domingo, 6 de mayo de 2012

Hamlet Ser o no Ser


En estos días de introspección,  recuerdo la línea en el monólogo de Hamlet:  "Ser o no Ser,  he ahí la cuestión."


Al igual que Arjuna,  Hamlet comtempla si actuar o no actuar, pelear o no pelear...vivir de verdad o morir?


La eterna pregunta que todos los seres humanos nos hemos hecho desde tiempos inmemoriales en Inglaterra, India,  Tíbet....y ahora,  San José parece.


Hoy comparto con ustedes esta obra que no leía desde hace muchos años.  


Léanla con esta música de Coldplay de fondo en esta hermosa tarde lluviosa:   http://t.co/Nm95dZ6 via @youtube...Chris Martin, otro Hamlet moderno.


Esta canción también habla directo al corazón:  qué hacer cuando sabemos que el camino de regreso a nosotros mismos implica tomar decisiones y hacer cambios dolorosos?  nos quedamos congelados o damos el salto?


Démonos hoy ese chance de estar en los zapatos de millones de seres que antes que nosotros se preguntaron por el verdadero significado de la Vida.  Las preguntas llegan...muchas...todas las respuestas a su debido tiempo.

He aquí el monólogo:

To be, or not to be, that is the question:
Whether 'tis Nobler in the mind to suffer
The Slings and Arrows of outrageous Fortune,
Or to take Arms against a Sea of troubles,
And by opposing end them: to die, to sleep
No more; and by a sleep, to say we end
The heart-ache, and the thousand Natural shocks
That Flesh is heir to? 'Tis a consummation
Devoutly to be wished. To die to sleep,
To sleep, perchance to Dream; Ay, there's the rub,
For in that sleep of death, what dreams may come,
When we have shuffled off this mortal coil,
Must give us pause. There's the respect
That makes Calamity of so long life:
For who would bear the Whips and Scorns of time,
The Oppressor's wrong, the proud man's Contumely, [F:poor]
The pangs of despised Love, the Law’s delay, [F:disprized]
The insolence of Office, and the Spurns
That patient merit of the unworthy takes,
When he himself might his Quietus make
With a bare Bodkin? Who would Fardels bear,
To grunt and sweat under a weary life,
But that the dread of something after death,
The undiscovered Country, from whose bourn
No Traveller returns, Puzzles the will,
And makes us rather bear those ills we have,
Than fly to others that we know not of.
Thus Conscience does make Cowards of us all,
And thus the Native hue of Resolution
Is sicklied o'er, with the pale cast of Thought,
And enterprises of great pitch and moment, [F:pith]
With this regard their Currents turn awry[F:away]
And lose the name of Action. Soft you now,
The fair Ophelia? Nymph, in thy Orisons
Be all my sins remembered.[1]

sábado, 5 de mayo de 2012

Temazcal en Wesak

Hoy termino en un temazcal en las montañas de Escazú.

De verdad que sólo tenemos que abrir espacio y todo lo que necesitamos  llega.  Una querida amiga del alma,  hermana,  me invita a unirme a esta ceremonia.  En medio de un aguacero de esos primeros de mayo,  el shamán y su mujer encienden el fuego.  Cuánto trabajo calentar esas piedras,  las abuelas,  como les llaman ellos.  Los veo luchando,  cantando,  alabando....el fuego se enciende en medio del agua.  Es como un milagro.

Entramos al útero de la Pachamama.  Una especie de igloo construído en la tierra.  Somos bastantes,  adentro está oscuro y nos sentamos en la pura tierra.  La ceremonia inicia con cantos y nos presentamos. Decimos por qué estamos ahí.

Todos pedimos sanación para aquellos que sufren y necesitan esta medicina.  Algunos hablan de gratitud, otros de fuerza para amar,  aquel menciona su deseo de conexión con otros hermanos,  ella recuerda que todos somos uno.  La experiencia es intensa:  sobre las piedras calientes-que el shamán va metiendo con una pala,  una a una-  echan agua y muy pronto, estamos todos envueltos en una ola de vapor calientísima.  No se ve nada.  Siento los cuerpos a mi lado,  la Shamana ora y canta,  sonidos primarios,  ometeo...oh.

