martes, 31 de mayo de 2016

A los pies del Maestro

Hoy tuve una experiencia sublime y quiero compartirla con ustedes porque estoy empezando a entender eso de que Dios está en todas partes- como decía nuestro querido Guruji.

Tuvimos una práctica salvaje esta mañana y hoy las variables aumentaron considerablemente. Primero,  hubo un éxodo importante en el grupo.  Estábamos con costos la mitad de los que empezamos.  Se notó que las prácticas de los días pasados tuvieron su precio para muchos.  Sin embargo,  para los que hicimos acto de presencia-  con timidez he de confesar porque hoy Sharath abrió la práctica al público,  no fue nada fácil.

Segunda serie guiada implica un nivel de enfoque muy agudo.  Una presencia total.  Fue muy difícil hacerlo en medio de un público que insistía en sacar sus teléfonos para capturar imágenes.  Sharath fue contundente al inicio y pidió específicamente que guardaran teléfonos.  Es más,  riendo dijo que si veía a alguien filmando les iba a requisar el device.

Sus palabras no fueron escuchadas.

Empezamos y Sharath tuvo que detenerse más de una vez a insistir en su pedido.  Realmente fue doloroso porque mientras discutía con la gente nosotros sosteníamos las posturas.  Creo que conté al menos 15 respiraciones en Pinchu Mayurasana.  Not nice.

Not nice at all-  gritaba por dentro.


Esa fue la primera variable.  La segunda fue una chica bastante perdida que decidió unirse al grupo intempestivamente.  Normalmente hacemos Led  sólo aquellos que él conoce personalmente o aquellos que han sido invitados por sus maestros y están recomendados.  Pues esta chica decidió improvisar de la nada:  puso su mat y empezó a practicar con nosotros.

Obviamente Sharath le dijo que no podía estar ahí.  Y lo que hizo fue que movió su mat para atrás y siguió practicando!!

Ahí mi maestro sí se enojó (podía escuchar el tono de voz que conozco también cuando alguien insiste en hacer algo tonto) y mientras intentaba decirle en su inglés indio que no estaba preparada para esta práctica en específico, nosotros temblábamos en Bakasana.

Ufff....

Estar a los pies de mi maestro no es para todos.  Hoy tuvimos mis colegas y yo una experiencia de primera mano de mucha inconsciencia en el cuarto.  Es triste ver como mucha gente mueve sus cuerpos,  parecen flexibles pero sus mentes están totalmente perdidas en el espacio.  

Qué es el yoga, me pregunto? No es ante todo control mental, disciplina? Será que para esto se requiere una cierta cualidad de mente y no todos la tienen?  O será que el cuarto estaba plagado de principantes?  Adónde estaban sus maestros?  Todos estos pensamientos cruzaban mi mente mientras escuchaba a mi maestro batallando por garantizarnos un espacio seguro a los que esta mañana tuvimos las agallas de show up.

Todos tenemos dos mentes:  una rebelde ( la que saca el celular y no escucha las instrucciones del maestro y quiere salirse con la suya) y una que realmente quiere practicar.  Todos tenemos ese split:  y cuando ese split se hace muy pronunciado lo llamamos esquizofrenia.

Los maestros en India vieron claro este tema.  Y dijeron claramente:  lo primero es disciplinar el cuerpo.  El cuerpo incluye los elementos sutiles,  los nadis o canales de energía y el comportamiento de la energía vital y la armonía del sistema nervioso.   Es necesario alcanzar un estado donde los sentidos no nos hagan trastadas y la mente esté enfocada y tranquila.

Este proceso de purificación puede tomar años, considerando que sea hecho en buenas manos.   El objetivo de la práctica de asana y pranayama es crear un balance en las actividades y procesos del cuerpo físico, la mente y la energía.  Cuando este balance está hay un despertar de la consciencia y ahí es donde evolucionamos como seres humanos.

Y el yoga tiene como propósito último este despertar.

Así que me dí cuenta hoy que muchos hacen los movimientos pero todavía no han empezado siquiera a practicar.  Los celulares ganaron la partida,  la rebeldía interrumpió la clase.  Sufrimos muchos los que estábamos hoy de carne de cañón,  como ganado al matadero.   Pero sé que también aprendimos mucho.  He pasado un día intenso,  con mucho dolor en mi cuerpo y un cansancio profundo.  La Serie tuvo muchos altercados esta mañana.  El Shakti no pudo moverse con la fluidez y desenfado de los dos últimos días.  Tuvimos interferencias Houston...pero no es así la vida cada día,  me pregunto?

Cuántos de nosotros practicamos temprano y luego lidiamos con niños,  tráfico,  trabajos y gente irresponsable e inconsciente?  Cuántos intentamos sostener prácticas por años en medio de ambientes hostiles,  compañías mediocres y amistades erradas?  Creo que hoy fue la graduación perfecta para mi grupo de Serie Intermedia.  No la práctica idílica,  intensa pero segura de los últimos días.  NO.  Hoy tuvimos la experiencia real de un yogi en el mundo,  sometido diariamente a toda clase de imprevistos.

El día terminó,  sin embargo,  con una hermosa experiencia, muy profunda y llena de éxtasis que no me esperaba.   Mis amigos me llevaron a un templo,  la casa de un santo de India que vino a California a inicios del siglo 20.  He estado en varias de sus casas y tengo que decir que hoy fue un día especial.  En una colina alta de LA,  después de muchas curvas y recovecos, entramos a un jardín plácido.  Abajo la ciudad bulliciosa y nosotros cerca del cielo rodeados de un silencio conmovedor.

Mientras caminábamos por los jardines cuidados con esmero,  encontramos el estanque repleto de kois coloridas,  mis preferidas.  Las flores y los árboles se movían con el viento.  Dos árboles en específico llamaron mi atención:  mi amiga me contó que Yogananda trajo sus semillas desde los Himalayas y sembró estos árboles que ya tendrán sus cien años.  Su presencia me trajo de vuelta a ese lugar adentro y su sombra me cubrió con un manto de Gracia y paz.

En un pequeño santuario vi las palabras escritas por el Santo en el concreto fresco:  "God Alone."  Y me senté un rato en silencio cerca de esas palabras escritas hace muchos años con convicción y sabiduría.  Fui presa de una serenidad súbita,  llena de un Amor incomprensible y extenso y sentí una presencia apacible y amorosa que me rodeó por completo.

Y comprendí que en este mundo imperfecto existe la perfección siempre y que Dios tiene una forma de balancear todo a su manera.  Confiada,  feliz y contenida terminé la tarde en la compañía amorosa de mis amigos,  con una Coca Cola mexicana en la mano y muchas risas.  El día cerró sin más cuestionamientos:  sólo la sencilla realización de que todo es perfecto tal y como es.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.