusta porque sabemos que sin amor la vida no significa nada.

Esparcimos nuestra intención a pesar de las voces que gritan "estás loco",  "grow up",  "get real".  Sabemos que nuestra visión es compartida por muchos otros y que en este momento de cambio energético global,  el anhelo de muchos está surgiendo a la superficie.



Mientras escribo,  escucho a un guerrero negro de luz,  el bartender, cantando "Lulu Lula,  everybody laughing...Lulu La.." 

El dueño del lugar también se une al canto del negro.  


De pronto,  otro pasa por la calle y simplemente se une al canto compartido...es como si de pronto tres ángeles negros decidieron darme una serenata.  Soy la única sentada en este café a estas horas de la mañana...me maravillo ante lo impredeciblemente hermoso de la vida. 



Este momento se muestra lleno de posibilidades nuevas.  Barajo mis decisiones sintiendo la abundancia de este lugar interno,  más libre de expectativas que hace dos meses.  Mi mente se ha sacudido con la fuerza de un mazo,  dando paso a nuevas perspectivas.  Contemplo mi plato y mis piezas:  cuál de ellas puedo escoger que traigan más amor y más consciencia?  cómo hilo un collar de conchas y caracolitos de puro mar,  sin la contaminación de energías externas poco claras?

Una vez tuve un collar,  el más hermoso que he tenido.  Venía del centro del mar,  sus colores rosados y blancos emanaban  olor a sal,  brisa suave y cálida de la costa en la espiralidad de sus caracoles.  Comprendo ahora que las espirales unidas por un hilo invisible son la espiral de la vida y sus curvas pronunciadas.  Las siento,  las amo...como amo las cuentas de cada uno de mis  días en este mundo.

Hay vidas monótonas,  seguras,  predecibles.  Otros aspiramos a vidas más reales,  menos controladas...será más caóticas?  No por ello más fáciles o sencillas.  Tal vez,  simplemente vidas sin maquillaje.

 Cada guerrero con su espada.  Cada ser con su vida.  Todos con una espada,  a veces bien guardada,  a veces desenvainada. Sólo se usa la espada en caso imprescindible,  siempre buscamos una conversación con el otro,  hombro a hombro,  escuchándonos,  sintiéndonos.  Ese es el momento del encuentro.  Si sucede,  qué hermoso...sino,  está bien.  Habrán otros encuentros,  otros horizontes plenos de posibilidades.

Mi encuentro con mi centro a orillas de este Caribe que amo...
qué más puedo pedir?

jueves, 17 de mayo de 2012

Cadena de Luz

"¿Sabías que un águila sabe cuando una tormenta se acerca mucho antes de que empiece?
El águila volará a un sitio alto para esperar los vientos que vendrán. Cuando llega la tormenta, Extiende sus alas para que el viento las agarre y le lleve por encima de la tormenta. Mientras que la tormenta esté destrozando abajo, el águila vuela por encima de ella.
El águila no se escapa de la tormenta. Simplemente usa la tormenta para levantarse más alto. Se levanta por los vientos que trae la tormenta.
Cuando las tormentas de vida nos vienen - Y todos nosotros vamos a pasar por ello, Podemos levantarnos por encima poniendo nuestras mentes y nuestra fe en Dios.
Las tormentas no tiene que pasar sobre nosotros. Podemos dejar que el poder de Dios nos levante por encima de ellas. Dios nos permite ir con el viento de la tormenta que trae enfermedad, tragedia, y demás cosas en nuestras vidas. Podemos volar sobre la tormenta.
Recuerda, no son los pesos de la vida que nos lleva hacia abajo, sino el cómo los manejamos".



Hoy recibí este mensaje de un querido estudiante de años que me conoce bastante bien.


Durante este último mes,  me he dado cuenta que muchos no saben quién soy en verdad.  Han proyectado en mí durante años sus propios deseos,  carencias y sueños.  


No se han atrevido todavía a soñar por sí mismos.  


Esto me duele,  me entristece.   Creo que la labor de cualquier maestro consiste en ver en su estudiante lo mejor de ellos mismos,  aunque ellos mismos todavía no lo vean.  Tal vez fallé y no pude inspirarlos lo suficiente. Tal vez su momento todavía no ha llegado.


En los años que he estado en este camino del Yoga, he aprendido los peligros de la cultura de la mediocridad. Lo sé por contraste porque  he tenido el honor y privilegio de conocer seres fuera de este mundo-mis maestros.  Estos seres se han transformado con la práctica del Yoga de seres humanos comunes y corrientes-  trabados en rutinas,  miedos y expectativas sociales- a seres llenos de luz que usan esa luz para animar a otros a encontrarla adentro.


