sábado, 8 de agosto de 2015

Guru to go

Primer día check.

Me despierto porque Tuija,  mi amiga finlandesa,  se despierta muy temprano para llegar a la Serie Primaria.  Hay alrededor de 250 personas en el turno de las 8 am.

Es impresionante.

Intento abrir los ojos pero no responden.  Me dicen que en San José son las 11 de la noche,  que qué diablos estoy haciendo levantándome a esa hora.  Me quedo inmóvil en el colchón:  amo dormir en el piso.  Sobre todo en un shala como este,  tan lleno de amor y devoción.

"Hora de levantarse"- me digo a mí misma y como puedo me incorporo.  Mi amiga Kerstin de Australia ya está en pie haciendo café.

"Salimos a las 8"- me dice.  Lejos estaba de anticipar la aventura en bici para ir a buscar el venue.

Ayer nos aseguraron que la mejor forma de llegar al evento era en bicicleta.  Así que alquilé una- sin casco por supuesto.  Aquí nadie usa casco.  Y hoy nos fuimos con mat a la espalda,  mucha emoción y un mapa para guiarnos.

Empezamos a pedalear.  Después de varias vueltas en círculo finalmente encontramos la calle de los lagos.  Un boulevar precioso bordeaba el agua repleta de cisnes blancos y negros.  Como es sábado, muchos daneses madrugaron a caminar y correr y pedaleamos y pedaleamos entre risas y jolgorio.  Como a la media hora de pedalear y ya bastante calientes,  nos detuvimos en una esquina un poco perdidas.  Cuál no sería la sorpresa cuando vino hacia nosotras un señor y muy amablemente nos preguntó si podía ayudarnos.

Vio el mapa y le indicó a Kerstin el camino: qué amabilidad!

Llegamos al lugar y ya muchos amigos y conocidos estaban ahí.  Fui saludando amigos de Austria, España,  Sudáfrica,  Francia,  Suecia,  Estados Unidos,  Italia,  Serbia y Dinamarca.  Una chica de México se acercó muy amablemente a saludarme y decirme que era alumna de un querido amigo por allá.  El clima era de mucha camaradería,  relajación y amistad sincera.  Arriba estaban todavía los de Primera Serie en medio de la maratón.

Empezaron a bajar y nos preparamos para entrar.   Con un amigo de Mallorca hablamos de mariposas en la panza.  Pensar que en el segundo piso estaba él!  De verdad que la relación con tu maestro no tiene sustitutos:  es como un enamoramiento teñido de tanto respeto y devoción que es imposible de describir.  Entramos al salón,  muy bello de techo muy alto y encontré mi lugar.   De inmediato fui a saludarlo.

"Hi!- me dijo con una sonrisa dulce y los ojitos brillantes.  "You came!"

Llena de una alegría inexplicable le contesté que estaba muy feliz de verlo.  Creo que mi amiga de México y yo somos las únicas locas que cruzamos el océano para estar aquí.

Me acomodé en mi alfombra y me llamó a la primera fila.
Oh no! 

Mi amigo de España también se movió al frente:
"A enfrentar mis miedos"- me dijo con una sonrisa.

Y esperamos en silencio.  Estar frente a mi Guru se sentía como estar cerca de un reactor nuclear.  Cerré los ojos y se me llenaron de lágrimas.  Tanto amor contenido en ese pequeño cuerpo.  Tanta energía y consciencia.  Nos quedamos todos en silencio.  Fue un silencio largo-  o será que me fui en un viaje extraterrestre.

De pronto,  de muy lejos escuché:  "Samastitih".

Su voz me trajo de regreso a tierra y empezamos nuestra rutina -que hoy estuvo especialmente dura. Sostuvimos chaturangas eternos,  kapotasanas profundos y titibhasanas dolorosos.   Nos ayudó a todos con amabilidad y hasta un par de chistes.  Poco a poco el cuarto se fue vaciando y de cincuenta que empezamos quedamos al final unos veinte,  todos maestros y un par de estudiantes avanzados.   La masacre no fue tanta y tuvo piedad de nosotros en los backbends:  no catching today.

Terminé la serie temblando como un conejito.  Mientras descansaba en mi alfombra sentí como una ola todo el amor que por mi amado hijo Ariel.  Recordé su nacimiento:  casi se me viene en el carro, contundente en su entrada a esta vida.  Llegué al hospital y nació sin doctor,  apenas me dio chance de subirme a la silla.  El pediatra recibió a Ariel y recuerdo toda la experiencia tan intensa y apabullante como mi mejor parto.

Algo así se siente practicar con mi maestro.  Mientras uno está en el count siente que se va a morir. Pero luego entra uno en un estado de éxtasis y gratitud totales por estar en su presencia,  en esta vida teñida de yoga por doquier que nos trae tantos regalos.  Sólo se multiplican con el tiempo.

Desayunamos todos juntos al sol de la mañana danesa.  Hambrientos,  fatigados y requetefelices. Todos los días conozco a alguien hermoso:  hoy fue a Lisa de Suecia que se prepara para recibirlo en Estocolmo a partir del próximo sábado.  En medio de sus tareas como mamá y maestra le toca ahora sostener el evento en Estocolmo.  Me cuenta de todos los detalles que implican invitarlo a su país: entre ellos insistirle desde hace como cuatro años.

Sueño con tenerlo en Costa Rica.  Traje una bolsa de café orgánico de mi país y mañana se lo voy a dar con la misma intención que Lisa le dio un par de guantes para que fuera a Suecia.  Mañana tenemos conference con él aquí en el shala y anticipo una reunión con mucha luz.

Mi amigo José me hace una broma pesada:  me dice que me han designado entre todos los hispanoparlantes para hacerle mañana una pregunta.  La pregunta es cuál es la pregunta.   Y me voy a dormir con esa interrogante,  con una sensación de mucha paz y alegría en mi corazón.

Hoy fue un día perfecto y mañana lo será todavía más.
Nada como estar a los pies de tu guru.





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