martes, 24 de septiembre de 2019

El Amor, ese que lo ordena todo

Estuve casada con un narcisista.    

Me tomó muchos años de experiencias dolorosas y ayuda psicológica identificar que no era yo la que estaba loca. Fui sometida por mucho tiempo a un sinnúmero de mentiras, manipulaciones y ocultamientos de la verdad,  señales patológicas que apocaron mi entendimiento y me llevaron al borde de la locura y que en su momento no podía ver.  

Me tomó casi 10 años tomar la decisión valiente de echar a esta persona de mi casa,  una casa a la que llegó sin prácticamente nada.   Diez años en que experimenté lo que es la oscuridad en un ser humano,  oscuridad que se ocultaba tras una sonrisa que aspiraba a ser sensual,  un cuerpo atlético y una mente morbosa.

Viniendo de un matrimonio con un alcohólico,  nunca creí que alguien podría superar la experiencia tan dolorosa de impotencia y sufrimiento psicológico que conlleva vivir con un marido enfermo. 

Pero el narcisista es otra historia.  Fueron muchas las horas de estudio,  terapia y conversaciones para comprender adónde fue que tropecé y por qué. 

Los narcisistas proyectan sus demonios internos en los demás.  No importa cuánta integridad tengamos, siempre nos acusan, nos critican y nos encuentra faltas.    

El abuso que el narcisista inflige en su pareja viene de una extrema furia que nace de una relación patológica con su madre.  Cuando niños fueron víctimas de incesto emocional- como en el caso de mi ex marido:  su madre compartía con él confidencias de su relación de pareja,  detalles de los amoríos extra matrimoniales de su padre y toda una serie de detalles de su vida sexual que jamás debieron ser compartidos con un hijo.  La degradación más violenta en la ignorancia materna más burda.  

El terror que estas actuaciones insensatas de la madre infunden en el niño lo convierten en un adulto agresivo y a la defensiva. Es así como el narcisista crece y se deshumaniza y deshumaniza a los demás como consecuencia de sus propias sombras.  

Ve a los otros como presas.  

Lo más triste es que por fuera parecen gente muy luminosa,  sensible y hasta inteligentes.  Todo es una pantalla falsa porque por dentro se sienten totalmente inseguros,  desempoderados y violados en su más sagrada intimidad.  Estas  son las consecuencias de las confesiones inapropiadas e invasión  constante de su espacio interior a que lo sometió su propia madre siendo muy jóvenes.  

Hay madres de madres pero las madres de los narcisistas son las más enfermas de todas.   

Cómo puede una mujer vaciar sus propias cuitas personales en un muchacho que apenas está conociendo la vida?  Cómo puede compartirle detalles incluso sexuales de su propia vida y de su pareja?  Recuerdo su dolor al relatarme las muchas veces que se sintió asqueado ante las actuaciones erráticas de su padre,  su adulterio en su pueblo de origen y las confidencias maternas repletas de angustia que opacaron por completo su adolescencia. 

Y llegué yo a pagar los platos rotos. 

Me tomó muchos años comprender que me había casado con una persona enferma.  Su táctica para no sentirse de nuevo desempoderado era desacreditarme constantemente y jugar con mi mente.   Mi mente es despierta y a pesar del amor pude agarrarlo muchas veces torciendo la verdad.  Qué se yo,  detalles tan simples como que me iba de viaje y le dejaba mi carro y al regresar,  el carro tenía 500 kms más recorridos.  Algo que nunca aceptaba y me hacía sentir como que mi mente no funcionaba correctamente.   

El dolor de saber que nuestra pareja nos miente descaradamente no tiene parámetros y todavía peor cuando tratan de confundirnos como si tuviéramos mala memoria.

