miércoles, 26 de diciembre de 2012

El columpio de la alegría


Maletas listas. Corazón roto.
Esta es la primera vez en todos mis viajes que no quiero irme.

Soltar a mis bebés se siente como un ardor y una tristeza inefable.  Sólo sé que tengo que agarrar mi valija y confiar que Dios me los va a cuidar estos 40 días.

El yama del Aparigraha es para mí el más difícil de todos.  Qué duro es soltar a los que amamos y saber que hay una fuerza más grande que los mantiene con vida,  que los cuida y protege siempre...estén o no junto a nosotros.

Las huellas kármicas de apegos pasados se juntan con las actuales y me veo sola con un panorama gris y nublado.

Sé que de nuevo me piden un Leap of Faith.
Sé que lo que suceda es lo que tiene que suceder.
Sé que cuando esté allá voy a agradecer una y mil veces este salto en el vacío.

Mientras me columpio esta última tarde de diciembre con mis pequeñitos,  le pido al de Arriba que los guíe en su camino:  escogieron esta mamá yogini y por algo será.

India espera....India llama.
AQUÍ VOY.

1 comentario:

  1. Buen viaje Mariela, aquí todos quedamos sosteniendo el barco y muy pendientes de los babys!

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.