domingo, 21 de abril de 2019

Resucitada


Hoy es un día de fiesta.  Muchos celebramos en nuestra tradición cristiana la Resurrección.  

La palabra resurrección tiene ya una energía,  suena así como a avalancha,  detonación,  explosión.  Resucitar es volver de la muerte, sobreponernos a la oscuridad.  Atravesar el miedo y todas sus variaciones y como Lázaro,  volver a la vida por la misericordia y amor del Salvador.

Jesús siempre ha sido una inspiración.  Recuerdo cuando pequeña pasaba toda la Semana Santa viendo películas sobre su vida.  Recuerdo una en especial,  la versión de la pasión de Franco Zeffirelli.  Lloré tanto y sentí que mi corazón se abría por primera vez ante el misterio,  tanto que ese día dejó una huella de amor para el resto de mi vida.

La fuerza y el poder del amor vs la injusticia,  la violencia y el miedo.

Sí,  eso le tenían.  Le tenían miedo.  Le tenían miedo porque El era quién era,  porque estaba protegido por una energía poderosa.  Les atemorizaba que les sacaba sus mentiras al aire y exponía sus miserias.  Le temían porque amenazaba su status y les cuestionaba sus juegos de poder.  

Y por eso lo crucificaron:  porque tenerlo vivo era el final de su reinado.  

Cuántos de nosotros quisiéramos tener la valentía de este hombre- Dios para decir las verdades.  Quisiera tener aunque fuera una pizca de su valor.  Sus muchos milagros transcienden el tiempo y cualquier religión y nos conectan con la fuerza del Amor para todos por igual.  No discriminaba ni tampoco condenaba. A nadie juzgó,  ni siquiera a la adúltera.  

El que no haya pecado,  que tire la primera piedra  

Enseñaba con su paz,  con su vulnerabilidad y amor pero cuando requería,  enseñaba con su furia ante la ignorancia.

Este Maestro de amor,  Maestro de maestros.

El amor escoge sus avatares y nos envía refuerzos constantemente en ese mundo de ilusión habitado por la mentira y la manipulación.  En los poquísimos años de vida de un ser humano,  podemos jugar con su equipo y perdernos en los terrenos del ego,  decayendo cada día más en los venenos del alma.  Será el destino de muchos que todavía hoy,  incluso en edades avanzadas,  traman,  mienten,  deshonran y corrompen.  La muerte está a la vuelta de la esquina y todavía siguen dormidos.  El amor no los ha tocado y se creen invencibles.  

Quisiera verlos en los últimos momentos de su vida,  desesperados,  desencajados.  deshechos haciendo un examen de consciencia urgente para darse cuenta que sus vidas fueron una pérdida de tiempo.  Nada se llevan,  sólo el odio que sembraron. 

O podemos aspirar a ser más sabios,  intentar entender que cada día que amanece puede ser el último de nuestra vida.  

Cómo sería ese último día?  Estaríamos preocupados por nuestro dinero o estaríamos pendientes de los que amamos?  Estaríamos juzgando al otro o más bien agradeciendo todo lo que esta vida efímera y dulce nos dio?  Volveríamos los ojos finalmente hacia adentro a ver de dónde nos agarramos?

Resucitar cada día es darnos cuenta que la vida no se devuelve,  va hacia adelante sin parar y a veces nos despiden sin aviso.  Nos saca del juego de una patada,  o en un accidente,  o en un derrame cerebral o un ataque cardíaco.  

Este día puede ser el último y vale la pena vivirlo con intensidad en el amor.

La huella que cada uno de nosotros deje será parte de su karma de vida.  Ese karma se pasa a nuestros hijos y nietos así que los que somos padres y madres tenemos que asumir esto.  Si hemos amado y respetado, nuestros hijos tendrán mucho a su favor.  Si hemos mentido y escondido,  nuestra progenie inevitablemente será afectada.  Cada acción que tomo en mi vida en este momento incluye a todos los que amo- porque estamos irremediablemente conectados desde hace vidas y lo estaremos a futuro.

Inexorablemente.

Las acciones de cada día alimentan el filamento de energía que encarnó en esta tierra como nosotros.  El resto nos espera cuando dejemos estos cuerpos.  El corto lapso entre llegada y salida es un pestañeo a los ojos del Universo.  Todo lo que consideramos importante será inexistente,  incluyendo posesiones,  relaciones y todas las emociones.  Seremos libres de todo el peso de la materialidad pero encontraremos sólo lo que hayamos cultivado en esta vida espiritualmente. 

Si hemos cultivado sólo materia,  el miedo será inmenso. Si hemos comprendido que nuestro espíritu es lo único real y el Amor la única opción inteligente en esta impermanencia,  tal vez podamos crear una vida que tenga como propósito amar a otros como nos amamos nosotros mismos.  

Las palabras del Maestro.  

Este domingo de resurrección agradezco a mis guardianes haberme sacado de un hueco profundo y desierto donde no podía respirar y quería morirme.  Una legión de ángeles me rescató de las ruedas de un tren de la muerte,  malvado y sanguinario.  Envió emisarios dulces y cálidos a abrazar mis huesos salidos por la falta de alimento por muchos días.   Dejé de comer y sólo quería dormir.  Quería morirme lejos de mis niños.  

El sol salía pero yo no.  

Y hoy,  cinco meses después que el tren de la muerte me atropellara,  cinco meses de capullo y de regeneración,  puedo dar testimonio que nos cuidan,  que nos aman inmensamente.  Yo no salí sola- alguien me sacó.  Cada noche,  cada sueño ha sido un señal que me enviaron para sobreponerme y prepararme amorosamente para el próximo encuentro con mis niños.  Sé que así será porque la maldad no resiste la luz.  Se cansa,  se hastía.  Para un ser humano sostener un acto hostil significa negar quién es en verdad.  Todo el amor que somos es más fuerte que cualquier intento de ser malvados.  No hay mal que resista ese poder que todos albergamos y somos.

Así que es cuestión de días para que reciba la noticia de un próximo encuentro con mis amores.  Cuento los días,  sueño con ellos.  Los abrazo y los beso cada noche y sé que me sienten.  El Amor es la fuerza más grande del Universo y nada se le puede oponer. Quiénes se oponen estarán cada vez más cansados,  desalmados,  deteriorados.  

No es humano quitarle los hijos a una madre. Va contra natura.


El amor resucita a todos por igual, incluso a los que hemos estado al borde de la muerte. Pero sobre todo,  resucita a quiénes creen que odian,  a quienes tienen miedo y se sienten solos y desesperados y por eso atacan a otros.  Por esos es que pido hoy,  para que pronto recuperen la cordura y tomen acciones congruentes.  

Porque no hay obstáculo entre el Amor y quién somos.  Cualquier sombra es un ilusión.  El Amor es lo único real y ese fue el mensaje de Quién resucitó hoy.   

Vamos a resucitar con El a todo lo bueno,  a todo lo hermoso,  a todo lo generoso y bendito.  Porque igual que a El,  nos cuidan y nos protegen y nos bendicen en cada paso de nuestra vida.




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