Una de las armas más utilizadas por el narcisista es la mentira.  Son amorales:  el fin justifica los medios.  Recuerdo una vez que dejé un dinero a la muchacha de la casa para hacer un pago urgente.   Ella lo puso en su habitación y me dijo antes de irse ese día que no habían recogido el dinero.  Mi entonces esposo estaba presente cuando me lo dijo.  Al día siguiente,  el dinero había desaparecido. La muchacha tenía años de estar conmigo y yo la conocía bien y sabía que era una persona honrada.  El narcisista había tomado el dinero pero aún así la culpó de habérselo robado sin ningún titubeo. Yo estaba segura que mi muchacha era honesta-  fue ella la que por muchos años cuidó de mis niños y nunca los hubiera dejado en manos de alguien en quién no confiaba. 

Me dí cuenta que su mente creaba historias y las acomodaba a su voluntad.  Fue igual la vez que me dí cuenta que se había hecho un tatuaje muy caro mientras yo andaba de viaje trabajando.  Me metió una corta y una larga sobre que el tatuador había accedido a un intercambio por su rutina de ejercicios- algo que yo sé por experiencia propia ningún tatuador que se precie de serio haría jamás. 

Hay algo peor que un mentiroso y eso es un brillante actor que se cree sus propias mentiras para manipular.   Estas personas tienen sus propias sombras sin resolver y las proyectan a otros con una superioridad moral inventada por ellos mismos.  

Siempre tienen la razón.  

Por supuesto que había una parte en mí que buscaba su aprobación y continuó en la relación enferma por años.  Pero también tenía tres niños con él y deseaba intentar hasta donde pudiera conservar el hogar por los bebés.   A pesar de todas las banderas rojas,  aún así en mi miopía lo veía como la fuente de amor para mi hogar y mis niños en vez de creer en mi propia fuente.  

Los narcisistas necesitan chupar energía.  Incluso después que lo eché de mi casa,  un año después que nació nuestro último bebé,  harta ya de tantas dobles caras,  continuaron sus intentos para llamar mi atención.  

No había día que no me escribiera con críticas,  juicios y toda clase de dramas.  No había día en que no tuviera que lidiar yo con sus propias inseguridades,  problemas e historias.

El narcisista intentará desestabilizarnos como si fuéramos nosotros la fuente de todos los problemas.  Se presentan como adorables y encantadores ante la gente,  pero sólo los que hemos cohabitado con ellos sabemos de sus inconsistencias morales y ese sentimiento intuitivo constante y horrible de que algo espantoso está por suceder.  

Me pongo a pensar en todas las veces que no logré agarrar sus mentiras. Pero recuerdo con claridad aquellas pocas que sí como cuando inventó que se había ganado una patineta en un sorteo y encontré la factura por más de $200 dólares en un pantalón.  El tema creció al punto que hasta sus padres y mis padres supieron de su inmadura decisión y quedó expuesto su acción delante de toda la familia.  Llegó al colmo de crear una factura falsa en la computadora aduciendo que se la había ganado.  Pero nunca se disculpó, nunca aceptó haber sigo agarrado ïn franganti¨...

Para este maestro del ataque patológico,  yo siempre era la ¨loca¨. 

Salirme de mi papel de víctima no fue fácil.  Fue gracias a mi práctica espiritual que comprendí que quedarme en esa relación sólo anticipaba más abuso y dolor a futuro para mi y mis niños.   Empecé a crecer,  a trabajar fuera de Costa Rica y viajar sola.  Mi mente y mi cuerpo empezaron a sanar simplemente por  
el alivio de estar lejos del ególatra. 

Hoy por hoy,   tomo responsabilidad por todas las mentiras que desee creer en nombre del amor a mis niños y a mi hogar.  Estuve casada con un monstruo misógino,  que me traicionó innumerables veces y que abusó de mis bienes materiales para surgir en la vida.  Esto me lleva a una enorme auto reflexión y a una realización muy importante de mis propios puntos ciegos: aquellos que deseamos ayudar a otros somos especialmente sensibles a este tipo de narcisistas patológicos.  

