lunes, 22 de junio de 2015

Sólo gratitud en mi corazón...y paz..y amor

Hay momentos en la vida donde uno necesita decidir.

Co-creamos con la energía de la vida y somos partícipes de cada evento en nuestra existencia.  Nadie nos hace nada:  nadie nos puede hacer daño si no lo permitimos,  nadie nos puede abandonar, herir ni traicionar.  Somos nosotros los nos permitimos sentir que esto sucede si todavía hay algo adentro que necesitamos sanar.

Y para eso es que pasan estos eventos.

Culpar al otro es sólo evadir la responsabilidad que tenemos con nosotros mismos de crecer.  Proyectar en el otro un escape de nuestros propios fantasmas.  Se requiere estar muy despierto para asumirnos.  Se necesita mucho valor para abrazar nuestras partes oscuras.

El otro llega con una misión:  ser espejo despiadado de nuestros ángulos muertos.  Ante los detonadores me pasa que tomo dos posiciones ya bastante predecibles:   una,  me cierro.  Me enojo,  me quejo,  me digo a mí misma aquí voy de nuevo.  La segunda es que intento- aunque no sea nada nada fácil,  no reaccionar.  Siento por dentro como si mil caballos corrieran hacia la derecha y sólo uno hacia la izquierda.  Siento el impulso habitual de pegar siete gritos,  herir de vuelta y pagar con la misma moneda.  Pero después de cien mil veces de hacerlo sé que ninguna de las dos opciones me sirve para crecer.  Sólo me mantienen encadenada a mis viejas ataduras.

Quisiera intentar salirme de estas dos opciones tan burdas y predecibles.  Quisiera poder conectar con la consciencia que me anima en cada momento y observar la situación desde lejos,  como testigo de una mente,  un corazón y una humanidad que está acostumbrada al drama y lo reactivo.  Eso fue lo que siempre vi,  con lo que crecí.  Aprendí que habían otras formas de vivir la vida cuando tenía más de treinta años.

Antes de eso,  vivía en una constante telenovela-culebrón sin principio ni final.

Hoy por hoy claro que hay situaciones que me detonan.  Pero estoy aprendiendo a soltar más rápido.  Estoy entendiendo que sostener una posición me cierra a la magnífica oportunidad que me da la vida de cambiar de perspectiva.  De considerar que todo lo que creo está errado,  a intentar explorar nuevas posibilidades y horizontes.

Qué tal si en vez de cerrarme intento exactamente lo opuesto?  

Qué tal si en vez de enojarme, busco compasión y empatía?  

Y si en vez de huir me quedo?  
Y si en vez de atacar,  me acerco?

La vida nos coloca a veces en situaciones muy particulares.  Un día uno está de un lado,  al día siguiente del otro.  Agradezco el lugar en que estoy hoy.  Es un lugar un tanto incómodo,  tengo que confesarlo.  Es una posición bastante precaria y sin embargo,  me está dando tanto.  Sé que tratar de cuadrarla y acomodarla sólo me va a dar dolores de cabeza,  así que opto por tomarla como viene y agradecerla,  sintiendo un profundo amor y paz al aceptar la impermanencia de todo.

Dulce impermanencia que en estos momentos me permite ver muchos eventos pasados desde una nuevo ángulo.  Me ayuda a sentir compasión por gente que en otros momentos juzgué con dureza.  Si sólo hubiera anticipado que yo iba a ocupar su rol aquí y ahora seguramente no hubiera sido tan implacable en mis juicios.  Juicios absurdos que en algún momento se sintieron plenos de razón y objetividad.

No.  Estaba equivocada.  Muy equivocada.

La posición del amor es la única que aspiro a defender.  Amor cierto,  inequívoco y valeroso.  De esos que no abundan,  de los que son muy escasos.

Sé que al estar al lado del Amor todo se acomodará y lo intrascendente va a pasar.  El amor tiene el poder de barrer con todo lo que no se le parezca.  Me limpia,  me pule,  me deshace.  Me hace reconsiderar todos los postulados de mi vida en un instante:  será que todo valió la pena,  sin quitarle nada.  Tal vez no pude ver la perfección de ese río de vida que en algunos momentos se sintió despiadado y cruel.

Todo tuvo una razón de ser porque estoy en esta beatitud del momento presente,  aquí y ahora.

La encrucijada es tal sólo para mi mente.
Mi corazón hace rato que dio su respuesta.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.