miércoles, 12 de agosto de 2015

Mi casa es su casa

Cuando uno hace yoga comienza a experimentar un cambio interno muy profundo.  Esto no sucede con cualquier yoga,  sucede con el yoga que nos transforma.  El yoga que viene desde India,  su cuna, que se transmite a través de un maestro que ha tenido a su vez un maestro,  y que existe desde muchos muchos años atrás.

Mucha gente cree que está haciendo el yoga de verdad pero en realidad es una práctica más de fitness que otra cosa.  Mi maestro se ha referido mucho a esto:  como ir al gimnasio.  No hay intención,  no hay devoción.   Es un simulacro narcisista de movimientos tomados de esta práctica pero sólo las formas externas.   No entienden para qué se hace ni con qué sentido.  Como está de moda todos quieren copiarlo e imitarlo.

El yoga que nos transforma se lleva en primer lugar el miedo a la escasez.  Muchos viven contando los cincos,  en un afán absurdo por retener lo material.   Esta actitud sólo crea separación y un sensación de miedo.  Si uno vive en escasez,  atrae escasez.  La frase ALL IS COMING incluye una abundancia infinita y la sensación de que siempre estamos cuidados a todo nivel,  incluyendo el material.  Hoy tuvimos aquí en Copenhagen una experiencia muy clara al respecto.  Llegamos todos a desayunar después de nuestra práctica,  muy felices, abiertos y relajados.  Algunos de nosotros partían hoy y era un desayuno de despedida también.  Estábamos en un jolgorio, sonrientes compartiendo,  haciendo chistes,  un poco high.

Además con muchísima hambre.

Un grupo de yogis sentado en un hermoso patio con sol-  un hecho raro aquí en Dinamarca.  Había mucho que celebrar:  la grata compañía,  el éxito rotundo del taller con tantísima gente,  la práctica dulce y demandante.   Fui al baño y vi un hermoso buffet:  pan fresco,  queso,  yogurt con arándanos y fresas...no aguanté la tentación y me serví.

Llegué a la mesa con mi platito y obviamente todos mis amigos se abalanzaron sobre él.  Apreciamos la delicia del pan,  compartimos los pedazos de queso,  continuamos con nuestra tertulia muy felices. Como en todos los buffets que he probado,  este era también de repetir cuando uno termina.  El pan se acabó y volví por más.  Ya no había queso pero la mermelada estaba deliciosa.

Mientras el resto ordenaba desayuno continuamos comiendo el pan,  bromeando que nos íbamos a llevar un bollo para casa a nuestro regreso.    Cuál no sería nuestra sorpresa al ver a la camarera aparecer muy enojada y muy seria:

" You are not allowed to share your food with them..."

WHAT???

"It would not be fair..."

???

Cuando la escuchamos,  mis amigos y yo pelamos los ojos como si alguien nos estuviera hablando de otro planeta.  Sus palabras chocaron de inmediato con nuestra realidad:  la camaradería,  la amistad, la conexión.  Nos dimos cuenta que el estado de yoga a veces no es bienvenido en este mundo. Muchos andan como esta camarera y probablemente su jefe que la envió a regañarme,  fuera de onda. Desconectados.  En su pequeñez y mente de escasez.  En el miedo.  En la desconfianza.

En la separación.

Bromeamos un poco al respecto pero a mí se me quitó el hambre.  Me dio una profunda tristeza que haya seres humanos tan miserables.  Que haya gente que está pendiente de la abundancia ajena con envidia y resentimiento.  Que vivan en un estado de carencia en vez de realizar que somos uno solo y que si uno de nosotros tiene hambre no es posible llevarnos un bocado a la boca sin compartir.