Estos seres sobrenaturales-  estas águilas-  son mi inspiración esta noche.


Cómo los describo?


Pienso en ellos y me indican con su ejemplo el camino por dónde anhelo transitar.


Benjy me enseñó la alegría de estar ahí para otros en sus triunfos y sentirlos como si fueran propios.  En vez de envidiarlos, de sentir celos y sentirnos menos,  me enseñó que todos podemos brillar y que si alguien brilla,  es para recordarnos que todos llevamos esa luz por dentro.


John me enseñó que la imagen de maestro puede usarse en contra del maestro mismo.  Que los juicios de la gente a veces son más poderosos que la realidad misma.  Que la oscuridad puede inmiscuirse en la vida y en el yoga en cualquier momento y que la Luz es la única salida.


Richard enseña con su estampa y buen humor.  Su refinamiento viene de que cada una de sus células respira con estabilidad y armonía.  Su forma de caminar,  de hablar,  de mover las manos. Las palabras que salen de su boca.  Nunca me imaginaría a este maestro hablando mal de alguien.  Esta muy por encima de cualquier  tormenta,  es un águila de alas abiertas.


Tim y su corazón abierto ha tocado muchas veces el mío. Ya rondando los 65 años,  lo veo sostener las clases con la devoción y cariño por Guruji de siempre,  a pesar de los años.  Su shala será para mí siempre el portal de entrada a este mundo maravilloso del Ashtanga Yoga.  El está en mi corazón para siempre.


Dena es la mujer más exquisita y elegante que he conocido.  Además,  es una mujer real,  serena y enfocada.  Su relación con su esposo es una de profunda unión,  a pesar de que ella es la maestra y él el ayudante.  Jack es la manifestación física del servicio desinteresado y el apoyo a su mujer,  sin importar quién lleve la batuta de la clase.   Pude ver en otros maestros celos porque sus parejas tenían más fama o prestigio que ellos en el mundo del Ashtanga.   En cambio,  Dena y Jack  nos recuerdan que todos tenemos nuestros talentos y que nadie es más ni menos,  sólo somos diferentes.


Joanne Darby me enseñó de amabilidad al acogerme en Mysore en mis primeros viajes.  Ella fue una de las primeras mujeres en aventurarse a India,  tuvo sus hijos allá y practicó todos sus embarazos,  incluso Segunda y Tercera Series.
Abrió el camino para que muchas otras mujeres nos sintamos inspiradas a esta práctica intensa que trae todas nuestras limitaciones internas al tapete.


Matías me enseña con su presencia que un Yogi es ante todo un ser lleno de compasión por los demás.  Su capacidad de estar presente cuando practicamos,  de ofrecer su energía y dar sin esperar nada a cambio, su devoción por sus propios maestros y su profunda conexión interna son un regalo de Dios en mi vida,  en estos momentos semanalmente.  Hoy que practicamos juntos Tercera y mitad de la Cuarta Serie,  sentí que nos movíamos como dos caballos de fuego en la alfombra y en las posturas.  El fuego de la alquimia y la transformación. Me ha enseñado que las posturas ayudan,  pero que no son más que la entrada a un mundo profundo y accesible si tenemos la actitud correcta.


Sharath se levanta todos los días a la 1:30 am a practicar.  Cuando tengo pereza de abrir mi alfombra o me duele algo y me pongo excusas,  pienso en él e inmediatamente se me cae la justificación.  Honra la memoria de su maestro y abuelo con el trabajo diario,  con su intención que el Ashtanga Yoga cubra el planeta por completo.  


Guruji me enseñó que el Yoga es todo. Sin Yoga no hay vida.  Con su ejemplo de 65 años de enseñar continuamente de 4 am a 2 pm todos los días,  sé que tengo la fuerza por dentro para cumplir mi sueño de que el Ashtanga Yoga llegue a más gente.  No sólo en Costa Rica,  sino en el resto de Centro y Latinoamérica. 


Mis bebitos me enseñan cada día que la vida es nueva.  Con sus risas y llantos,  que el momento presente es el único que existe.  Con sus juegos,  que yo también puedo jugar y sentirme liviana. Me enseñan el amor profundo con sus sonrisas,   besos,  medias y zapatitos regados por toda la casa.   Que regalo, por Dios!


Mis hijos grandes me llenan y conmueven por dentro.  Cada uno de ellos es una flor de loto nacida entre el barro.  Me enseñan que cuando un alma está lista, no importa en qué circunstancias venga a esta vida...va a compartir su amor y su Luz.


Mis amigos,  mis verdaderos amigos,  me han enseñado que puedo ser yo misma por completo.  No tengo con ellos máscaras ni dobles intenciones.  Son seres que me ven hasta lo más profundo e igual me siento cómoda y relajada.  Me aman a pesar de mis flaws,  me escuchan y comprenden.  Quisiera pensar que puedo hacer lo mismo con ellos cuando lo necesiten.