De toda esta experiencia de vida he aprendido que dirigirle energía a estos seres es echarle leña al fuego.  He aprendido que si hubiera seguido en esa relación en el papel de víctima hubiera desgraciado el resto de mi vida y la de mis niños.  Incluso con los eventos que estoy viviendo en este momento lejos de mi país donde mis bebés me fueron arrebatados por iniciativa de esta persona,  sé que no debo olvidar la mega lección en evolución que obtuve al sacarlo de mi vida.  Sé también que los hechos actuales son el intento vano de esa persona de seguir enganchado a mi energía,  si no es por las buenas entonces por las malas. 

Soy la creadora de mis experiencias.  Sé que mi desesperación de no poder controlar mi vida se fue difuminando cuando lo expulsé de mi casa.  Fue en ese momento de consciencia que supe que había cargado mi existencia de oscuridad al no poner límites claros y tomar responsabilidad personal.    El dolor y la vergüenza que sentí por muchos años cuando me sentía que siempre estaba haciendo algo mal,  se han ido disolviendo en la luz de la consciencia.   

Sin el miedo,  el narcisista no tiene poder sobre nosotros.  Intentan atacarnos en nuestras grietas pero estas se van cerrando a través de la libertad emocional que nos da poder hacer lo inconsciente consciente.  

Los narcisistas no pueden producir su propia energía.  Son inútiles seres que viven de otros como parásitos.  Necesitan succionar de alguien ya que les fue negado alimentarse de la energía de sus propias madres inconscientes e incestuosas.  Tuvieron que aprender a robar energía porque crecieron sin ella y van por la vida como vampiros atacando por doquier. 

La forma de matarlos de hambre es ignorarlos.  Aún en este momento de tanto dolor por la ausencia de mis niños,  mi energía está totalmente enfocada en mis pequeñitos y su bienestar.   Comprendo a la distancia que deshacerme de ese bicho fue la lección más importante de mi vida, la que más me costó por ser tan pegajoso y necio .  

A pesar de que sus intentos continúan ante su iniciativa de seguir conectado a mí a través de un proceso legal de años,  ahora lo observo como se observa un insecto insignificante.   

Cuando me solté y no estuve más para darle energía,  obviamente que encontró a alguien más que le alimentara su ego.  Ahí fue donde apareció la amante y en mi caso,  la mujer que es actual pareja de mi ex esposo.  

No hay palabras con qué agradecerte,  querida,  el haberte llevado esa escoria.

Salir de las garras de un narcisista es el acto más valeroso de toda mi vida.  El amor por mis niños me hizo tomar la decisión correcta en el momento preciso y hoy,  después de ya casi 7 años del final de esa historia,  escribo desde India,  un país que amo y que es ahora mi hogar.  

Es gracias a ese momento de valentía donde me saqué a esa sanguijuela que mi vida empinó,  al punto de terminar cerca de mi maestro y en la cuna de la espiritualidad en el mundo. India es mi amor y estaré eternamente agradecida con este lugar y con el amor de mi esposo indio y su familia que me confirman que hay seres puros,  que la vida simple es la más satisfactoria y que podemos estar profundamente conectados en el amor claro y transparente sin manipulaciones.  

Salir de la pesadilla me ha ayudado a apreciar este lugar más que nunca y todas las formas en que me ha mostrado su amor durante los últimos 17 años.  He visto su amor en amaneceres y atardeceres al lado de ríos sagrados;  en las sonrisas de niños pequeños que viven en la calle.  He visto su honestidad en los ojos arrugados de ancianos que esperan la muerte con alegría y en los cantos sagrados de mujeres vestidas en saris coloridos,  las mujeres más bellas del mundo.  

Sus montañas y su aire fresco han lavado las malas memorias de esa relación tan dañina que ayudó a despertarme y traerme de regreso adonde pertenezco.   Esta Madre  me ha acogido en su regazo silencioso sabiendo claramente las que he pasado y cómo sanar mis heridas y embalsamar mis cicatrices.   