Me siento una con la tierra.  Sudor,   lágrimas, mocos.  Todos los líquidos dejan mi cuerpo mientras afuera se escuchan los truenos y la lluvia. Voy entrando en un espacio hermosísimo por dentro,  a pesar del intenso calor.  La energía empieza a mover las paredes de mi corazón.  Ha estado bien cerrado estos últimos días.  Como todos los corazones humanos,  protegiéndose de lo que considera ataques y cerrando las compuertas ante lo incierto.  Siento como se va suavizando,  casi materialmente.   Late rápido y mientras lloro y trato de respirar,  acelera su ritmo.  Me mareo,  llevo la cara al piso.  Respiro un aire un poquito más fresco ahí abajo.  Quiero salirme.  Siento que me voy...finalmente,  abren la puerta. Chikitsa!

Llego a la casa y los babies ya duermen.  Todo está en silencio.  Abro mi computadora y encuentro un correo lleno de recuerdos de un viejo amigo.  Me habla de experiencias pasadas que ya había olvidado.  Mientras leo,  mi corazón se expande y abre en todas las direcciones posibles.  Lloro de alegría al sentir el cambio.  Entiendo que el amor no es un concepto ni una idea,  es una sensación física perceptible,  inconfundible.

La luna llena de este día 5 del 5 del 2012 (5) me recuerda el Wesak de hace cinco años.  Hace cinco años,  me encontraba en un Wesak rodeada de amigos,  celebrando una unión de corazones.  Mi corazón se sentía abierto y esperanzado,  renovado.  Como lo siento de nuevo hoy.

El Temazcal se hizo en memoria de esta fecha que se celebra cada año para conmemorar el nacimiento e iluminación del Buda.  Es, además, la luna más poderosa del año.

Se dice que en estos días  el Buda regresa a la Tierra a ayudar a renegerar el Amor y traer Luz nueva para todos.  Hoy experimenté precisamente esto en la ceremonia del Temazcal.  Lindo que no recordara nada de esto hasta ahora.  Sucedió simplemente.  Si el significado del amor en este plano es- para mí- la integración de la luz y la oscuridad,   hoy tuve una experiencia integradora.  Comprendí en mi cuerpo que mi corazón puede permanecer abierto incluso si me duele,  si las cosas salen mal,  si el otro me hiere.   Es una opción,  pero no es necesario cerrarlo.  De hecho,  me cuestiono todas la veces que he cerrado mi corazón por miedo.  Probablemente,  me he perdido de momentos muy hermosos todo en aras de la seguridad.

Pero vivir seguro no es lo mismo que vivir.  Vivo incierta,  vivo soledad,  vivo amor,  vivo esperanza.  Todo esto mora en mí.  Escojo permitir que salga a la superficie.  Escojo descartar la posibilidad de crear nuevas paredes.  La vida se mueve con rapidez en estos momentos y mi corazón abierto me ayuda a disfrutar más del ride.

Que todo sea alumbrado por la luz de esta luna llena que hoy siento que me abraza.  La luna más fuerte.  La luna del Buda.



viernes, 4 de mayo de 2012

Kuruksetra: en el campo de batalla

"En un campo de batalla.."

Esta noche me refugio en el Bhagavad Gita:  la Canción de Dios.  Arjuna:  príncipe guerrero.  Krishna:  su consejero y amigo.  El campo de batalla:  la vida.  El dharma:  nuestro deber y destino como almas.

Me siento apaleada como Arjuna.  Su crisis  radica en que a pesar de que siente una alineación profunda con los guerreros de su bando,  al ver las caras de sus oponentes y muchos de sus amigos,  se queda inmovilizado por el conflicto interno de dañar a aquellos que ama.

Ninguno de los bandos es totalmente malo ni totalmente bueno.  Arjuna está en un terrible dilema: no importa qué acción tome,  las consecuencias de sus actos van a ser horribles de cualquier forma.  Si lucha,  va a matar a sus seres queridos.  Si no lucha,  el Mal vencerá.   Se da cuenta que todos sus estudios y fórmulas espirituales- teorías y técnicas- de nada le sirven en este momento.  Cualquier acción que tome resultará en la destrucción de aquello que ama.

