lunes, 29 de julio de 2013

Mad-attention

Muchos me preguntan por la meditación.  Algunos por el Vipassana,  un curso de 10 días que consiste en sentarse en silencio.  Me parece una hazaña de héroes.

Mi maestro decía que a los occidentales nos cuesta mucho entrar en meditación silenciosa.  Nuestra mente continúa haciendo de las suyas aunque el cuerpo esté quieto.  Y aunque el cuerpo esté quieto, si no hemos trabajado para mantenerlo abierto y flexible,  el rato sentados es prácticamente una tortura de dolores,  miembros dormidos y calambres.

El método que sigo y enseño promueve primero la apertura de los ríos de energía en el cuerpo o nadis. Dicen las antiguas escrituras indias que hay más de 72 000.  Una vez que uno ha hecho su práctica de asana,  la consciencia se expande sin esfuerzo.  Uno podría sentarse por horas en ese estado de "bliss".  La mente ha caído en un estado de profunda serenidad-  claro, después de un par de horas de darlo todo en el mat,  de sudar,  torcerse y tocar todas las resistencias mentales- pero el bienestar que se siente es inefable.

Les comparto esto porque actualmente se habla mucho de los beneficios de la meditación "en frío" y creo que es algo que no funciona para muchos,  pero como todo el mundo lo hace muchos también lo hacen para estar en onda.  Es como la historia del traje del emperador.  Quedan muy lindos en las fotos,  como dice mi maestro Sharath, pero en la foto no aparece la mente dando retumbos y vueltas en u.  La meditación consiste en enfocar nuestra atención y para eso, hace falta desarrollar un músculo interno que se llama concentración.  Empezamos concentrándonos en las sensaciones corporales y en la respiración, y un día,  después de muchos,  nos damos cuenta de que cuando estamos totalmente en el presente la mente se queda atrás.  Ya no es la protagonista del momento.

Lo contrario significa sólo "Mad-attention" al caos mental y emocional que todos cargamos.  Sino pasamos primero por un proceso de purificación- que incluye, por supuesto,  el cuerpo-  la mente no sale de ese hueco.  Es difícil describir esto,  hay que probarlo.  Y aún cuando lo he probado y practicado por años, igual me cuesta crear el espacio,  hacer la práctica y no darme por vencida. Pero tal vez cuesta menos porque ya conozco el antes y el después.

Cuando la atención de un ser humano está por todos lados,  andamos distraídos y sin norte en la vida.  Somos efecto de las acciones de otros en vez de causa en la nuestra.  Por qué?  Simplemente porque no estamos enfocándonos.  El enfoque requiere disciplina,  perseverancia y constancia.  Requiere valores claros y una intención poderosa. No es cuestión de decir que tenemos un maestro y ya.  El maestro nos muestra la puerta,  pero nos toca a nosotros dar el paso.

Para aquellos que dan el paso,  hay un sentimiento muy grande de satisfacción de saber que estamos dando todo lo posible humanamente en cada momento.  A veces,  se verá muy grande,  otras muy pequeño.  Es igual.  Lo importante es que tenemos la intención de esforzarnos y no quedarnos pegados en excusas.  Las excusas son una forma de distracción mental,  al igual que los conceptos e ideas de cómo tiene que verse nuestro camino espiritual.  Lo importante aquí es confiar en alguien que haya caminado el camino antes que nosotros y continuar.  Y hay muchos caminos: el camino tiene que resonar con nuestro corazón.

Me preparo nuevamente para ir a topar a mi querido maestro.  La sola idea de reencontrarlo me invita a empezar a darlo todo ya,  desde el mismo instante en que decidí verlo de nuevo.   El me recuerda que hay muchas formas de huirle al compromiso y excusarse...pero también de que hay una forma valiente de enfrentar nuestro destino y crearlo a través de decisiones conscientes.  Su presencia humilde y poderosa a la vez,  un-assuming es la mejor palabra para describirlo,  me inspira y es desde esa inspiración que me atrevo a querer ser un poco como él:   su fe contundente en el método que enseña y en el legado de su abuelo,  su consciencia del deber y cariño con que lo cumple.  Su enfoque en sus estudiantes y su familia.  Su práctica inspiradora y sus palabras de sabiduría.

He conocido muchos maestros, muchos de ellos mucho más rock stars que este,  sobre todo en el mundo del yoga moderno.  Ninguno me llegó tan profundo,  precisamente porque mi maestro es ejemplo de todo lo que predica.  Trabaja tan duro,  da tanto,  es sereno y no pelea con nadie.  Muchos lo critican, esto no lo inmuta.  Es sumamente famoso, pero no lo parece.  Es quizá el maestro más famoso del mundo en su figura pequeña y poco brillante,  pero sé que es puro oro contenido en un cuerpecito indio frágil de casi mi misma estatura.

Así que el paso del Mad-attention a la verdadera meditación depende sólo de una cosa:  de contar con la bendición de un Guru que nos muestre el camino y rendirnos a sus pies.  Parece poco pero qué difícil ha sido para mí,  me ha tomado años encontrar ese lugar de fe y entrega por dentro. Pero cada día que pasa veo mayores bendiciones cruzar mi camino.  Y me pregunto qué hubiera sido de mi vida si hubiera encontrado a mi maestro mucho antes de cuando lo encontré.

Seguramente no estaba lista y necesitaba equivocarme tantísimo como lo hice y llorar y sufrir inmensamente para encontrar el Yoga.  Pero todo es perfecto en el tiempo de Dios y no puedo más que agradecer haber salido un poco del Mad- attention...



y tener la enorme bendición de encontrar un refugio de paz  a los pies de mi Guía.

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