martes, 10 de marzo de 2020

Festival del Perdón

Despierto a una fiesta de colores aquí en mi querida India.  

Un festival del perdón donde todo lo que anida en nuestro corazón que no sea amor se entrega en una ofrenda que alivia los pesos del alma.

Después de un año y cinco meses sin mis niños y un mes y medio de no poder hablarles por bloqueo del padre,  injustificado e irracional,  debería estar muy enojada,  amargada,  iracunda.  Tengo días así,  por supuesto.  

Pero puedo observar mis emociones y la mayor parte del tiempo resido en un lugar sereno,  calmo y amoroso.  Este es el gran regalo que me ha dado la Gracia en esta prueba tan intensa. 

Desde ese lugar puedo comprender el juego de la ilusión donde intenta escondernos el amor a través de jugarretas muy bajas y complejas.  Quiere confundirnos.  Quiere hacernos olvidar quién somos.  El juego de la amnesia espiritual es la estrategia de su treta:  intenta atraparnos en una maraña de pensamientos, sean positivos o negativos.  Juicios, opiniones,  chismes. 

Da igual,  el hecho es que nos distraemos.  Y vivimos la vida en una niebla mental y emocional donde tomamos las proyecciones de otros como verdad y reaccionamos con ahínco y vehemencia ante algo que es sólo un espejismo.

No puedo explicar con palabras la liberación que para mí ha significado poder comprender esto.

Ayer tuve la primera audiencia para mi caso,  después de muchos meses de estudio,  preparación,  lectura,  yoga y meditación y plegarias.  Muchos amigos en todas partes del mundo están orando por mis niños y tengo que decir que me sentí muy tranquila y acompañada.  Aunque estaba frente a una computadora al otro lado del mundo,  no es agradable ver al ¨enemigo¨- aunque sea un enemigo irreal.  Ver a quiénes me sustrajeron mis niños de manera inmoral me hizo temblar,  sentir un frío intenso y me dieron ganas de vomitar.  Pero profunda y tangible también  había una paz total.  

Rodeada de los pequeños juguetes de mis hijos que conservo como tesoros,  con la imagen de Jesùs y el Padre Pio entre mis apuntes,  lleno el corazón de amor por mis pequeños y sintiéndome su defensora de amor,  la audiencia transcurrió con intensidad aparente solamente porque yo estaba bien.  

Pude ver detrás de estas personas una confusión mental muy grande.  Pude sentir su ira,  su odio y su estrès.  Pude ver sus ojos turbios,  esos que no reconocen la diferencia entre el bien y el mal.  Pude sentir compasión por su sufrimiento.  

Estamos sufriendo todos,  no sólo yo.  No sólo mis niños.  La cualidad de la ilusión es que toma las mentes y crea guerras de poder.  La característica es que separa los cuerpos y estas unidades de consciencia y crea el sueño de la escisión donde sólo existe Amor.

En la realidad del Amor me siento sostenida y acuerpada.  No temo a la próxima audiencia porque hablar con la verdad del corazón es fácil.  Mis palabras serán dadas por la fuerza que creó a mis niños en mi vientre,  la misma que los hizo salir,  les abrió sus ojitos y puso sonrisas en sus labios.  La misma inteligencia amorosa que hoy me pide abrir mi corazón a todo y no hacer diferencias con nadie.  

Los que sufren,  màs que nadie,  necesitan de nuestra compasión total.

Ayer tenía que hablar y al final la defensa retiró mi confesión.  Fue una estrategia pésima a nivel legal pero posible.  No me pregunto la razón sino que solo agradezco los tres días extra que me dieron  para prepararme.  Leo, repaso,  recuerdo y rezo y por mas que busco no encuentro maldad en el padre de mis hijos,  sino en la gente que lo rodea.  Cuando conocí a esta persona me dí cuenta que la inocencia de su corazón era su don mas valioso.  Un don que hoy ha sido opacado por una mente confusa,  producto de las malas compañías y mucha ambición prestada.  

Mis niños llegarán a mí porque el amor de esta madre es el imán poderoso que no se vence con nada.  Así como me escogieron para ser su mamá así yo los escogí para ser mis niños.  Los acuerdos de alma no se borran  y el padre de mis hijos es parte importante de esta ecuación.  Que ahora está dormido,  anestesiado y atontado es temporal. 

Sè que realizará la dimensión del gran daño causado más adelante y también la presencia del enemigo en los seres que lo malaconsejan ahora.

Sé que llorará....porque dañar a unos niños pequeños y privarlos de su madre es una herida que no sana.  Un trauma que afecta el resto de la vida.  Intentaré, con toda mi fuerza y corazón  remendar esa herida, así como intento ahora recuperarlos para poder abrazarlos tiernamente en mis brazos y decirles que todo fue un mal sueño,  que nunca estuvimos realmente separados y que ya no tienen que vivir con miedo.  Que pueden ser escuchados,  que sus sentimientos son válidos y sobre todo,  que el amor de su padre y su madre es infinito y eterno.

Voy a mi audiencia del jueves a hablar de este amor.  No voy a atacar a nadie porque el amor no tiene rival.  El amor es lo único real.  Voy llena de colores por dentro,  en la gracia del perdón de aquellos que nos intentan atacar y no triunfan.  Porque frente al Amor,  todo maleficio cae.  Frente al Amor y la verdad, las brujas se deshacen,  los dràculas se desintegran y la luz prevalece.

He aquí el juego de la trascendencia. 

Una persona que amé mucho en sus momento despierta hoy en una cárcel en Costa Rica, producto de sus muchos errores de juicio, arrogancia e ignorancia durante toda su vida.  Incluso esta persona es más libre internamente que el padre de mis hijos,  a pesar de que está metido tras barrotes.  Tiene el don de la consciencia y también de la introspección.  

Adondequiera que un ser humano despierto está,  ahí lleva la luz de la consciencia.  La libertad no viene de las mentiras ni de los trucos,  sino de poder descansar en paz cada noche sabiendo que hicimos lo mejor que pudimos,  por más errores que cometiéramos,  en el nombre del Amor y en consecuencia con nuestro corazón.

Todos hemos sido prisioneros de nuestro ego- de nuestro miedo,  ira o deseo.  Todos tenemos la llave para liberarnos.  Todos tenemos la bendición de Dios para dar un salto cuántico hacia nuestro propio Ser y ser totalmente felices por el resto de nuestras vidas,  sea lo que sea que aparezca en el horizonte.  Todos llevamos la semilla del despertar por dentro.

Perdonémonos.