La camarera le dio un bofetada de realidad a mi burbuja de yoga.  Han sido días de mucha conexión con mis amigos,  mucha luz de mi maestro a pesar del gran esfuerzo físico,  mental y emocional. Como dice una de mis estudiantes:  hoy voy a practicar aunque tenga pereza de levantarme porque sé que tú le estás poniendo un camión de ovarios por allá...estas palabras me dieron aliento para mañana el último día.   Sé que muchos observan mis pasos sin alegrarse pero ya no hago nada por nadie.  Hago lo que tengo que hacer porque sé que hay algunos pocos que entienden.  Sean cinco o sean mil,  es igual para mí.  Cada alma es importante y si hay una que quiere escuchar yo seguiré dando mi todo por aprender más y poder transmitir un poco de tanto que estoy recibiendo.

Anoche tuve un sueño muy interesante:  soñé que estaba en un gran salón con todos los estudiantes que he tenido a través de los años,  principalmente costarricenses.  Muchas caras que no veo hace tiempo.  Estaba diciéndoles que de ahora en adelante sólo iba a trabajar con aquellos que realmente estuvieran dispuestos a comprometerse seriamente,  sólo con esos.  De los muchos que habían la mayoría empezó a correr en la dirección contraria...literalmente a correr!  Hubo una estampida de gente que se levantó y se fue.

Pero quedaron cinco:  cinco caras conocidas.  Cinco almas sedientas.  Cinco almas extraordinarias. Una de ellas es una de mis estudiantes que está embarazada en este momento.  Así que en realidad quedaron seis.

Me desperté con una sensación de profunda aceptación en mi corazón.   Nunca he aspirado a tener hordas de gente detrás mío,  de hecho,  siempre he querido hacer un trabajo privado e íntimo con cada uno.  De ahí que mi shala esté en mi propia casa,  en medio de la vida en familia y mis niños.  Si alguien entra en mi shala es porque de alguna manera entra en mi espacio más querido.  Y sé que muchos han pasado pero sólo  se han quedado los que realmente están interesados en este camino áspero y dulce que es el Ashtanga yoga de mis maestros.

Llegar a mi maestro no es fácil:  es como subir el Everest del Yoga en este momento.  Hablábamos entre todos los maestros que ahora con la nueva regla que para llegar a él hay que estudiar con alguno de nosotros antes por dos meses,  mucha gente automáticamente queda fuera- a menos que tenga la voluntad de hierro de hacer muchos cambios y no darse por vencido a la primera.  Hablamos también tristemente que algunos están usando nuestros nombres sin ni siquiera conocernos y que este es un portillo que necesariamente hay que cerrar.

Así que en segundo lugar he aprendido con mi práctica el poder de la verdad.  En tu alfombra todo es o no es.  No podés hacer que hacés:  Marichyasana está no o no está.  Kurmasana amarra o no amarra.  No hay vuelta de hoja.  Y para ser reales necesitas ayuda.  Solo uno no llega muy lejos. Tantos que conozco que se han quedado perdidos en el camino.

Al igual que hace muchos años toqué una puerta en Mysore y el mismo Guruji me abrió y me invitó a pasar al segundo piso,  a su casa, me sentó en medio de la terraza donde estaba Saraswati lavando ropa,  los niños jugando y la familia reunida:   así deseo yo recibir a quién esté dispuesto a ir más allá de la escasez mental en esta vida,  más allá del egoísmo,  el miedo,  la separación y la mentira.

Porque si mi maestro me abrió las puertas de su casa y su shala de corazón hace muchos años,  como no podría yo hacer lo mismo?

Porque si este yoga me ha transformado a todo nivel,  cómo no desear lo mismo para todo ser humano que tenga los ovarios y los huevos de apostarle a esta práctica maravillosa.


martes, 11 de agosto de 2015

Drunk on Love

It´s been a wonderful five days already.

My body is super sored,  my legs and sitzcone ache like crazy, i can barely walk from the biking...yet, i feel so fullfilled and peaceful inside.

Biking in Copenhagen has been my most intense experience so far,  besides the Led practices with my teacher.  Danish are very confident in their bikes and i am a slow learner.   I still get confused in the lights,  miss the exits and stop in forbidden places.  Yet the breeze in my face every morning speaks to me about freedom and creation,  intensity and calmness happening simultaneouly.