India es sabia y sostendrá mi corazón hasta mi último día en esta tierra.  La transformación que he vivido en estos últimos meses de noches en vela y ayuno forzado lejos de mis bebés me han hecho recordar con lástima a ese hombre  y que hoy me ataca como su más reacia enemiga.  

A mí,  la mujer que le dio a sus niños,  sus únicos niños en esta vida. 

Pero mis miedos subyacentes se disuelven en la luz de la consciencia que me dice que mis guías nunca me han abandonado.  Fue gracias a su presencia que pude darle la estocada final a una relación donde me succionaron sin piedad.  Al igual que se corta la cabeza al vampiro al amanecer a pesar de sus chillidos y lo vemos desintegrarse con la luz de la mañana, así me paré frente a alguien cuya presencia en mi vida sólo me dejó tres regalos infinitos:  mis hijos.  

Es gracias a esta presencia amorosa de la sabiduría que huele a flores fragantes y se esconde tras calles ruidosas, que hoy puedo dar testimonio de que la oscuridad nunca triunfa.   Si así fuera,  seguiría yo en las garras de ese monstruo y en vez,  estoy en una tierra lejana que me alivia cada día y que me ama y me impulsa a seguir adelante.

Libre de las ataduras de mis propios fantasmas y anhelando un espacio de luz interno más cada día más abierto y extenso para darles la bienvenida a tres niños,  muchachos,  hombres:  esas tres almas que salieron de mí a pesar de todo y me aman tanto como yo a ellos y que clamarán por la otra mitad de su sangre en su momento.  

Esos tres hombres que verán disueltos sus karmas pasados en las aguas tiernas y poderosas de la consciencia universal,  por más difícil que haya sido su infancia y desarrollo cerca de gente sin alma.

Porque el Amor,  ese es el que lo ordena todo. 









domingo, 22 de septiembre de 2019

Sigue caminando que pronto...

Siento ya todo lo que viene.  

Inefable y al mismo tiempo,  tan real.  

Qué tal si todo lo vivido nos ha estado preparando para el próximo paso?  El paso que precisamente hemos estado anhelando desde hace mucho tiempo...?

Comprendo que por más que quiera,  mi mente sólo puede aprehender una ínfima parte de todas las fuerzas que están confluyendo aquí ahora en mi vida para hacerla lo que es.  Estoy parada en la punta del iceberg y hay un monolito que no veo pero que me sostiene.  

Me dice que esté tranquila,  que todo se está resolviendo a pesar de que no puedo anticipar cómo. El movimiento es masivo y la respuesta llegará a su tiempo.

Mientras tanto,  coloco con cuidado aquello esencial,  querido y cercano.  Aquí van los libros raíz,  esos que me hablarán en las tardes de lluvia.  También van mis cuadernos de escritura y todo aquello que necesito para cultivar mi interioridad.  El espacio se empieza a abrir por sí solo y me dejo llevar.  Sé que lo único que tengo que hacer es estar presente cada aquí y cada ahora por completo y silenciar todo aquello que no sea este momento. 

Atrás queda cualquier sensación de culpa o intento de explicarme lo sucedido.  A  veces la vida simplemente sucede y nos apunta hacia un destino que siempre fue nuestro.  Escojo abrazar el sendero de menor resistencia, ese que me llama suave y amorosamente,  ese que no se impone a la fuerza sino que surge orgánicamente entre las ondas del lago. 

Música en el horizonte.

La piedra cayó;  no puedo cambiar nada y la sensación subyacente entre las heridas del trauma es de libertad.  Si en una situación hemos dado todo y aún así,  la situación no cambia...pues toca desenchufar y dirigir con hidalguía nuestros pasos en la dirección que se abre por sí sola y nos llama con dulzura.