Pienso en mis maestros que me inspiran a ser mejor persona.  Todos se han equivocado en algún momento de sus vidas. Todos somos humanos.  Sin embargo, han aprendido de sus errores y han tomado cada experiencia como una oportunidad para evolucionar.   No se han dejado amainar  por los vientos y las malas energias.  Han tenido fe en sus propios maestros.  


Y esta cadena de luz seguirá creciendo,  más allá de todos nosotros.



El Viaje

Este poema que hoy comparto me ha acompañado por muchos años.
Sin embargo,  hoy toma realidad en mi vida.

La traducción es libre.

El Viaje


Un día finalmente comprendes
lo que tienes que hacer y lo  haces.


Aunque las voces a tu alrededor
sigan gritando
sus malos consejos.


Aunque la casa se estremezca
y sientas que te agarran los tobillos:
"Endereza tu vida!"
grita cada voz.


Pero no te detienes.
Sabes lo que tienes que hacer.


Aunque el viento aúlle
con sus dedos rígidos
en la base misma


aunque su melancolía sea terrible.


Ya es lo suficientemente tarde
la noche es salvaje 
y el camino lleno de ramas caídas y piedras.


Pero poco a poco, 
vas dejando  las voces atrás


las estrellas comienzan a encenderse
a través de las cortinas de nubes


y hay una voz nueva
que poco a poco reconoces como la tuya.


que te acompaña
mientras caminas cada vez más profundo en el mundo.


determinada a hacer
lo único que puedes hacer-


determinada a salvar 
la única vida que puedes salvar.

Mary Oliver

lunes, 14 de mayo de 2012

Escuchando

El Yoga comienza escuchando.


Cuando escuchamos, damos espacio a lo que es.-
Richard Freeman

Estas dos frases del Mirror del Yoga hacen que mi mente haga fallo y se detenga.

Qué difícil es dar espacio a lo que es:  otras personas,  otros puntos de vista,  otras maneras de ver la vida!

Todos queremos imponer nuestra visión,  asegurarnos que nuestras ideas son las más valiosas y algunos,  hemos vivido escuchándonos incesantemente.  Cuáles son las posibilidades de relacionarnos si no escuchamos al otro?

El Yoga nos invita a regresar al momento presente.  Este momento presente me gusta.  Estoy en mi sala,  los pajaritos trinan y la lluvia ya casi llega.  Los bebitos están durmiendo y una paz angelical reina en la casa.  Gael está viendo tele,  yo aprovecho para trabajar un poco.  Me dan ganas de escribir.  Estoy aprendiendo a reconocer ese gusanito que me pica,  igual que el gusanito del mat...ya casi a diario.

Anoche leía una novela de Anaís Nin.  Siempre admiré a esta escritora tan vanguardista y rebelde.  Admiré su capacidad de sostener sus relaciones de una forma poco convencional,  de negarse a quedarse metida en un rol o papel.  Su vida fue muy intensa y su amor por Henry Miller profundo.  Esta relación removió la sociedad de los años 20 y nos dejó sendas obras literarias de estos dos grandes escritores.

Hace poco conocí a una Anaís Nin tica.  Esta señora,  que podríamos llamar de la alta sociedad costarricense,  cumplió por muchos años con su papel de ama de casa y madre ejemplar.  Estuvo casada muchísimos años con su esposo y fueron un matrimonio convencional.  Sin embargo, como todo se sabe y la verdad nunca tarde en alcanzar la superficie,  me dí cuenta por las casualidades de la vida que tuvo un amante por mucho tiempo.  No la juzgo para nada,  ya que su conducta vino de una sed incansable que todavía siento dentro de ella. Dentro de toda su estructura,  tuvo la valentía de dar un aire a su corazón apasionado.  En medio de toda la presión social por cumplir con los papeles a que ella misma se comprometió, encontró la fuerza de no morirse totalmente.  La admiro.   No todos tenemos esa intensidad.  De alguna manera, encontró la forma de no perderse.  No fue tal vez la forma aceptada socialmente,  pero fue su forma-  tal vez la única que conocía en ese momento- de no asfixiarse y morirse por dentro.

Estas mujeres me inspiran a vivir el Yoga escuchando mi corazón.  Muchas veces actuamos en base a lo que piensan y sienten los demás.  El Yoga es encontrar nuestra voz:  nuestra única y auténtica voz.  Todos llevamos adentro el peso de hábitos en comportamientos,  pensamientos y formas de interactuar con el mundo.  De pronto,  todo esto pesa demasiado.

