domingo, 6 de mayo de 2012

La insoportable levedad del ser

"During times of universal deceit, telling the truth becomes a revolutionary act." --George Orwell


En los tiempos de engaño universal,  decir la verdad es un acto revolucionario.-


Leo estas palabras y me llenan de esperanza.
Termino el día con una mezcla de tristeza y serenidad.


Toda esta situación vital me ha mostrado tantas cosas,  ha sido tan enriquecedora! En otro momento de mi vida,  probablemente estaría deprimida y enferma.  Pero veo los frutos de mi práctica:  me siento entera,  movida pero entera.


No viene al caso entrar en los detalles de la situación en sí.  Todos estamos enfrentando cambios.  Para algunos de nosotros,  estos cambios remueven los pilares mismos de nuestras vidas.  Me encuentro,  además,  en una encrucijada vital en donde cada palabra que escribo,  cada acción que tomo,  tiene un impacto que se magnifica. No entiendo muy bien por qué terminé en esta posición, nunca la busqué. Sin embargo,  recuerdo las palabras de mis maestros:  el Yoga expande todo.  Expande por tanto los efectos de nuestras acciones y mueve aquello que está rígido y cerrado dentro de nosotros.  Afecta el status quo...nos puede literalmente "arruinar"  la vida.


Eso de arruinar es relativo.  No creo que sea arruinar soltar las cadenas de una vida falsa vivida hacia afuera.  Irremediablemente,  cuando uno está en el spotlight trata de cumplir con las expectativas ajenas,  a veces en detrimento de la identidad propia.  Es normal. Es humano.  Queremos quedar bien.  


Siento un alivio profundo de saber que esa etapa de mi vida terminó. De ahora en adelante,  todo es real.  What you see is what you get,  me dijo una vez uno de mis maestros principales- mi primer esposo.  Vivir en función de otros es agotador e insostenible.  Siento como si me hubiera quitado la catedral de la cabeza.  Y aquellos que quieran estar en contacto conmigo-como simple ser humano en el camino,  igual que todos-  encontrarán de este lado una mortal en evolución,  a veces in-volución,  pero en movimiento.


Muchas almas carecen de este drive o tapas- le llamamos en Yoga.  Ese deseo ardiente por la transformación. Ese inevitable anhelo por aguantar lo que sea en aras de la verdad y la libertad.   Algunos se contentan con vivir de las migajas de las vidas ajenas,  observando todo desde las barreras.  Comentando,  susurrando.  Otros somos tan imprudentes de lanzarnos a correr en medio de los toros,  caernos y llenarnos de barro hasta las orejas y gritar a los cuatro vientos que la vida es muy corta para desperdiciarla. 


Distintas necesidades,  diferentes momentos.  


A aquellos que me escriben a diario,  que me recuerdan que lo que escribo no es sólo mío,  que de muchas formas me demuestran su apoyo y cariño...no a mi personalidad o ego,  sino a aquella parte mía verdadera que escribe porque no tiene más remedio.  A aquellos que ya no nos contentamos con vivir una vida para afuera y que la sed de verdad nos pide pedir a gritos un cambio de paradigma.   A esos es que escribo:  a los inconformes,  a los rebeldes,  a esos pocos...


Los corazones que han estado cerca en esta tormenta estarán cerca hasta el último día de mi vida.  Los que se han alejado,  les deseo lo mejor en su camino. Somos lucecitas en un cielo que nos apagamos muy rápido. Si tuve el privilegio de tener encendida mi luz por ese breve instante y coincidir...me siento más que agradecida. 


La luz de la verdad es difícil de masticar.  Es mucho más cómodo seguir en la rutina y el desamor.  Cuántas personas en este mundo permanecen en relaciones muertas en nombre de mil razones:  conveniencia,  rutina,  comodidad material,  hijos,  status,  miedo, costumbre, etc, etc, etc?   Cuántos nos salimos de la convención y le apostamos a la realidad?  Al final de nuestros días,  sólo nosotros sabremos si vivimos nuestra  vida plenamente.  Ahí estaremos solos enfrentando el final. 


Yo aspiro a morir con una sonrisa en los labios.  A recordar cada momento con la tranquilidad que ESTA fue mi vida,  sólo mía,  llena de amor y errores,  llena de dolor y éxtasis.  La paradoja incoherente de ser mortal y eterna a la vez.


La incomprensible e insoportable levedad de este ser.

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