Seres me susurran con su compañía que son todo lo que necesito en este momento.  Voy resguardada por las presencias de quiénes han recorrido esto que estoy viviendo,  este soltar que a todos nos toca hacer de nuestros apegos más profundos.  Y además me cobija esta tierra donde millones de veces antes que yo muchos han pedido fuerza para desintegrarse y me han integrado a sus plegarias y cantos.  

Voy  envuelta en una vibración mágica que acoge mis lugares rotos y me arrulla donde más duele;  me canta donde ha corrido la sangre.

Me fundo con ella en mis anhelos más íntimos y sé que en algún lugar los iré a depositar con fe en que de sus semillas vendrán frutos dulces en el misterioso y perfecto tiempo de Dios. No en los tiempos de mi miedo sino en los tiempos del gozo y el amor.

Sigo caminando.  Sé hacia adónde voy.  

Y voy serena y confiada con una sonrisa.



martes, 10 de septiembre de 2019

Alas azules

Hace meses que me siento en esta disyuntiva interna de tener que ¨poner en práctica el yoga¨,  forzándome a perdonar a aquellos que me han traicionado o herido.

He intentado de todas las maneras disculparlos,  sentir compasión,  alabar sus virtudes,  buscar empatía para sus acciones.  He revisado una y mil veces mis acciones para con ellos,  acciones que volvería a tomar sin duda alguna.  He rezado.  Sudado y llorado en mi alfombra.  He repetido los mantras y cantado el rosario y el padre nuestro.  He escrito y condenado.  He conversado y hoy entiendo por qué nada de esto funcionó.

Para poder perdonar a alguien que hemos amado y de pronto,  se ha vuelto un escorpión que nos ataca,   la única opción es dejar morir esa parte nuestra que alguna vez también los amó. Mientras sigamos sosteniendo los pilares de la personalidad que fue herida o masacrada y la identificación con esas personalidades en conflicto,  el perdón no puede suceder.

En el caos del momento y la toma de decisiones rápida que tuve que hacer,  tomé una que me ha ayudado a transitar los abismos de la ausencia y la rabia hacia todo un sistema de pensamiento con el cual no comulgo y que consideré por muchos años mi hogar.  La decisión fue dejar mi país, un país en qué creí al punto de aceptar representarlo y dónde anhelaba vivir el resto de mi vida.  Un país que ahora se pierde en la lejanía al igual que su gente (con muy pocas excepciones) y se traga también mucho de lo que alguna vez amé.  

Una selva verde que con sus colores refrescantes me dio su último adiós diciéndome con sus colores 

pase lo que pase,  no cierres tu corazón. 

He muerto a una vida.  He muerto a una vida que construí con grandes expectativas y poco reconocimiento.  Una vida que implicaba un mega esfuerzo diario para poder sostener mis propios patrones enfermos:  el más cruel perfeccionismo cultivado desde muy joven y la ardua e inútil búsqueda constante de la aprobación ajena. 

Mi propia gente me expulsó sabiamente de un lugar que no me conducía a ningún lado a nivel personal y espiritual y por tanto,  no me hubiera nunca permitido explorar nuevas perspectivas.  Hubiera continuado viviendo adaptada inconscientemente a una sociedad misógina y violenta,  conservadora hasta la médula y cerrada a quiénes somos diferentes. 

Sin embargo,  era imposible para mí comprender esto ahí metida.

La misma fuerza que me trajo a India fue la que me sacó de Costa Rica.  Una fuerza que entiende quién soy y cuál es mi propósito en esta vida y que me pide sacrificios personales inmensos a cambio del crecimiento espiritual anhelado.  La fuerza más sabia y amorosa que he conocido en mi vida.  La misma que me mueve ahora libre en el mundo sin cadenas internas ni remordimientos.

Perdonar a aquellos que iniciaron este proceso de desarraigo sólo podrá suceder desde mi nueva vida, aquí en esta India amada donde cada paso que doy es sostenido por la Gracia.  