As i pass by the swans in the lake every morning,  i remember that story about the ugly duckling who always thought himself clumsy and out of place.  His family was not helping by rejecting him.  Until he finally realized as he watched himself in the waters that he had never been a duck,  but always a lovely swan growing in the wrong family.

Some of us are late bloomers and wander through life a little lost until we realize who we really are. Then life becomes a series of coincidences,  serendipities and beautiful meetings.  Everything comes to you.  It feels like cruising and each day brings a new opportunity to appreciate a new corner into your own self.

This days in Denmark have made me realize i´m drunk on Love.  Yes,  those are the exact words to describe the feeling.  My yoga practice felt very hard for many years.  I had to break through a lot of conditioning in my mind,  stiffness in my heart and concepts about how my life should be.  Practice itself took care of everything and my slate is clean now.  Whatever is coming will come to a new Mariela,  a born-again human being whose past life i can barely remember.

Those hours biking through the city have renewed my heart and soul.  Those intense practices with my friends and teacher have deepened the commitment in my heart to hold the vows of someone who is here only to help.  There used to be a time when i thought i was practicing just for myself,  my family,  my mental issues.  Now i have a feeling we are all practicing together for something greater than our own little selves.  We are practicing for love,  we are practicing for those who feel too weak, tired or depressed to do it themselves.

We are all the same energy and we are all together in this sinking ship.  Our sadhana should be a collective effort to raise our awareness and become closer to each other.  I´ve had a feeling of close family with my friends here,  even with my teacher.  We share something very sacred and it´s not only in us ashtangis:  is in everyone in the world.  We are doing and sharing our passion and maybe that´s all  we need to do.  Every human being.  Because if we do what we love -and we are all meant to do that in this lifetime-,  then naturally we can guide others to do the same.

In the meantime,  we need to keep drinking and sipping all this Love.

It´s available everywhere at any moment.  It´s not something we get,  it´s something we are.  It´s deep down in our bodies,  guts and hearts and permeates the whole world and the universe.

Being drunk on love....that is the true way to live.


lunes, 10 de agosto de 2015

De paseo

Día 2 y 3.

Ayer fue un día tan intenso que no pude escribir.

Después de nuestra tradicional ida en bicicleta,  nos enfrentamos a ese elefante blanco que se llama Led Intermediate class con mi maestro.

Ayer muchos de nosotros enfrentamos muchas aristas:  debilidad,  cansancio,  impotencia,  dolor muscular hasta casi llorar,  alegría,  expansión, gozo,  miedo,  ansiedad.  Todas las emociones mezcladas como esta vida dulce que a menudo se torna tan amarga.

Y luego dulce otra vez.

Ayer vino nuestro maestro al shala de mis amigos.  Cupimos trescientas personas en un cuarto pequeño en tamaño pero tan lleno de amor.  El shala en Copenhagen cumple quince años este año y tenerlo a él aquí fue parte de esta celebración.  Estábamos todos muy felices.

Mi maestro también.

Habló y luego,  igual que en Mysore,  empezó a contestar preguntas.  Preguntas sensibles e inteligentes pidió.  Ya casi cerrando volví a ver a mis amigos españoles como me guiñaban el ojo:  hace días venían bromeando que me iban a designar como la pregonera de Hispanoamérica para preguntarle algo al Boss.

No quería levantarme.  Estoy acostumbrada a hablar en público pero en español.  Aquí éramos ashtangis de todo el mundo,  mucha energía comprimida en este pequeño gran cuarto.  Pero una especie de resorte me levantó de mi malasana y me puse de pie para la última pregunta.

Empecé a hablar y sólo sé que me enredé toda.  De pronto,  vinieron a mi todas las caras de la gente tan hermosa con quienes he estado trabajando durante los últimos dos años en Costa Rica:  gente de Costa Rica y de toda Latinoamérica que tan amorosamente han dejado atrás vidas,  trabajos y familias para venir a estudiar a San José.  Se me hizo un nudo en la garganta pero la atención del cuarto completo y de mi maestro estaba sobre mí.

