viernes, 4 de mayo de 2012

Kuruksetra: en el campo de batalla

"En un campo de batalla.."

Esta noche me refugio en el Bhagavad Gita:  la Canción de Dios.  Arjuna:  príncipe guerrero.  Krishna:  su consejero y amigo.  El campo de batalla:  la vida.  El dharma:  nuestro deber y destino como almas.

Me siento apaleada como Arjuna.  Su crisis  radica en que a pesar de que siente una alineación profunda con los guerreros de su bando,  al ver las caras de sus oponentes y muchos de sus amigos,  se queda inmovilizado por el conflicto interno de dañar a aquellos que ama.

Ninguno de los bandos es totalmente malo ni totalmente bueno.  Arjuna está en un terrible dilema: no importa qué acción tome,  las consecuencias de sus actos van a ser horribles de cualquier forma.  Si lucha,  va a matar a sus seres queridos.  Si no lucha,  el Mal vencerá.   Se da cuenta que todos sus estudios y fórmulas espirituales- teorías y técnicas- de nada le sirven en este momento.  Cualquier acción que tome resultará en la destrucción de aquello que ama.

Al igual que este príncipe que yace en el suelo del campo de batalla, totalmente inerte y temblando de miedo ante su destino,  las últimas semanas han tenido la virtud de tirarme al piso en todos los sentidos y hacerme saborear el polvo del campo de batalla.     Me doy cuenta de mi propia vulnerabilidad.  Esa vulnerabilidad que tanto me he cuidado de no compartir en mis relaciones por miedo a salir herida de nuevo.

Realizo la impermanencia de los ciclos,  de las conexiones con otros seres,  de mis propios sentimientos.

Qué sucede cuando nuestro mundo externo- deber,  acción correcta e idealismo-choca contra el mundo interno?

Qué sucede si nos encontramos en una situación donde las circunstancias requieren que uno actúe y uno no está muy seguro de hacia adónde?

La respuesta de Krishna a Arjuna es:  "Tus acciones deben ser acordes a tu sentido de la verdad dentro de tus circunstancias."

mmmm....claro, pero difícil de poner en práctica.

La lucha interna de Arjuna es tan dolorosa porque va a enfrentar una guerra fraticida.  Ama a sus hermanos,  sus primos,  sus maestros.  Luchar o no luchar tienen ambos consecuencias fatales.   Este dilema es mi circunstancia humana de cada día.  Todos  enfrentamos en algún momento disyuntivas críticas que son nuestra propia versión de la crisis del príncipe.

Arjuna me inspira a ver la imperfección de todas las acciones que he tomado y tomaré en esta vida.  El resultado puede ser bueno,  pero no será absolutamente perfecto. Siempre habrán sus pros y sus contras.  Incluso aquellas acciones que en el pasado consideré "malas", tenían  un elemento de bondad o resultaron en algo positivo.  Veo mi vida hacia atrás y puedo dar testimonio de esto. Lo que en su momento me pareció terrible e injusto,  ahora lo veo como una bendición.  Qué paradoja es ser humano!

Al igual que el fuego produce humo...Veo mi perfeccionismo compulsivo de años y me doy cuenta de que en este momento no tiene nada qué ofrecerme. Es tiempo de soltar, confiar y ofrecer mis acciones a esa Energía más grande.

El Yoga es para aquellos seres humanos que estamos dispuestos a tomar acción.  Aquellos que nos sentimos inspirados, enfocados y concentrados en nuestro dharma,  pero al mismo tiempo permanecemos desapegados a los resultados de nuestras acciones.

El gozo del Yoga radica en actuar desde nuestro Ser Verdadero y experimentar la libertad.  Todos estamos atrapados por los nudos que llamamos el samsara- la rueda de la existencia condicionada.  Pero llega un día en nuestra vida que experimentamos el auténtico y único surrender-la sensación de que esto es demasiado y va más allá de nuestras posibilidades de comprensión.  Tiempo de dejar ir.  Tiempo de pasarle las riendas de regreso a Krishna.  De todas formas,  El siempre las tuvo.

Suelto y experimento algo nuevo:  una sensación potente de profundo gozo y paz.   Sé que todo está en manos de mi cochero. Mi consciencia se expande de una forma hasta ahora desconocida y mi corazón se apacigua.  Encuentro refugio en el regazo de esta Presencia amorosa.  Siento que estoy en buenas manos.

Confío en la esencia del Amor.  Es el Amor lo único que me permite estar presente.  Es quién realmente soy.

"Enfócate en Mí en todo momento, Arjuna. 
Así superarás cualquier obstáculo.
Ofréceme todas tus acciones,  
Amame por encima de todo. 


Toma refugio en Mí y 
no temas."


Me duermo en paz.  Krishna  me acaricia el pelo.



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