Al igual que este príncipe que yace en el suelo del campo de batalla, totalmente inerte y temblando de miedo ante su destino,  las últimas semanas han tenido la virtud de tirarme al piso en todos los sentidos y hacerme saborear el polvo del campo de batalla.     Me doy cuenta de mi propia vulnerabilidad.  Esa vulnerabilidad que tanto me he cuidado de no compartir en mis relaciones por miedo a salir herida de nuevo.

Realizo la impermanencia de los ciclos,  de las conexiones con otros seres,  de mis propios sentimientos.

Qué sucede cuando nuestro mundo externo- deber,  acción correcta e idealismo-choca contra el mundo interno?

Qué sucede si nos encontramos en una situación donde las circunstancias requieren que uno actúe y uno no está muy seguro de hacia adónde?

La respuesta de Krishna a Arjuna es:  "Tus acciones deben ser acordes a tu sentido de la verdad dentro de tus circunstancias."

mmmm....claro, pero difícil de poner en práctica.

La lucha interna de Arjuna es tan dolorosa porque va a enfrentar una guerra fraticida.  Ama a sus hermanos,  sus primos,  sus maestros.  Luchar o no luchar tienen ambos consecuencias fatales.   Este dilema es mi circunstancia humana de cada día.  Todos  enfrentamos en algún momento disyuntivas críticas que son nuestra propia versión de la crisis del príncipe.

Arjuna me inspira a ver la imperfección de todas las acciones que he tomado y tomaré en esta vida.  El resultado puede ser bueno,  pero no será absolutamente perfecto. Siempre habrán sus pros y sus contras.  Incluso aquellas acciones que en el pasado consideré "malas", tenían  un elemento de bondad o resultaron en algo positivo.  Veo mi vida hacia atrás y puedo dar testimonio de esto. Lo que en su momento me pareció terrible e injusto,  ahora lo veo como una bendición.  Qué paradoja es ser humano!

Al igual que el fuego produce humo...Veo mi perfeccionismo compulsivo de años y me doy cuenta de que en este momento no tiene nada qué ofrecerme. Es tiempo de soltar, confiar y ofrecer mis acciones a esa Energía más grande.

El Yoga es para aquellos seres humanos que estamos dispuestos a tomar acción.  Aquellos que nos sentimos inspirados, enfocados y concentrados en nuestro dharma,  pero al mismo tiempo permanecemos desapegados a los resultados de nuestras acciones.

El gozo del Yoga radica en actuar desde nuestro Ser Verdadero y experimentar la libertad.  Todos estamos atrapados por los nudos que llamamos el samsara- la rueda de la existencia condicionada.  Pero llega un día en nuestra vida que experimentamos el auténtico y único surrender-la sensación de que esto es demasiado y va más allá de nuestras posibilidades de comprensión.  Tiempo de dejar ir.  Tiempo de pasarle las riendas de regreso a Krishna.  De todas formas,  El siempre las tuvo.

Suelto y experimento algo nuevo:  una sensación potente de profundo gozo y paz.   Sé que todo está en manos de mi cochero. Mi consciencia se expande de una forma hasta ahora desconocida y mi corazón se apacigua.  Encuentro refugio en el regazo de esta Presencia amorosa.  Siento que estoy en buenas manos.

Confío en la esencia del Amor.  Es el Amor lo único que me permite estar presente.  Es quién realmente soy.

"Enfócate en Mí en todo momento, Arjuna. 
Así superarás cualquier obstáculo.
Ofréceme todas tus acciones,  
Amame por encima de todo. 


Toma refugio en Mí y 
no temas."


Me duermo en paz.  Krishna  me acaricia el pelo.



miércoles, 2 de mayo de 2012

Dragones de Verdad

Pedir verdad y realidad es algo que no les recomiendo.

Si están listos para verse crudamente y dejar que la vida les haga una mueca,  adelante!  hagan como yo:  pidan por años salir del sopor de una vida adormecida,  teñida de fantasías.  No pidan Luz,  no pidan Amor verdadero.  Todos los castillos de naipes se van a caer y como yo,  se van a encontrar al descampado,  anhelando un techito donde guarecerse de la lluvia y el frío.