No sé exactamente lo que dije pero le expresé nuestro deseo de tenerlo en Latinoamérica muy pronto. Le dije que hablaba en nombre de muchos que me escriben constantemente para saber cuándo viene el Guru a Costa Rica.  Le dije que por favor practicara su español.  Se rió.   Dijo algunas palabras en nuestra lengua...y después de eso dijo algo tan  pero tan hermoso que nunca le oí decir antes,  durante los últimos quince años que lo he conocido:

" El yoga es el idioma universal".

Han sido días muy difíciles a nivel físico y mental para mí.  Un viaje tan largo en tan poco tiempo no es jugando,  más cuando sé lo que vengo a hacer.  A pesar de todo,  el jet lag me ha tratado bastante bien y la camaradería de mis amigos,  la energía tan pura y suave de mi maestro y la ciudad llena de sol han ayudado mucho.

Hoy recibí un regalo adicional,  entre todos los regalos que recibo cada día en este viaje:  salí con mi maestro de compras.  Mis amigos me invitaron y fuimos algunos con él a pasear por la ciudad averanada.

La invitación me llenó el corazón.  Pasamos por él a su apartamento: estaba de muy buen humor. Habló de sus niños,  de que los extraña mucho.  Incluso nos puso un mensaje que le acababan de dejar en el teléfono.  Informales, todos cómodos y relajados en su presencia.  Fuimos a buscar unos pantalones especiales para sus viajes a Africa y terminó comprando dos cucharitas muy graciosas para su camping.  Terminamos sentados todos en una hermosa cafetería a la luz de una tarde hermosa tomando un smoothie.

Y mientras charlábamos sobre hijos,  sobre India,  sobre la vida sólo sentí que era uno de los días más importantes de mi vida.  Aquí,  en esta hermosa Dinamarca,  rodeada de almas buenas,  de personas generosas y llenas de amor por la gente y por el mundo.  Sentí mis vidas pasadas como yogi o yogini, mis meditaciones en montañas y lagos,  recordé conexiones de almas que vienen del pasado y que hoy nos sentaron a todos en esa mesa en medio de un mercado colorido en Copenhagen.

Sé que hoy fui,  sencilla y llanamente,  absolutamente feliz.  

Porque así es mi maestro:  un ser simple,  bondadoso y solo sonrisas.  

Creo que es hasta aquí en este viaje  que tuve el privilegio inmenso de realmente conocerlo y de reafirmar con certeza su guía y comprender todas esas prácticas que en algún momento no tuvieron sentido,  esos dolores y molestias en el cuerpo y el alma que me hicieron dudar.  Supe por unos instantes de gracia y plenitud que este camino no es un camino complejo sino uno muy sencillo e inocente -igual que mi querido Guru.

Un camino que nos lleva a todo lo que realmente necesitamos y anhelamos.






sábado, 8 de agosto de 2015

Guru to go

Primer día check.

Me despierto porque Tuija,  mi amiga finlandesa,  se despierta muy temprano para llegar a la Serie Primaria.  Hay alrededor de 250 personas en el turno de las 8 am.

Es impresionante.

Intento abrir los ojos pero no responden.  Me dicen que en San José son las 11 de la noche,  que qué diablos estoy haciendo levantándome a esa hora.  Me quedo inmóvil en el colchón:  amo dormir en el piso.  Sobre todo en un shala como este,  tan lleno de amor y devoción.

"Hora de levantarse"- me digo a mí misma y como puedo me incorporo.  Mi amiga Kerstin de Australia ya está en pie haciendo café.

"Salimos a las 8"- me dice.  Lejos estaba de anticipar la aventura en bici para ir a buscar el venue.

Ayer nos aseguraron que la mejor forma de llegar al evento era en bicicleta.  Así que alquilé una- sin casco por supuesto.  Aquí nadie usa casco.  Y hoy nos fuimos con mat a la espalda,  mucha emoción y un mapa para guiarnos.