Incluso hoy, un día como cualquier en mi nueva vida familiar:  enferma con un virus ensañado,  hoy estoy aprendiendo tanto sobre las dinámicas familiares en este país donde mi cuñada organizó nuestro almuerzo con la muchacha de la casa a control remoto y dentro de un par de horas,  mi otra cuñada nos llevará al médico,  dejando a sus niñas un rato para cuidarnos.  Al igual que lo hizo hace un par de días al traernos comida y medicinas. 

Todo esto es totalmente nuevo para mí. 

Así que me pregunto qué tengo que estar dispuesta a enterrar para vivir mi nueva vida. Todo.  Y aquello que realmente me pertenece,  aquellos que realmente me aman,  llegarán sin duda aquí por sus propios medios en el tiempo de Dios.

Me doy cuenta ahora de que esa muerte a mi vida pasada venía seguida del renacer en esta; una vida muy tranquila,  sin dramas innecesarios y vivida en amor y comprensión diaria.  Una vida donde mi sadhana tiene espacio y respeto,  donde me siento acompañada y amada por quién soy simplemente.  Aquí nadie me envidia ni me aturde con dramas personales pasados.  La vida está atenta y amorosa al renacimiento que acaba de suceder.  

Como cuando nace una bebé y toda la familia está pendiente. 

Además,  esta bebé nació estrenando alas y las observo mágicas,  grandes y azules y me confirman por qué siempre amé tanto a las mariposas Morpho. Cada vez que una Morpho se aparecía en mis viajes a la playa o la montaña en Costa Rica,  sabía que me traía un mensaje que aún no comprendía. Ahora lo comprendo y lo agradezco y las abro con gratitud a pesar del precio que he pagado por ellas. 

La muerte en vida, sí.  
La muerte que da paso al renacer.

El duelo por lo que ha muerto va dejando atrás la ira y la angustia.  Integrar el dolor del cambio tomará meses sino años.  Pero para eso es mi práctica espiritual,  para hacer crecer mi intención,  ir profundo,  confiar en lo desconocido.  Me pregunto diariamente si será que quiénes me han dado este regalo estarían haciendo lo mejor que pueden.  Intento mantenerme ecuánime en mis alas y observar la situación sin juzgarla.  

Una madre amorosa es despojada de sus niños injustamente y contra su voluntad....

y tal vez será que necesita hacer algo más?  

Será que hay algo que debe compartir y comprender más allá de las paredes de su pequeña ex-casa y ex-ciudad?  


Aún con fiebre,  me siento lo suficientemente sobria para comprender que así es.  Nada sucede bajo el sol a menos que exista una voluntad divina y esa voluntad siempre es sabia y perfecta.   La perspectiva,  el significado y el propósito de mi vida se van aclarando cada vez más.  Estoy aquí para hacer una contribución y estoy más que dispuesta. 

Pagamos un precio muy alto cuando no entregamos al mundo nuestros talentos.  

Así que continúo creciendo en lo que amo:  el amor por mi práctica crece como la espuma.  El amor por mi maestro también.  India me abraza en todos los sentidos y me apacigua diciéndome cada día que aquí pertenezco.   

Había una vez un hermoso país de selva verde y mares limpios que se disuelvió como tragado por el tiempo,  al igual que todos mis patrones de perfeccionismo,  de búsqueda de aprobación ajena y de ser siempre ¨la buena¨ - para que los demás estuvieran contentos.  

Ya puedo dedicarme intensamente a ir profundo,  rezarle al Amor,  confiar en lo Desconocido y manifestar muchos milagros. Algunos actos no tienen perdón y esa también es una opción que contemplo.  Pero lo que sí sé es que mi vida nueva ha nacido y estoy aquí totalmente  presente para no perdérmela.




viernes, 6 de septiembre de 2019

Love is everything

I met an amazing woman many years ago.  