Es más fácil ver para otro lado.  Hacerse uno el tonto. Creerse uno sus propios cuentos e hilar una historia bien jalada.  Donde uno quede bien parado, por supuesto.  Donde no asumamos responsabilidad por el estado de nuestra existencia.  Donde cada día sea una rutina espantosa jugada a través de roles y máscaras.  Porque la estructura se sostiene y el miedo es la goma para no ver con objetividad.

La vida tiene sus ciclos,  qué importante es reconocer cuando un ciclo termina.  Es un alivio y una gran libertad.  El dolor viene de aferrarnos al pasado,  de alimentar ilusiones y limitar el presente.  Veo mi presente y está lleno de posibilidades.  Veo mi pasado y con humildad aprendo mucho de él.

Hoy,  mientras me tomaba un café sola en un barrio de Escazú,  lloraba leyendo palabras de palabras que recibí de mis amigos para describirme.  Fue una epifanía ver como ellos pueden ver en mí cualidades que muchas veces olvido que están ahí.  Leerlas me da fuerza para creer que si alguien las ve es porque existen y porque todos las llevamos por dentro.  Es un reconocimiento mutuo de nuestra humanidad y nuestra esencia.  Porque si está en uno de nosotros,  está en todos los demás.

Me encuentro un un lugar interno vacío y lleno a la vez.  Es difícil de explicar, pero una vez oí que Dios le habla a uno en paradojas.  Lo que debería ir hacia arriba,  va hacia abajo.  Lo que parece cierto, es falso .  La muerte es la vida,  y el dolor el bálsamo.  La mente hace fallo:  está más allá de sus posibilidades aprehender este lenguaje.  El espíritu entiende.  Eso es lo que cuenta.

Qué necesito soltar para encontrarme finalmente en el espacio de libertad que tanto anhelo?  si le pedí a Dios que removiera de mi vida todo aquello que no era 100%  verdad, cómo quejarme cuándo me lo da?  cómo no sentir la felicidad más grande al saberme cuidada,  protegida y amparada?  aunque se sienta feo, incómodo y doloroso.  Aunque una parte mía pida un break.

Estoy donde tengo que estar.  Me siento abierta a todas las posibilidades.  Es un momento de suma claridad,  aún en medio de la incertidumbre.  Amada incertidumbre que es mi compañera diaria y que sin embargo,  me he atrevido a ver a la cara pocas veces en mi vida. Siempre tratando de controlarlo todo,  siempre buscando el desenlace que yo creía que era el mejor.

Qué lección de humildad y surrender en todo esto.  Pues sí,  controlarlo todo terminó por interferir con todo.  Qué gran aprendizaje!   entre más controlaba,  menos sentía.  Entre menos sentía,  menos vivía. Me cerré todo lo que un ser humano puede cerrarse y ahora,  la única posibilidad es abrirme.

En medio de todo este happening,  la vida se muestra generosa en amor y dulzura.  Siento de nuevo la mano del de Arriba acariciándome y calmándome.  Será que todo es perfecto así?  será que esta oportunidad de soltar da inicio al ciclo más hermoso de todos?  me siento emocionada y asustada al mismo tiempo.  Anticipo tanto amor puro que me dan escalofríos.

El famoso año del Dragón viene para mostrarnos que todo lo que no sea Amor no vale la pena intentarlo.  Como los dragones,  revestidos de las escamas de los peces, de las garras de las águilas, criaturas marinas,  voladoras,  reptiles,  pájaros,  hagamos recuento de todas las cualidades que moran dentro de nosotros para poder volar en libertad,  nadar con alegría y entregarnos sin miedo al próximo paso de nuestras vidas.



domingo, 29 de abril de 2012

Día 5: Regreso

Ya en el aeropuerto de regreso.

Empiezo el día con una excelente canción sobre no rendirse ante los embates del amor.  Me siento como un barquito pequeño en medio de un océano vasto que a veces levanta olas inesperadas.  Me siento en este momento a merced de la corriente y no sé para donde voy.

