martes, 1 de enero de 2013

Los Tirtha y el paso al mas alla

Encuentro finalmente una compu.  La mia inhabilitada y descargada porque se me olvido uno de los conectores 110 a 220.  Sin embargo,  no tiene tildes.  Pero son ya muchos los dias sin escribir.

Escribo desde Varanasi,  una de las ciudades mas antiguas y sagradas del Hinduismo.  La travesia no ha sido facil.  Los vuelos a India son mas que largos y la llegada a Delhi es triste ante la muerte de Nirbhaya.  El asesinato ha servido de llamada de atencion masiva no solo en India sino en el mundo ante el maltrato a las mujeres en esta cultura misogina.  Las ninas estan desprotegidas incluso desde antes de nacer:  los padres y madres las abortan,  las abusan,  las abandonan.  Crecen sin proteccion en una cultura que aprecia solo a los hombres y ataca a las mujeres.  Ser mujer en India es no tener derecho a nada:  no hay posibilidad alguna de liberacion espiritual ni material,  las viudas son abandonadas por las familias,  las ninas violadas.  El 2012 cierra con tristeza para todos.  No tengo ganas de celebrar.

Sin embargo,  la atmosfera de Varanasi es embriagante.  El Rio Ganges transcurre por la ciudad como una madre que arropa a sus hijos.  Los peregrinos se internan en sus aguas heladas llenos de fe y devocion.  El amanecer sucede a traves de la niebla y de las plegarias y oraciones por un mejor 2013 que se escuchan a traves de megafonos en hindi y sanscrito.  Los escucho desde muy adentro y con ellos rescato mi propia plegaria.   Entrego mis intenciones a este Rio-Madre,  pidiendo soltar miedos y dudas,  escuchar mas a los otros y honrar a todos los seres vivientes.

Los cantos de los saddhus y el barullo de la gente no impiden que mi alma se detenga en seco al llegar a los ghats de cremacion.  A pesar de ser mi segunda visita a este lugar,  no puedo menos que impactarme al ver a un cadaver a medio metro de mis pies,  ya casi consumido por el fuego. Solo queda el craneo, los dientes y la pelvis.  Mientras lo observo y toco mi propia mandibula vida,  veo ahi cerca otro cadaver ya  listo para topar el fuego.  La madera huele bien.  Solo hay hombres y yo.  Las mujeres no las admiten porque sus lloros impiden que el alma haga la transicion al mas alla serenamente.  El Rio rodea y resguarda todo y en este sitio que se abre a otras dimensiones contemplo mi propia vida,  muerte y futura transicion.

 No se cuanto tiempo me queda,  sin embargo, estar aqui hoy 1ero de enero me pone frente a la cruda realidad de mi propia mortalidad y la de aquellos  que amo. Prometo estar presente.  Presencia.  Eso es lo que en realidad pido para esta nueva etapa. Presencia ante todo,  bueno o malo o lo que sea.  Presencia y vida.  Gratitud.

Agradezco la ciudad escandalosa y sucia que me permite visualizar mi corto futuro en esta vida.  Los ninos adorables entre la basura,  los cachorritos recien nacidos en el barro.  Estoy hecha de barro y suciedad como ellos,  me identifico totalmente con su frio,  su hambre y su dolor existencial. Sin embargo,  por encima de todo este caos,  siento una paz extrana.  No la encuentro cuando estoy en mi propio pais, pero aqui todos la exudan,  desde la vaca en la esquina hasta el rickshaw driver en su bicicleta.  Ojos vivos,  sonrisas desdentadas,  miembros desaparecidos por polio, lepra o enfermedades congenitas.  Aqui veo la vida.  Me veo como soy.

No tengo que maquillar nada en este lugar de realidad espiritual.  En nuestra propia mortalidad esta todo el secreto. Encuentro el murmullo de una voz en mi corazon que me dice que todo esta bien.  Esta bien morir,  esta bien sufrir,  no tengo mas que respirar y abrir los ojos.  El resto viene hacia mi, inexorable,  a su tiempo.  Mientras la barca nos lleva por el rio y la niebla se disipa, escucho la voz de mi corazon congraciandose con la realidad de este plano.   Y me siento en casa.

Los tirtha son lugares que rozan el otro mundo. Son siete puertas sagradas, siete ciudades en India de las cuales Varanasi es la mas importante.  Antes de esta manana, no entiendo muy bien el concepto y cuando lo leo en la guia suena foraneo.

Aquellos que visitan Varanasi, dice el Hinduismo,  son bendecidos.  Aquellos que mueren aqui encuentran el Moksha.

Solo se  que lo que vivi hoy primero de enero del 2013 no lo habia comprendido antes.  Se que estoy viva y se que estoy muerta al mismo tiempo.  Desde ahora.

Y es perfecto...

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