Para Anaís Nin,  su realidad fue su arte, por encima de su relación tormentosa con Henry Miller.

Para la heroína de mi historia en San José, esta señora encopetada,  su realidad fue quedarse en un matrimonio pero encontrar una ventanita por donde respirar.  Sin juicios,  la veo como un pájaro enjaulado anhelando una libertad soñada pero imposible en su contexto social.  A pesar de eso,  mantiene su espíritu sediento de vida y no se echa para atrás en ningún momento.


Pienso y medito en cuál es mi realidad en este momento.

Siento todo tranquilo a mi alrededor y me doy cuenta de que es en este espacio de paz donde puedo ir a hacia adentro y descubrirlo.

Qué yace en el fondo de mi corazón?
Qué hay en el centro de mi Ser?
Quién soy en verdad?

Llego finalmente a este momento presente, el que tanto he evadido.  El que me asustaba de día y de noche.

Llego y me doy cuenta que es un momento de libertad.

No sé todavía bien quién soy,  pero sé que ya no soy esa cara que presentaba al mundo- feliz por fuera y  triste por dentro.

Sé que no soy quién pretendía creer en cosas  que realidad no creía y se enredaba en mecates ficticios por costumbre e inercia.

Nunca empecé mi práctica de yoga para ser feliz.  La empecé para ser real.  Puedo decir que estoy en un momento de absoluta honestidad-  conmigo misma y con los demás.  Puedo decir que  me siento perdida, sola y confundida.  Puedo aceptar que he distorsionado con mis ideas el mundo a mi alrededor.

Pero como sé que el Yoga es la fuente de todo,  comprendo que todo lo que anhelo está ya en camino.  No sé bien cómo se va a ver,  no tengo idea de quién estará a mi lado y qué haré con mis manos y mi corazón. Pero sé que estaré escuchando...

tal vez por primera vez en mi vida,  estaré escuchando.

domingo, 13 de mayo de 2012

Miguel Angel y el bloque de mármol

El trabajo que hago me llena todos los días de profunda satisfacción.  Yogis y yoginis hay muchos...más ahora que el Yoga está de "moda". Sin embargo,  yogis profundos muy pocos.  Gente realmente comprometida y dispuesta a ver... se cuentan con los dedos de las manos.

Toma años comenzar a hacerse las preguntas correctas.  Sin embargo,  como en todo, hay excepciones.  Los procesos de las almas son sorprendentes: algunos se mueven muy rápido,  otros nos movemos más lento.  Para algunos,  sus caminos son serenos y apacibles.  Para otros,  más intensos.  Todos vamos hacia la otra orilla.  Todos anhelamos el Amor.

Hoy,  uno de mis estudiantes me reafirmó que tengo que estar donde estoy.  Su inquietud interna me da fe que esta práctica funciona, que va removiendo el debris-el escombro en nosotros...hasta que queda el puro mármol, el centro.

Miguel Angel siempre decía que cuando iba a hacer una escultura,  él sólo quitaba lo que sobraba al bloque para descubrir la Pietá,  el Dávide que estaban adentro.  Qué hermosa metáfora de lo que nos sucede con el Yoga!  Cuando estuve en Italia y vi la belleza de estas obras en vivo y a todo color,  sentí que mi alma se llenó de un gozo inefable.  Recuerdo que tenía 28 años y estaba sola en Florencia.  Cuando vi el Dávide me quedé dos horas completas viéndolo.  No podía quitarle los ojos de encima! Era la perfección en una obra.  En esta época todavía no había encontrado el Yoga,  pero algo adentro mío se conmovió.

Recibo diariamente correos de muchas personas que se sienten identificadas con mi proceso espiritual.  Me han sorprendido en las últimas semanas los comentarios y muestras de apoyo.  Todos eventualmente vamos a ser capaces de hacernos las preguntas adecuadas.   Pero es muy lindo cuando le sucede a alguien que uno ha tenido cerca.

X ha estado relativamente poco tiempo en el Estudio,  sin embargo,  su deseo de verdad es ardiente y su correo- que transcribo-es un ejemplo de preguntas reales que vienen de su exploración interna.  Al principio, su interés era el asana-  como nos pasa a todos.  Comenzar a abrir un cuerpo abandonado-  aunque X es muy joven-  es muy duro y se requiere muchísima humildad.   Obstáculos hay por todo lado.  Pero X ha practicado por un año entero sin tregua.  Lo veo en el Estudio todas las semanas...a veces,  todos los días.  Incansable,  enfocado,  al mismo tiempo lo disfruta.  No es un castigo,  es su refugio.  Es su oasis.