She was smart,  beautiful,  a high end professional and also a caring mother.  We met when we were both really young and I saw her in her ups and downs as she saw mine.   She also went through a painful divorce but finally met her twin heart.

She started coming to my classes and I saw her blooming like a rose.  I was so happy for her and her husband.  She got pregnant and we were all part of this love story...a love story that like any other love story in this kingdom of samsara hala hala or illusion,  ended up in a terrible tragedy.

She inspired me a lot to give.  Her example is always with me, even though she is no more in this plane.  She died very young leaving a very small baby girl and her brokenhearted son and man behind.  

Life can be so brutally honest sometimes.  More than honest,  simply brutal.  I grieved for her and her kids and husband. 


I remember talking to her husband after she died as he was going through hell himself because of a custody case for his baby girl.  No pain can be compared to that of losing a loved one and on top, having to battle a legal fight under the threat of losing what we love the most.   It's what I'm going through now.  I don't have a heart to breathe and yet,  I have no option but to plan legal strategies,  think about defense,  anticipate more hell...with more than 300 days behind me without my beloved children.

I remember I told him to never give up.  I remember I truly believed he would win the case...and he did.  His daughter is now with him,  as children should be when one of the parents dies.  In case both parents are alive and the parents decide to separate,  children should be living with both.  These are the basic laws of life.  Those who brought these souls to earth love them more than anyone else and should enjoy and share the blessing of their presences equally.

But the illusion is not to be underestimated,  a wise teacher once said.  It's insidious and ambitions to ruin our lives and shatter our hearts.  It becomes especially cruel against those of us who work for the light and entangles us as much as she can so we give up and stop.

As I told my student,  the secret is to never give up.

He shared with me his wife's  last moments and I shared them here because they have sustained me in the nitty- gritty of these last ten months away from my babies.  

She let go of life understanding love is all there is.  Love that would later arrange things around so her daughter could embrace her father and live with him as the order of love rules,  not as the legal laberynth arrogantly pretends to know. Human laws cannot understand the Law of Love.  They cannot see into the tender heart of a baby and how much he needs both of his parents to grow up strong and steady.  Both have something valuable to give and much spiritual support to do- both are crucial for the healthy development of the child.  

In the tragedy of this story,  she left this world knowing that he would do anything to be with the baby and take care of their daughter.  She left in peace knowing her love was in the best hands. Many came and spoiled his reputation,  the same way mine has been.  

He kept going.  

The babies become the living targets of this low strategies since they cannot defend themselves and suffer the absence of the stranded parent deeply and quietly.  

I really cannot understand those who plot to take children away from their parents and parents themselves who do this against the one who gave them their own babies.  Even with all their flaws,  the reasons I decided to end the relationships, I always held the fathers of my children with respect.  Some decide to put them in jail for money,  some decide to suit them with lies.  This violates once again the order of Love. I respect those who gave me my most precious treasure in this lifetime,  even if I don't want them to be part of mine.

My friend died knowing Love is everything and Love brings order to chaos.  As I write this,  a fierce legal battle is being fought in Costa Rica in my name,   a battle that will take years and years to come to an end.  My children will be young adults by the time the final verdict comes out.  They will read this blog one day and that is why i'm documenting everything here.

The presence of my friend in heaven gives me faith to keep going.  The example of her husband and baby reuniting asks me to believe in miracles. Sometimes I feel so heartbroken I feel there is nothing in me to keep the head up. But this temporary darkness gives in after my practice and I understand I can hold all this pain in the center of  my heart and then exhale love and understanding for my children.  And not only mine but all the little kids that are entangled  in a maze of hate and lies covered by the bitter taste of a life deprived of their mother's or father's love unfairly. 

They cannot protest,  they have their little minds in so much confusion. I know my babies so well and I know exactly how they feel.  I know who is crying at night,  who tries to be strong,  which one daydreams in the bliss of good memories and gets distracted from homework.  I know the one that draws pictures and hides them,  the one who feels my love no matter what people around him say and the one who kicks his soccer ball hard so he can let go of some anger. A mother knows her cubs like no one else and as she gave them life,  she also gives nurturing ground as she breathes the unspoiled truth of unconditional love- no matter where they are.  