Sin embargo,  hay un lugar nuevo dentro de mí que ha renacido gracias a estos encuentros aparatosos con el Amor.  Tal vez si hubiera pasado de largo,  tal vez si me hubiera protegido,  tal vez si hubiera pensado más...ese lugar estaría todavía tapado,  sepultado.  Es tan fácil cerrar el corazón cuando duele y prometernos no abrirnos más.  Ahí es donde mi testarudez,  tal vez mi fe en que estamos aquí para realizar qué es el Amor,   me hace seguir adelante.  Estas son las cualidades  que me impulsan a no rendirme,  a no desechar la posibilidad- aunque sea ínfima- de establecer una conexión genuina con otras almas.

Hay muchas formas de hacer esto:

Está la forma cliché y romántica de la pareja.  Sin embargo,  me estoy refiriendo más bien a una conexión que posibilite la expansión de dos espíritus en forma vertical,  antes que horizontal.

Está la incondicionalidad de la amistad sin interés. Es aquí en los rough times que sabemos con quién contamos y con quién no.  Es un proceso de discernimiento fascinante que pone todas las almas sobre la mesa.

Y por último, están las relaciones con seres que compartimos un camino espiritual.  Estas son las que más me interesan y apasionan.


Mi amigo Peter me trajo al aeropuerto de San Diego.  En el camino,  me comparte que se siente feliz y tranquilo de estar solo. Acaba de terminar una relación de cinco años con una mujer muy bella por fuera,  pero bastante perdida por dentro. Compartieron su vida y procrearon una bebita.  Pero su intención es ir hacia adentro,   ella es una modelo y su mundo es LA y la ropa.  El discurso es totalmente diferente.  Peter me dice que a él lo que realmente le gusta es estar solo. Tener tiempo para meditar  y practicar y no tener que estar pendiente de nadie.  Que se siente cómodo y feliz así,  que las relaciones son muy complicadas y esto de mujer-hombre es como de otro planeta.

Lo escucho y escucho una parte dentro de mí que está de acuerdo.  Qué fácil sería!  dedicación total a uno mismo.  Ritmos propios,  libertad.  Sin embargo,  en mi caso,  no podría cristalizar mi ego de forma tan clara.  Probablemente,  reforzaría mi resistencia y cerraría mi corazón.  Las relaciones son bisturíes que nos rebanan el intento del ego por no mostrarse.  Al principio,  mostramos nuestra mejor versión. Al cabo de unos años,  empiezan a salir los monstruos.

No creo en una relación que consista en una batalla campal  y constante entre estos monstruos.   En este momento de mi vida, creo y promuevo en mí la consciencia de todo,  incluso lo que más repele y asusta de mí misma.  El otro podría cortejarme el ego por un tiempo,  pero si no caemos en ese espacio de abrazarnos completos,  para mí no hay nada.   Que el otro quiera hacerlo son otros cien pesos.  Casi todos proyectamos nuestra sombra en vez de asumirla responsablemente.  Es muy difícil y  humillante decirnos las verdades.  Todos tratamos de eludirlas y justificarlas.  Pero seguimos dando vueltas en círculo acompañados y no llegamos a ningún lado.

En algún momento,  si Dios tiene piedad de nosotros,  tal vez logramos vislumbrar el juego.  Y en el momento que lo vemos,  se disipa.  Qué momento más lleno de tristeza y verguenza cuando vemos nuestro ego,   sus acciones y las consecuencias.   Pero si tenemos una sadhana-práctica espiritual- tal vez hayamos ya encontrado una islita en  medio del océano donde anclar por un rato.  Y darnos el tiempo de recobrar el aire y descansar en la arena.  Tal vez nos aventuremos de nuevo,  tal vez no.  No importa.  El mar se ha calmado.  Las turbulencias son creadas por aquella parte dentro de nosotros que no quiere ver:  si queremos ver,  inmediatamente las olas se aplacan.

Pido claridad para ver cuándo estoy creando olas sin sentido.

Qué maravilloso sería poder compartir en las relaciones-  en cualquier modalidad que sea-  ese oasis de brisa suave.  Cómo cuesta encontrar gente que esté dispuesta a ir profundo...que quiera ver con honestidad dónde están pegados y quieren salirse del cuadrito.  Estos seres son raros,  como una piedra de jaspe llena de grietas.  No esconden sus heridas,  las muestran sin pudor.  Son seres humildes que saben que esta experiencia de la vida es corta-  aunque dure 100 años- y que no hay tiempo que perder.  Son seres que apostamos al Amor y todas sus consecuencias.