Empezamos a pedalear.  Después de varias vueltas en círculo finalmente encontramos la calle de los lagos.  Un boulevar precioso bordeaba el agua repleta de cisnes blancos y negros.  Como es sábado, muchos daneses madrugaron a caminar y correr y pedaleamos y pedaleamos entre risas y jolgorio.  Como a la media hora de pedalear y ya bastante calientes,  nos detuvimos en una esquina un poco perdidas.  Cuál no sería la sorpresa cuando vino hacia nosotras un señor y muy amablemente nos preguntó si podía ayudarnos.

Vio el mapa y le indicó a Kerstin el camino: qué amabilidad!

Llegamos al lugar y ya muchos amigos y conocidos estaban ahí.  Fui saludando amigos de Austria, España,  Sudáfrica,  Francia,  Suecia,  Estados Unidos,  Italia,  Serbia y Dinamarca.  Una chica de México se acercó muy amablemente a saludarme y decirme que era alumna de un querido amigo por allá.  El clima era de mucha camaradería,  relajación y amistad sincera.  Arriba estaban todavía los de Primera Serie en medio de la maratón.

Empezaron a bajar y nos preparamos para entrar.   Con un amigo de Mallorca hablamos de mariposas en la panza.  Pensar que en el segundo piso estaba él!  De verdad que la relación con tu maestro no tiene sustitutos:  es como un enamoramiento teñido de tanto respeto y devoción que es imposible de describir.  Entramos al salón,  muy bello de techo muy alto y encontré mi lugar.   De inmediato fui a saludarlo.

"Hi!- me dijo con una sonrisa dulce y los ojitos brillantes.  "You came!"

Llena de una alegría inexplicable le contesté que estaba muy feliz de verlo.  Creo que mi amiga de México y yo somos las únicas locas que cruzamos el océano para estar aquí.

Me acomodé en mi alfombra y me llamó a la primera fila.
Oh no! 

Mi amigo de España también se movió al frente:
"A enfrentar mis miedos"- me dijo con una sonrisa.

Y esperamos en silencio.  Estar frente a mi Guru se sentía como estar cerca de un reactor nuclear.  Cerré los ojos y se me llenaron de lágrimas.  Tanto amor contenido en ese pequeño cuerpo.  Tanta energía y consciencia.  Nos quedamos todos en silencio.  Fue un silencio largo-  o será que me fui en un viaje extraterrestre.

De pronto,  de muy lejos escuché:  "Samastitih".

Su voz me trajo de regreso a tierra y empezamos nuestra rutina -que hoy estuvo especialmente dura. Sostuvimos chaturangas eternos,  kapotasanas profundos y titibhasanas dolorosos.   Nos ayudó a todos con amabilidad y hasta un par de chistes.  Poco a poco el cuarto se fue vaciando y de cincuenta que empezamos quedamos al final unos veinte,  todos maestros y un par de estudiantes avanzados.   La masacre no fue tanta y tuvo piedad de nosotros en los backbends:  no catching today.

Terminé la serie temblando como un conejito.  Mientras descansaba en mi alfombra sentí como una ola todo el amor que por mi amado hijo Ariel.  Recordé su nacimiento:  casi se me viene en el carro, contundente en su entrada a esta vida.  Llegué al hospital y nació sin doctor,  apenas me dio chance de subirme a la silla.  El pediatra recibió a Ariel y recuerdo toda la experiencia tan intensa y apabullante como mi mejor parto.

Algo así se siente practicar con mi maestro.  Mientras uno está en el count siente que se va a morir. Pero luego entra uno en un estado de éxtasis y gratitud totales por estar en su presencia,  en esta vida teñida de yoga por doquier que nos trae tantos regalos.  Sólo se multiplican con el tiempo.