Lo cito con su permiso, en forma anónima por supuesto.  Lo cito porque me inspira a hacerme yo también las preguntas correctas.  Porque su presencia es cada día más íntegra,  más ligera y sólida a la vez:  una sola pieza que se va descubriendo a sí misma poco a poco.  Es un privilegio para mí presenciar este unfolding- no lo llamo progreso porque ya somos completos,  uno con el Todo,  ya somos el Dávide o la Pietá de Miguel Angel.

...el despertar de otras almas a mi lado.


Gracias a X por escribir.  Mi respuesta al final.

Espero que esto los inspire a reconocer que este camino está cada día más lleno de interrogantes.  Pero que hay espacios de claridad y Luz constantes,  como bien lo describe X en su correo,  que a uno lo impulsan a seguir adelante y a replantearse todo.

Brindo por los yogis y yoginis que como X  van profundo.  A X no le interesa la ropa,  no está pendiente de quién viene a clase o no,  de si el profe es divertido y glamoroso.  No le interesa el último chisme o el maestro de moda,  no creo que venga por la música chiva ni el estudio moderno.

X viene a practicar porque no tiene más opción.  Porque necesita respuestas reales y gente seria junto a él que lo impulsen a seguir explorando.

Ese espacio no físico rodeado por un poco de huesos y piel,  ese lugar adentro, es su motor.
Ese lugar es todo.
Si no lo encontramos antes de nuestra muerte,  esta vida pasó en vano.

Sin ese lugar estamos perdidos.

Namasté,  querido X.  Siento una empatía profunda por todos aquellos que estamos en el camino de la Verdad.  Siento un amor profundo por todos ustedes,  compañeros de camino.

A todos los X que  están leyendo esto y entienden de qué hablo.  Me alegra tanto que estemos montados en el mismo barco.


í
Hola Mariela, vieras que ahora se me vino a la mente algo que
he estado pensando desde hace como 2 días, es de mi experiencia
personal en estos días que la mente me ha llevado a juzgar
mucho y ni cuenta me daba, los viejos patrones son dificiles
de quitar, y la mente es demasiado poderosa, creo que
muchas lo que creemos que tenemos, nos hace falta. 

El hecho de reconocer que algo: como reconocer nuestros
propios errores por ejemplo, es nuestro fuerte, hace que
nos "durmamos en los laureles" y dejemos de estar atentos a
nuestras faltas, muchas veces imperceptibles para el grado de conciencia
que tenemos en determinada período de nuestras vidas; y así es como
dejamos de aspirar a más, no reconocemos errores inevidentes. 

Es como en nuestra práctica de asana por ejemplo. Empezamos con
movimientos, lentos, inseguros, pesados, débiles; luego comprendemos
un poco mejor la práctica y vemos en qué `podemos afinarla, pero llega
un momento (por lo menos para mi todavía no ha llegado, por dicha),
en el que nuestras puntos débiles o las dificultades en la práctica
ya nos son tan evidentes, o del todo impeceptibles, y de nuevo
volvemos a caminar en la oscuridad, en la incertidumbre y se debe sentir como
que todo volvió a su estado inicial y en cierta manera si es así, pero ahora
la luz de la sabiduría que hasta el momento hemos ganado nos enseña el camino
por unos pasos más, o nos deja en la oscuridad hasta que aprendamos lo que nos haga falta,
 y crezca en nosotros esa sabiduría que nos deje seguir caminando.

Y el ciclo se repite una y otra vez solo que cada vez con una luz más brillante, para
ver todo más claro...al menos por un tiempo. jaja Por eso estoy
empezando a creer quede cierta manera
hay que apreciar nuestros errores mientras sean perceptibles por cuando no
lo son todo es más difícil.

Al menos para mí, la lección de uno y otro y otro y otro día es que a veces
juzgamos con una "constitución" llena de tantos errores e ignorancia
y lo peor es que basamos mucho de nuestra vida en
eso, y al final nos aplasta. Sé que aunque entiendo esto hoy y realmente desde hace
años a nivel racional,  me queda mucho por enetenderlo a un nivel más subconciente.

La paciencia para mí es uno de las atributos que más anhelo
y que más carezco pero por dicha sé que hoy soy una persona mucho más paciente de
lo que era hace más o menos un año.   uuuffff radicalmente, jaja gracias!

Saludos y un abrazo! Namasté.
Mariela Cruz
19:18 (Hace 46 minutos)

Hola,  pues estamos muy conectados. Yo estoy pasando algo muy parecido. De pronto, sentí q todo lo q creía real era un espejismo vacío y que no tenía piso. El ego busca algo de que agarrarse con desesperación. Pero estoy tratando de hacer radicalmente lo contrario- y esto lo acabo de aprender de un colega muy querido que tuvo una experiencia de vida similar:  estoy dejando q todo se caiga y q quede solamente lo verdadero. Pido mucha fe porque siempre he hecho exactamente lo contrario: controlar y creer q yo se q es lo correcto. Hoy no se nada mas que quiero a Dios sobre todo.