Si hay seres así allá afuera,  sé que voy a conocerlos pronto.  Las almas rebeldes tenemos una danza de energías que nos mueve en las direcciones que más nos hagan crecer.  Me voy de regreso a casa con el cuerpo adolorido hasta el último músculo, el hombro izquierdo deshecho y el corazón lleno de esperanza.  Me voy sabiendo que lo que necesito ya viene en camino y no tengo más que meditar,  ayunar y esperar mientras llega.  

sábado, 28 de abril de 2012

Día 4: Ama

El hombro izquierdo cede ante tanta demanda y se rebela en las siete paradas de cabeza.

El dolor intenso.  La mente tranquila.

Todavía no entiendo muy bien esta paradoja, pero cuando estoy cerca de mi maestro la transmisión de energía hace que vaya más allá de cualquier limitación humana.  Continúo,  termino la Serie.  Los backbends son hirientes,  el lado del corazón está resquebrajado.

Empaco con la intención de llevarme aunque sea un granito de esta presencia conmigo.

No veo luz hacia adelante.  Cada paso parece deshacerse en un instante.  Cualquier insight me ilumina con la rapidez de un cometa y se apaga casi de inmediato.

Comprendo que anticiparme sólo interfiere con el proceso.  Decido quedarme quieta.  Recibir cada instante con la actitud abierta de una niña de cuatro años.  Si no supiera mi edad cronológica,  me calcularía unos 22 o 23.  Pero quiero ir más atrás y recordar la inocencia de un ser recién llegado a este mundo que todavía no ha sido tocado por la espada del dolor.

Si pudiera simplemente amar,  adónde estaría?


Si mi mente siguiera los designios de mi corazón,  qué cambiaría?


Si somos seres espirituales encarnados para tener una experiencia terrenal,  qué sucede con la experiencia si paso de largo y me escondo?


Desaparece o reaparece de mil formas parecidas hasta que pueda verla?


Decido asumirla o rechazarla?
Entregarme o cerrarme para no sufrir?

todas las preguntas continúan y una voz dentro de mí sólo repite:  Ama,  ama,  ama...

aunque duela,  aunque te traicionen.

aunque no sea lo que imaginaste,  aunque te decepcionen.

aunque no haya un payback, aunque todo se hunda...


Ama porque sin amor esto se vuelve una pesadilla.  Porque tanta gente vive cada día más muerta.

Porque tal vez yo tenga la posibilidad de vivir diferente.

y el valor consiste en tomar esos primeros pasos en la oscuridad,  con confianza.


Sólo el amor basta.

viernes, 27 de abril de 2012

Tercer Día: Puja y Bendiciones

Vengo llegando de una Puja en el Shala.

Una puja es una ceremonia para bendecir a todos los participantes.  La dirigieron un sacerdote hindú y dos de los maestros de acá, Andrew y David.  Es una ceremonia muy colorida,  llena de flores,  frutas y símbolos.  Como dijo el priest,  Dios es uno y tiene muchas caras.

Rezaron en sánscrito durante una hora y media.  Muchos movimientos ceremoniales,  recitaban los Vedas- las escrituras antiguas- y había ghee-mantequilla clarificada-, agua,  perfumes e incienso.  Todos vestían los trapos tradicionales y tenían pintada la cara.  Las ofrendas que llevamos fueron todas bendecidas y luego, nos pidieron que pidiéramos algo.  Que Dios nos iba a bendecir con lo que pidiéramos.

El Shala estaba lleno.  Todos en el cuarto entramos en la vibración, a pesar de no entender nada de lo que se dijo.  Creo que Dios es una vibración y puede sentirse más allá de cualquier barrera del lenguaje,  color de la piel o forma de adorarlo. Algunos rezamos con nuestros cuerpo,  otros con su voz,  su trabajo,  su quehacer.  Todos compartimos el deseo de conectarnos con la Vida y recordar que no somos el incesante devenir de la mente y sus dramas.

