viernes, 11 de enero de 2013

Cambio de perspectiva

La vida nos invita muchas veces a hacer un cambio de perspectiva.

Algunos de nosotros somos bien tercos y nos negamos.  Y nos sigue dando señales de que tenemos que cambiar:  algo,  lo que sea.  

A veces,  cuando siento que no puedo dar el gran paso, empiezo por dar el paso pequeñito. Así me sucedió en este país de contrastes y ambiguedades.

India lo recibe a uno con esto:


Desde el primer momento, nos obliga a cuestionarnos.

Ojo que esta foto la tomé hoy en la mañana y este Toilet Indian Style es todo un ejemplo de limpieza,  pulcritud y buen olor!!

Me he topado con mucho peores, pero la enseñanza importante es esta:  un occidental llega y lo primero que se pregunta es:  "Y adónde diablos está el papel?"  Preconcepciones y expectativas. Nada de papel,  aguita en la palangana y la maravilla de nuestra mano izquierda.

Segunda pregunta de rigor:  "Cómo me acomodo?!" Amenaza a nuestra zona de confort.  Para los que hacemos Yoga y estamos acostumbrados a poner el cuerpo en posiciones inverosímiles,  acuclillarse tal vez no sea nada del otro mundo.  Pero para la mayoría de los cuerpos occidentales,  acostumbrados a estar sentados el 80% del tiempo en escritorios, computadoras y carros,  agacharse puede ser un poco aparatoso.  Sobre todo si estamos en un momento de premura.

Tercera pregunta:  "Cómo hago para quitarme la ropa y que no quede toda mojada? Además,  para no resbalarme en el piso mojado?"  Renovación y creatividad. Y he aquí lo que descubrí:  los indios e indias andan con ropas muy diferentes a las nuestras. Las mujeres se envuelven en una tela de unos seis metros de largo llamados saris,  los hombres usan camisas occidentales con unos trapos muy interesantes llamados longhis y dhotis en la parte inferior del cuerpo,  fáciles de desamarrar en el acto.  Pantalones,  shorts y otras prendas nuestras pueden terminar empapadas.  Ellos simplemente no usan ropa interior.

Así que todo se va dilucidando.

Viene una situación inesperada en nuestras vidas.  La observamos primero.  Claro,  la opción de aguantarse es válida también.  Pero si sentimos la urgencia del cambio, no no queda más que ponernos creativos.  Las primeras veces que enfrenté estos Indian Toilets fue verdaderamente penoso.  Pero poco a poco fui ganando experiencia.  Ahora los disfruto un montón.

Dicen los indios que no hay que confiar en nadie que se limpie con papel en vez de agua...ja ja
Además,  dicen que sentarse en un escusado es malísimo porque el intestino no se vacía completamente.

Así que tal vez sí deba comprarme el toilet indio para llevármelo a Costa Rica.  El problema es que todavía no sé cómo cargarlo en el avión.

Cierro esta anécdota con una frase que me llegó mucho en estos días:  no tengamos miedo a fracasar. Tengamos miedo a no intentarlo,  a seguir una vida entera sin vibrar al 100% de nuestra intensidad.  Que el último día nos sorprenda con una sonrisa de oreja a oreja,  rodeados de gente que adoramos con todo nuestro corazón y haciendo lo que amamos.

Aunque en el camino nos topemos con algunos Indian Toilets...
viva el cambio de perspectiva!

2 comentarios:

  1. Precisamente ahora que estoy incursionando en el mundo del Yoga, encontrar este blog me ha parecido muy oportuno. Seguiré visitando estos lares! :) Un saludo!

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  2. Hola, Kris, muchas gracias por escribir! un saludo desde India. Namasté!

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