Yo también he cambiado mucho. Creo q ahora me siento mas yo, mas mi alma y espíritu. El deseo de transformar lo falso es potente. El prana nos acompaña.

Un abrazo
Om Santi

viernes, 11 de mayo de 2012

Despertemos...por amor de Dios!


  A Sleep of Prisoners
…Thank God our time is now when wrong
Comes up to face us everywhere,
Never to leave us till we take
The longest stride of soul we ever took.
Affairs are now soul size.
The enterprise
Is exploration into God.
Where are you making for? It takes
So many thousand years to wake,
But will you wake for pity’s sake!

Les transcribo estas palabras de mi maestra espiritual, Dawn Bramadat.  Me resuenan en cada poro:
"What are you being called to do? Are you resisting it?  From the quiet core of my own personal maelstrom, I beg you, please, to listen to your highest guidance…. Put your mind on a shelf and let it chatter away as much as it likes, of logic and propriety.


Be still and listen to the wisdom of your Soul. We all need this of each other…now.
I think our survival depends on it…

miércoles, 9 de mayo de 2012

La luz siempre prevalece.

Entre mucho ruido externo,  empiezo a estudiar para preparar las clases de hoy sobre el Gita.

Retomo los apuntes de una de mis queridas maestras,  Lois.  Además de maestra de yoga,  Lois tiene un título de la Universidad de Princeton en Literatura Inglesa.  Sus clases eran un deleite para mis oídos y mi mente.  Clara, concisa,  al grano.

La batalla del Gita es la batalla de la Vida,  nos decía Lois.    Arjuna es un guerrero valiente,  entrenado,  enfocado.  Sin embargo,  la parálisis que lo afecta antes de la batalla contra su propia sangre es real.  Este dilema lo enfrentamos todos todos los días:  tomamos decisiones y tenemos que asumir sus consecuencias.

A veces nos toca estar en el centro de todo.  Y la única forma de aguantar esto es encontrando nuestro centro entre tantas variables en constante movimiento.

Arjuna está en un momento de máximo potencial.  Por primera vez en su vida,  se cuestiona si está bien pelear.   En el pasado,  sólo lo hizo,  cumplió con su deber sin más.  Este lugar es el lugar donde debe aprender a tomar decisiones librememente, de salirse de la convención y reafirmarse de acuerdo a su consciencia individual.

Conozco a un guerrero de este calibre.  Desde muy joven,  inició su camino espiritual con ávido deseo y la vida le respondió trayendo maestros de gran peso a muy corta edad.  Este guerrero siguió su corazón y rompió muchas barreras externas,  defraudó expectativas familiares y decidió apostarle a lo que creía.  Sin embargo,  en medio de todo,  perdió su centro.  Se dejó influenciar por el miedo y el temor a perder algo,  no sabía muy bien qué.  Vendió su alma,  perdió de vista su espíritu.  La vida se encargó de mostrarle de la manera más cruda la realidad de las cosas.

Este guerrero está en un punto de no return.  Su corazón continúa brillante como siempre.  Su fuerza no se opaca con nada.  La vida se siente como muerte y sin embargo,  Krishna susurra a su oído en cada momento.  No está solo,  nunca lo estará.  La alianza con el Poder Superior es su verdadera esencia.  Todos perdemos en algún momento el norte,  nos jalan el mecate para que regresemos a hacer lo que vinimos a hacer.  En buena hora!

Ciertas almas tenemos misiones que sobrepasan las fronteras de nuestras personalidades.    De alguna manera,  somos peones del de Arriba y ya hace mucho que hemos pedido ser movidos en las direcciones que nos lleven más cerca de la Verdad.  Es un proceso desgarrador.  Soltar el intento vano del ego de sostener las preferencias se siente como la Muerte.  El dharma-nuestra misión-es algo así como un viaje a un planeta desconocido sin tiquete de regreso.  La fe en Dios es nuestro único sostén.

Esta almas nos encontramos a menudo en umbrales de transformación que no calzan con la realidad mundana.  Se sale de los parámetros "normales" y desafían los conceptos de los demás.  Estas almas estamos diseñadas para movernos rápido.  Si algunas almas-  Mahatmas- son barcos grandísimos que llegan al mundo a cruzar mucha gente al otro lado,  me considero un barquito de papel tan pequeño y modesto que apenas floto.  En este mar de la transformación me alienta sentir otros barquitos a mi lado luchando por no hundirse. El mar está lleno de tiburones y peligros.  Pero nuestro enfoque es claro: la otra orilla.  Hay una energía que nos jala hacia ahí.  Y no podríamos estar en ningún otro lugar,  no querríamos...a pesar de todo.