Pido por la alegría de todas las almas que entren en contacto conmigo. Que yo pueda ser fuente de amor para otra gente.  Pido por luz y compasión por los que sufren,  por los que siente carentes y solos. Con el Yoga,  uno nunca se siente solo,  no importa cuán caótico se ponga todo alrededor.  Hay siempre una serenidad interna,  cultivada a través del Tapas- práctica constante,  ininterrumpida,  por un largo período de tiempo.  En momentos difíciles,  aquí es cuando uno siente la presencia constante de ese espacio que ya es parte de uno en todo momento.  Se dice que el Yoga nos ayuda a despertar de la amnesia espiritual.

Todos tenemos conceptos de sobre cómo debe ser nuestra vida,  con quién tenemos que compartirla,  cómo tiene que verse. Pido claridad para recordar cada día que tal vez las cosas no van a ser como yo quiero y está bien.  Saber cuándo necesito soltar y cuando continuar.  Para no ir a contrapelo de la voluntad divina,  sino seguir sirviendo a pesar de mis preferencias y gustos.

En la búsqueda de ese camino al centro de mi ser,  estoy segura que muchas veces voy a equivocarme.  Sin embargo,  el valor consiste en dar esos primeros pasos en la oscuridad sin ninguna garantía de adónde voy a terminar.  De alguna forma,  terminé aquí y estoy tan feliz.  Terminé con mis dos queridos maestros,  Sharath y Saraswati y la presencia en mi corazón de Guruji y su amor por la gente.  Estos tres maestros genuinos me han transmitido una práctica que amo,  tengo una familia hermosa- filial y espiritual-  y mayor claridad por dentro.  Cuando empecé esto,  me sentía perdida y un poco loca.  Ahora me alegra haber seguido mi corazón.

El panorama es oscuro en este momento.  El otro día manejaba mi scooter de regreso a la casa donde me estoy quedando.  Me agarró tarde y la carretera costanera bordea el mar.  Empezó a llover.  Las gotas se volvieron agujas en mi rostro.  El viento frío casi me congela. Tenía que subir un cuestón para llegar y la motito patinaba.  Me sentí tan sola y desamparada.  Asustada por la inclemencia del tiempo y las olas que se agitaban con furia, pensé en la comodidad de mi cuarto,  de mi casa en Costa Rica,  de mis bebés y mis hijos grandes.  Recordé la ternura de sus abrazos y el espacio sagrado que son.  Pensé también en la calidez del shala en San José y su gente.  Y ese calorcito me tranquilizó.  Estoy aquí por una buena razón:  ahí todavía no sabía cuál era pero hoy se me despejó.

Hoy Saraswati me dijo que venía a Costa Rica en enero.  Hice mi dolorosa práctica de Segunda Serie con una sonrisa perenne,  ningún asana me costó.  Me sentí liviana y  fuerte,  lleno el corazón de gratitud porque sé que los pasos que he dado van a beneficiar a mucha más personas en mi querido país.  Los pasos en la oscuridad han sido muchos pero hoy vi que no estoy perdida.  Esto es good stuff.  Esto cambia la vida.

Si he sido un humilde elemento para que mis maestros lleguen a más personas,  he cumplido mi parte.  A pesar de las dudas y de los errores,  los efectos van más allá de mí.  Creo que a eso es que aspiramos todos los que llevamos un tiempo en esto:  a que más personas despierten a la bendición de una vida plena.  Si sólo nos beneficia a nosotros,  no hemos logrado nada.  Si toca otras almas que sufren y los aviva,  sigo con la fe que todo es perfecto.

Mientras escribo, me viene a la mente una de mis estudiantes.  Es una mujer que llegó al Yoga en medio de una profunda crisis.  Cada día cuando llega,  la siento tan abierta y receptiva.  Su dolor es tan grande que se nota en su cara.  Es tan hermosa y sin embargo,  se siente fea.  Todavía no se ha dado cuenta de lo bellísima que es.  Quiero estar ahí cuando se despierte del sueño.  Cuando venga un día a mí con los ojos brillantes sabiendo quién es en verdad.   Quiero estar ahí de nuevo porque no hay nada más hermoso que presenciar el despertar de otras almas.  Y si he puesto un granito de arena para que eso suceda,  seguiré manejando esa motito en medio de la tormenta.