The mother is the safe ground for a child to explore life since our love is unconditional,  pure and pristine.  No other love can support a child like this because the law of love says 

you should hold them inside you for nine months,  give birth to them in the middle of tears and blood and hold them in your heart for the rest of your life. 

To grow up without their mother is the sentence the wise legal authorities have imposed on my babies.  I had only ten years with them,  ten years that seem like a second right now.  I was working so much and giving them the best I could as a single mother and then they were taken away from me, stranded from my loving arms as if they were puppies or kittens.  

My children are wise deep souls and they will inquire about this in due time.  Many knew my babies since they were born in a house whose doors were wide open to spiritual seekers from all over the world.  

My children,  like any other children,  are pure love walking this earth and pure love cannot ever be blemished.

In the meantime,  I face every day with the last words my wise friend uttered before leaving this world

"Love is everything".

I understand now Love oversees people's hearts and minds.  Love  knows who's heart is pure.  Love is holding me and my babies in her hand,  kneading us together more and more so we can become more pliable to her ways and come to understand we cannot be separated from each other,  no matter how hard others try or how things may look in the surface.   

Love is the glue that holds souls together and its beyond physical distance,  emotional manipulation,  even beyond death. 

Love is saying 


"Trust your babies will come to know the truth in due time.  
Don't grieve.  
Anything you love and lose comes back in another way."








lunes, 2 de septiembre de 2019

Ganesha

Hoy se celebra el Festival a Ganesha aquí en India.

Pienso en todos los obstáculos que me han traído hasta aquí y su impacto en mi crecimiento espiritual.  Es a través de los obstáculos que realmente nos conocemos,  que encontramos capacidades dormidas y alcanzamos la expresión completa de nuestras intenciones.

No es fácil atravesar los obstáculos.  En mi caso personal ha sido gracias a mi práctica de yoga y el apoyo de mi maestro y compañeros de camino que he podido ir más allá de lo que creía posible para mí.  Se han abierto una serie de posibilidades que no consideraba posibles en mis circunstancias mentales anteriores.  Ahora,  es como si la vida pasada-  esa que vivía dentro de esos límites mentales tan estrechos,  se hubiera desvanecido como el recuerdo de un sueño.

Cada día me pregunto qué hubiera sucedido si estos obstáculos no hubieran aparecido.  Probablemente, todavía estaría viviendo mi vida para agradar a otros,  para no crear situaciones incómodas a pesar de que muchas veces me hice de la vista gorda.  Sé que hubiera podido seguir mi vida así por muchos años más y no salir de mi propia prisión mental.  Fue gracias a todos los obstáculos que desperté a la realidad de que mi vida es un regalo que merece sacarle el jugo.

Estoy manifestado todo lo que amo y necesito.  Sigo haciéndolo cada día,  en conjunción con una práctica espiritual seria y enraizada.  Sé que el espacio que se ha abierto es como un milagro-  a pesar de que hacer el cambio de frecuencia fue abrupto y doloroso.  Mi mente anhelaba volver a lo conocido-  a pesar de que lo conocido me limitaba y hería diariamente. 

Había aprendido a vivir en un pequeño cuadrado,  intentando no molestar a aquellos que estaban pendientes de mí por diversas razones.  Pero eran relaciones que me coartaban mi libertad y es hasta ahora que esas relaciones desaparecieron que me doy cuenta del inmenso favor que me hizo Dios al destrozármelo todo.

Hoy celebro la capacidad que todos tenemos de movernos con la vida y mantenernos estables por dentro.  Confiando en que cada uno de nosotros tiene un destino claro y hacia él es que debemos caminar...obstáculo tras obstáculo pero con una mirada dulce.