Hoy Arjuna es nuestro héroe.  Ese ser de carne y hueso,  desgarrado por dentro y lleno de fuerza que tal vez no ve con claridad.  Sin embargo,  el desenlace del Gita es hermoso: Arjuna se levanta,  cumple con su deber.  Avanza hacia el Mal,  lo ve directamente a los ojos y lo destroza con sus propias manos. La Luz prevalece.

La Luz siempre prevalece...

martes, 8 de mayo de 2012

Escribir a pesar de todo

Escribir a pesar de todo,  a pesar de la desesperación.
Esta frase de Marguerite Duras me inspira en esta tarde serena.

En la casa todo es silencio.  Después de la lluvia,  el ambiente se siente fresco y renovado.  Acabo de estar media hora en Viparita Karani,  la postura milagrosa que supuestamente quita canas y arrugas:  piernas a la pared.  No me interesa esa parte,  sino sólo aliviar un poco esta cabeza que me va a explotar.  Anoche pasé una noche fatal,  Matías ardiendo en calentura.

Mucho mejor ahora:   mi mente se siente más clara.

Amo  estar en el shala cuando no hay nadie.  El espacio irradia una paz profunda.  Afuera, los yiguirros celebran las gotitas de agua de este mayo que empieza con fuerza  sus aguaceros.  Agradezco tanto esta aguita.  Es como si cada gota me alimentara por dentro.  Me siento en un desierto emocional difícil de describir.

Creo que la incertidumbre es uno de los sentimientos humanos más difíciles de aceptar.  Siempre andamos corriendo,  incapaces de detenernos unos segundos y sólo sentir lo incierto que es cada día de esta vida,  cada minuto, cada segundo.   Incierto el desenlace,  incierto el final.  Inciertas las relaciones, los amores....todo.

Sin embargo,  hay una belleza profunda si nos permitimos sentir esta incertidumbre.  En ese espacio,  veo como cada cosa en mi vida es un milagro.  Desde este cuerpo que me moviliza,  la mente que me permite escribir,  las manos que se mueven en el teclado.

Theo acaba de despertarse,  veo sus ojos dulces y comprendo que este bebé es mi corazón caminando en dos piecitos.  Recuerdo hace un año que casi se nos fue por culpa de un virus intestinal.  Confrontación directa con la vida-muerte,  amor-desesperación,  Dios-nada.  Y ahora,  mientras lo visto,  cambio y doy de comer comprendo que su vida no depende en absoluto de mí,  sino de la mano que  todo lo sostiene.

Escucho los gritos,  lloros y risas de estos hombres pequeñitos en el primer piso.  Comprendo que no importa dónde esté,  mi corazón está aquí.  Es un sentimiento de profundo arraigo y certeza.  Pocos sentimientos se comparan a este de amar incondicionalmente a estos seres que vienen a través nuestro.  Para siempre.  No importa las circunstancias y los cambios.

Algo así siento cuando practico.  Mi cuerpo está  en el presente y se vuelve  canal para que mi espíritu vibre.  Cada respiración me alimenta,  me sana y contiene.  El prana se distribuye en mis células y encuentro el balance anhelado.  Tengo el privilegio de poder abrir mi alfombra todos los dias,  cuán afortunada soy.   Agua en el desierto.

Los vaivenes de la vida son constantes e inesperados.  Observo todo desde mi testigo interno,  esa parte adentro que no se inmuta con nada.  Que ve todo como una obra de teatro o una película en el cine.  Observo cuándo me identifico con el personaje y me creo la historia.  Igual que cuando vamos al cine y la película nos conmueve hasta llorar o nos emociona hasta sudar.

En toda esta crisis existencial que estoy atravesando,  la página en blanco de pronto se ha convertido en un espacio nuevo por descubrir casi a diario- igual que mi alfombra.  Siento que todos los días puedo llenarla de sentimientos,  de realizaciones y matices.  Escribir me ayuda enormemente a calmarme. Todos los matices de gris que este momento tiñen esta vida fugaz quedan plasmados en la página,  congelados en el tiempo.  Negro por un lado,  blanco muy lejos.  Grises que se entremezclan y me recuerdan la belleza de ser una con la fragilidad de esta experiencia vital.

