lunes, 25 de enero de 2016

Serenidad Sublime



Ganda (गण्ड, Gaṇḍa) = mejilla
Bherunda (भेरुण्ड, Bheruṇḍa) = literalmente terrible,  que da miedo, malo.

Pájaro en forma de Shiva (शिव, Śiva)
Ganda Bherunda (गण्डभेरुण्ड, Gaṇḍa-Bheruṇḍa) = pájaro de dos cabezas en la mitología india. Alimenta a los elefantes.

El Ganda Bherunda (गण्दभेरुण्ड, Gaṇda-Bheruṇḍa) era el escudo de armas de la familia real de Mysore. 
Asana (आसन, Āsana) = postura, asiento.
Ganda Bherundasana (गन्द भेरुण्डासन, Ganda Bheruṇḍāsana) = Postura del Ganda Bherunda.
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Leo la descripción de esta postura y sólo siento miedo.  Se escucha temible y peligrosa.
Hoy mi maestro se volvió hacia mí en la parte final de mi práctica y me dijo:  
"Tomorrow Viparita Shalabasana. La antesala de la muerte.
He soñado con el día de hoy por muchos años.  Esta es la postura en todas las series que más me cautiva. Pero las pocas veces que la intenté por mi cuenta sentí que me asfixiaba.  
Y hoy me dijo: "Tomorrow".
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El nombre de la Tercera Serie es Sthira Baga.  Ha sido traducido de muchas formas,  entre ellas la fuerza de Dios.  Pero encontré un nombre que me encanta:  Serenidad Sublime.  Siento que todos los que practicamos compartimos el anhelo por un lugar interno lejos del ruido mental,  un lugar que sea nuestro oasis,  nuestro refugio.
Hoy llega algo sublime que esperé con mucha ansiedad por 16 años de práctica constante.  Conversaba con un amigo en Costa Rica sobre mi camino y me prometió rezar mañana por mí.  He escuchado muchas historias y mitos de mis colegas que en esta postura se han desmayado, vomitado, desencajado...
Sin embargo,  no tengo miedo.  Sí cierta emoción.  Aquí en Mysore las posturas no llegan cuando uno quiere.  Llegan cuando tienen que llegar.  Algo todavía necesitaba madurar en mí porque el año pasado me moría porque me la diera...y por supuesto,  no sucedió.  Este año he venido a India desde otro lugar: un lugar que no pide nada,  que no intenta quedar bien con nadie.  Un lugar de sinceridad conmigo misma y con mis propia sombra.  En ella estoy encontrando mucha sabiduría.  Con ella me regodeo todos los días después del shala.  Nada de socializar,  ningún interés externo.  Sólo disfrutar los efectos de esa hora y media diaria:  lo sublime de saberme serena en medio de esta hermosa vida impredecible.
Esta es mi última semana y como es tradicional,  Sharath nos pide todo para luego soltarnos a nuestras prácticas personales por los siguientes meses.  Confío en su criterio,  sé que estoy en las mejores manos.  No existen dudas en mi mente sobre mi maestro ni sobre mi camino.  
Cuánta energía desperdicié cuestionándome,  intentanto hacerlo "bien".  

No hay forma de hacerlo bien.  Hay que hacerlo y nada más.  Ser lo suficientemente cuerdo en este mundo de banalidades para discernir qué nos frena y qué nos impulsa.  Hay que limpiar la casa.  Hay que limpiar amistades y relaciones.   Hay que llegar a la alfombra diariamente a vernos con sinceridad. Hay que llorar las pérdidas,  acomodar la vida material,  sonreír en medio de todo porque estamos siendo guiados.
Y nunca olvidar estar tan agradecidos.
Así que los dramas son historias de vidas pasadas que incluyen por supuesto esta.  Los veo a lo lejos y me doy lástima.  Sin embargo,  gracias a ellos estoy aquí hoy,  escribiendo desde mi apartamento en Mysore,  temblando todavía de los tic tocs completos que hoy llegaron finalmente después de nueve años.  Nueve años en que rendí lo que había construído en mi práctica porque así me lo pidió el corazón.  Y como el ave fénix de las cenizas de muchos sueños rotos renació uno nuevo.
El que realmente era para mí. 

 Lo recibo más serena,  muy feliz.
Y así se llenará mi vida:  con gente deseosa de estar presente,  con deseo ardiente de quitarse las máscaras, de dar pasitos modestos pero genuinos.
Gente auténtica de corazón grande.
Lo verdaderamente Sublime.





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