jueves, 25 de abril de 2013

Las puertas de la Vida

La vida nos abre puertas en ciertos momentos: se abren y entramos... o tal vez decidimos no entrar por mil razones y esas puertas no se vuelven a abrir.

Me encanta la gente que cuando se les abre una puerta,  se lanza.  Esa gente apuntada y entusiasta. Me llamarán intempestiva,  irresponsable,  hiper-espontánea.  Pues así yo soy.  Y sí,  me he jalado varias tortas.  Pero he aprendido también muchísimo de esos errores. Y de todas las puertas que he abierto,  del 99% no me arrepiento.  Me han guiado a mis maestros.  Me han mostrado el mundo.  Me han traído a mi vida la gente que amo.

Tanta gente que se pierde estas oportunidades.

En nombre de lo cómodo y seguro. En nombre de lo correcto y aceptable socialmente.

Uno de mis maestros dice que si la vida te da limones,  hay que hacer limonada.  Otro dice que si el Universo te lo ofrece,  es porque uno está listo para recibirlo.   Si no,  ni siquiera aparecería la oportunidad en frente.  Así que a todos aquellos parecidos a mí,  los invito a lanzarse y como bien dice el dicho:  en el trayecto nos crecerán las alas...o en la caída.

Me preparo para mañana.  Un día duro.  Estoy de nuevo con mi maestro.  Estoy tan nerviosa que tuve que ir a Whole Foods y revolcar por toda la tienda algo para el miedo.  Encontré unas Flores de Bach:  dice la botella "Para ansiedad,  palpitaciones,  sudores fríos, pesadillas y otros pesares".

Sí,  lanzarse al vacío da miedo.  Anoche pasé  muy preocupada en un sueño porque tenía que enseñar una clase y se me había olvidado el libro donde estaban los Sutras.  Una querida maestra estaba en el sueño y yo la regañaba preguntándole casi a gritos:  "Pero Sasha, mujer,  qué hiciste con los Sutras de Patanjali?"  Y ella me respondía casi llorando:  "Pero no entiendo por qué siempre eres tan estricta conmigo!"

Como en los sueños uno es todos los personajes,  recapacité sobre la pesadilla y me dije:  ok, time for a break. Por dicha,  hoy es luna llena y los que hacemos Ashtanga descansamos.  Así que hoy me tomé el día libre para relajarme y llevarla suave,  ser menos "estricta" conmigo misma y simplemente disfrutar más.   Pasé un día divino con dos queridas amigas,  hablando,  riendo,  disfrutando simplemente del hecho de estar juntas en este hermoso lugar,   del sol,  las comidas raras que nos gustan y esta tierra californiana llena de gente amable y amigos.   Y por supuesto, compartiendo sobre nuestros maestros -de quienes no paramos de hablar.

Terminé mi día nadando en un océano helado,  titiritando de frío con el sol cálido en mi piel y feliz de la vida, sintiéndome tan afortunada simplemente por estar viva.

Será que seguir nuestra voz interna nos llena de cosas buenas?

O será -como vaticinan esos que no van a ningún lado sin una botella de agua caliente, un paraguas y píldoras para dormir etc.  etc.  como decía Borges-  presagio de una tragedia?

Creo que todos hacemos con nuestra vida lo que decidimos y bebemos a cántaros de esta existencia o apenas le sacamos un poquito el jugo. Algunos de nosotros tenemos apetitos voraces.

Para esos como yo,  un abrazo de condolencia:  la vida les va a poner muchas puertas por delante y ay de ustedes si no entran!  Al mismo tiempo,  los va a colmar de regalos y no van a tener idea de como agradecer tantas bendiciones.   La posibilidad de equivocarse está siempre ahí, pero también la posibilidad de remontarse a las alturas de su máximo potencial.

Sus vidas se expanden o contraen en proporción directa a su valor.


Al resto:  no saben de lo que se pierden.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.