Sé que voy a regresar una y mil veces a este momento de mi vida en el futuro.  Sé que estoy plantando las semillas de lo que viene.  Quisiera pensar que estoy a la mitad de mi vida-  y que la siguiente mitad de alguna forma es una vida nueva.  La catástrofe que arrasó con la primera mitad comienza a alejarse.  Me deja en una espacio devastado,  aterrador,  desconocido, lleno sin embargo de un sentimiento de soledad y alivio.  La lucha por sostener lo insostenible es muy cansada.  Hoy,  respiro con la plenitud de un ser que acaba de nacer.

domingo, 6 de mayo de 2012

La insoportable levedad del ser

"During times of universal deceit, telling the truth becomes a revolutionary act." --George Orwell


En los tiempos de engaño universal,  decir la verdad es un acto revolucionario.-


Leo estas palabras y me llenan de esperanza.
Termino el día con una mezcla de tristeza y serenidad.


Toda esta situación vital me ha mostrado tantas cosas,  ha sido tan enriquecedora! En otro momento de mi vida,  probablemente estaría deprimida y enferma.  Pero veo los frutos de mi práctica:  me siento entera,  movida pero entera.


No viene al caso entrar en los detalles de la situación en sí.  Todos estamos enfrentando cambios.  Para algunos de nosotros,  estos cambios remueven los pilares mismos de nuestras vidas.  Me encuentro,  además,  en una encrucijada vital en donde cada palabra que escribo,  cada acción que tomo,  tiene un impacto que se magnifica. No entiendo muy bien por qué terminé en esta posición, nunca la busqué. Sin embargo,  recuerdo las palabras de mis maestros:  el Yoga expande todo.  Expande por tanto los efectos de nuestras acciones y mueve aquello que está rígido y cerrado dentro de nosotros.  Afecta el status quo...nos puede literalmente "arruinar"  la vida.


Eso de arruinar es relativo.  No creo que sea arruinar soltar las cadenas de una vida falsa vivida hacia afuera.  Irremediablemente,  cuando uno está en el spotlight trata de cumplir con las expectativas ajenas,  a veces en detrimento de la identidad propia.  Es normal. Es humano.  Queremos quedar bien.  


Siento un alivio profundo de saber que esa etapa de mi vida terminó. De ahora en adelante,  todo es real.  What you see is what you get,  me dijo una vez uno de mis maestros principales- mi primer esposo.  Vivir en función de otros es agotador e insostenible.  Siento como si me hubiera quitado la catedral de la cabeza.  Y aquellos que quieran estar en contacto conmigo-como simple ser humano en el camino,  igual que todos-  encontrarán de este lado una mortal en evolución,  a veces in-volución,  pero en movimiento.


Muchas almas carecen de este drive o tapas- le llamamos en Yoga.  Ese deseo ardiente por la transformación. Ese inevitable anhelo por aguantar lo que sea en aras de la verdad y la libertad.   Algunos se contentan con vivir de las migajas de las vidas ajenas,  observando todo desde las barreras.  Comentando,  susurrando.  Otros somos tan imprudentes de lanzarnos a correr en medio de los toros,  caernos y llenarnos de barro hasta las orejas y gritar a los cuatro vientos que la vida es muy corta para desperdiciarla. 


Distintas necesidades,  diferentes momentos.  


A aquellos que me escriben a diario,  que me recuerdan que lo que escribo no es sólo mío,  que de muchas formas me demuestran su apoyo y cariño...no a mi personalidad o ego,  sino a aquella parte mía verdadera que escribe porque no tiene más remedio.  A aquellos que ya no nos contentamos con vivir una vida para afuera y que la sed de verdad nos pide pedir a gritos un cambio de paradigma.   A esos es que escribo:  a los inconformes,  a los rebeldes,  a esos pocos...


Los corazones que han estado cerca en esta tormenta estarán cerca hasta el último día de mi vida.  Los que se han alejado,  les deseo lo mejor en su camino. Somos lucecitas en un cielo que nos apagamos muy rápido. Si tuve el privilegio de tener encendida mi luz por ese breve instante y coincidir...me siento más que agradecida. 


La luz de la verdad es difícil de masticar.  Es mucho más cómodo seguir en la rutina y el desamor.  Cuántas personas en este mundo permanecen en relaciones muertas en nombre de mil razones:  conveniencia,  rutina,  comodidad material,  hijos,  status,  miedo, costumbre, etc, etc, etc?   Cuántos nos salimos de la convención y le apostamos a la realidad?  Al final de nuestros días,  sólo nosotros sabremos si vivimos nuestra  vida plenamente.  Ahí estaremos solos enfrentando el final. 


Yo aspiro a morir con una sonrisa en los labios.  A recordar cada momento con la tranquilidad que ESTA fue mi vida,  sólo mía,  llena de amor y errores,  llena de dolor y éxtasis.  La paradoja incoherente de ser mortal y eterna a la vez.


La incomprensible e insoportable levedad de este ser.