miércoles, 28 de marzo de 2012

La iguana y el sapito bebé

La Vida es un cúmulo de paradojas y sorpresas.  Cuando uno menos se los espera,  nos sorprende con un sapito,  una iguana bebé o una tarde de lluvia.  Pasamos tan ensimismados que nos perdemos esos momentos de Gracia.  Pero llega el momento finalmente en que la Vida misma nos detiene y nos pide mirarla de frente.

Estos días han sido un slow down a muchos niveles.  Viviendo esta semana en la selva,  me doy cuenta de que no soy un animal de ciudad.  Estoy enamorada de las chicharras escandalosas que me orinan encima mientras camino,  de las florcitas diminutas que me caen irrespetuosamente en el café y del olor a mar que baña estos parajes.  El cielo es más abierto,  las nubes gigantes.  Observar la selva virgen justo al otro lado del Golfo me maravilla.

Será esta apertura interna,  será la altitud o la copa de vino que me tomé pero hoy tuve un instante de puro bliss.  La energía comenzó a moverse dentro mío como un volcán,  al punto que tuve que salir a correr porque sentía que me estaba quemando.  Escuché las viejas canciones en mi Ipod y se oían como si las oyera por primera vez.  Era el atardecer y nunca vi celajes tan bellos.  Las caras de la gente me sonreían y sentía ganas de llorar de tanto amor por dentro.

Esa conexión siempre ha estado ahí.  A veces la olvidamos,  pero Ella no nos olvida nunca.  Somos sus consentidos,  sus bebés.  Sentí que la Vida se acordó hoy de mí y me elevó,  me dijo que todo está bien,  que no me preocupe tanto.  Mi mente neurótica quedó desconectada ante tanta Belleza y sentí una alegría inmensa simplemente de estar viva.  En mi corazón se aflojaron todos los nudos y de pronto,  tuve una experiencia vívida de lo que es tener los chakras abiertos.  Por más que uno lea y se informe,  nada sustituye una experiencia en vivo y a todo color.

Ahora sí, puedo asegurarles que se sienten luces por dentro.  Y lo más loco fue que cuando la experiencia empezó,  estaba echada en mi cama traduciendo la página web del Estudio.  No estaba ni meditando ni practicando.  Tal vez sí estaba pensando en cuánto anhelaba abrir de una vez por todas mi corazón y dejarme de varas.  La muerte está a la vuelta de la esquina,  estaba pensando después de hablar con una amiga de la muerte de un amigo común.  Y yo no me quiero morir con esto cerrado...y ZAS!

Hace unos minutos,  mis amigos en FB me enseñaron a poner corazoncitos en las entradas.  Los había visto de largo por mucho tiempo,  pero nunca me llamaron genuinamente la atención.  Hoy dejé la seña por primera vez de un corazón abierto,  será por eso que hasta hoy pude finalmente aprender.

Yo sé que en este camino todo consiste en la pulsación de la vida,  en la expansión y la contracción.  Vendrán momentos de oscuridad,  eso lo puedo asegurar.  Pero la memoria de este 28 de marzo quedará grabado en mi Espíritu para siempre.  Quién no recuerda uno de los días más felices de su vida?  y eso que tengo mala memoria.

A los dioses que hoy se apiadaron de esta mortal  <3<3
<3



4 comentarios:

  1. Que lindo! Me traes al recuerdo a los sapitos que escuche cantar en el concierto de sapos en el lago de MIndo, Ecuador....me impresiono observar que los sapitos..primero no son vistos por todos...pero si escuchados por quien quiera escuchar...poraque vaya que suenan! Hay personas que preguntan si en realidad son sapos los que cantan porque no los ven...pero basta con observar muy bien y de cerquita para encontrar entre las hojas a esos diminutos sapitos que inhalan todo lo que su diminuto cuerpo es capaz de inhalar y llenan como una bolsa su cuello o papada...y lentamente hacen fluir ese bello sonido que nos inhundan el alma..poco a poco en la exhalacion´dejan salir el sonido que presenciamos y quien es capaz de admirar tan grandiosa existencia se deleita en el bliss que expresas tan sabiamente en tus palabras que llegan al alma como la bella cancion de los sapitos...que lindo Mariela, gracias por compartirlo.

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