Desayunamos todos juntos al sol de la mañana danesa.  Hambrientos,  fatigados y requetefelices. Todos los días conozco a alguien hermoso:  hoy fue a Lisa de Suecia que se prepara para recibirlo en Estocolmo a partir del próximo sábado.  En medio de sus tareas como mamá y maestra le toca ahora sostener el evento en Estocolmo.  Me cuenta de todos los detalles que implican invitarlo a su país: entre ellos insistirle desde hace como cuatro años.

Sueño con tenerlo en Costa Rica.  Traje una bolsa de café orgánico de mi país y mañana se lo voy a dar con la misma intención que Lisa le dio un par de guantes para que fuera a Suecia.  Mañana tenemos conference con él aquí en el shala y anticipo una reunión con mucha luz.

Mi amigo José me hace una broma pesada:  me dice que me han designado entre todos los hispanoparlantes para hacerle mañana una pregunta.  La pregunta es cuál es la pregunta.   Y me voy a dormir con esa interrogante,  con una sensación de mucha paz y alegría en mi corazón.

Hoy fue un día perfecto y mañana lo será todavía más.
Nada como estar a los pies de tu guru.





viernes, 7 de agosto de 2015

Tu fuerza

Llevo casi veinte horas sin dormir,  entre aeropuertos,  cambio de avión y vuelos transatlánticos.

Escribo sentada en el comedor del shala de mis amigos Jens y Susana aquí en Copenhagen.  Somos varios de distintas partes del mundo que estamos quedándonos aquí.  Me siento tan feliz de poder dormir dentro del shala con las fotos de mis maestros por todo lado.  Mi cuerpo muy cansado,  mi mente ya casi con blanks mentales pero aquí el clima es de mucha emoción y anticipación por los seis días que iniciamos mañana con mi maestro.

Dicen mis amigos que está de muy buen humor.  Me alegra muchísimo esta noticia.  No importa cuántas veces practique bajo su guía,  siempre es un reto mental.  Mi cuerpo se sabe bien la secuencia pero siempre hay cambios.  Nunca sabemos qué va a pasar realmente.   A veces se siente fácil,  a veces espantosamente dura.   Será que es nuestra mente la que recibe la información con filtros:  no sé.  Es un misterio para mí lo que va a suceder mañana en mi mat.

El yoga es el arte de estar presentes en lo que sea.   Hoy mi amiga austríaca me salvó la vida.  En mi jet lag espantoso el rojo del semáforo se volvió verde y me tiré dos veces seguidas a la calle sin fijarme.

"It´s red!!- me gritó Belina.  

Acostumbrada a la laxitud de todas las reglas en mi país,  mi cerebro hizo corto circuito.  Me quedé literalmente en blanco.  Mi cuerpo siguió caminando,  mi amiga me gritó con todo el pulmón y gracias a Dios frené....

Creo que todos traemos huellas energéticas que nos piden seguir actuando a veces de formas inconscientes.  Traer la atención completa al momento presente es muy difícil cuando nuestras mentes están acostumbradas a brincar entre pasado y futuro.   Observo mi mente:  recuerda esa práctica de Serie Intermedia que hice en Mysore cuando acababa de darme cuenta en India que estaba embarazada de mi sexto bebé.  Estaba muy feliz pero también sabía que no era recomendable.  Sin embargo,  hablé con Theo (que en esa época no tenía nombre) y le dije lo que íbamos a hacer.  Le expliqué que era físicamente muy intenso para mí pero que iba a recibir mucha energía y luz.

Todo salió bien.

Recuerdo también el año pasado en Los Angeles que tuve la visita de mi Ladie´s Holiday durante la semana con Sharath.  Decidí hacer la excepción y practicar.  Cuál fue la sorpresa cuando en uno de las siete paradas de cabeza al final de segunda serie me caí...nunca me había caído antes.  El cuerpo simplemente se desestabilizó.

Sé que estaba pushing it.

Y hoy me pregunto qué irá a pasar mañana.  Mi mente adelantándose, queriendo asegurarse que todo va a estar bien.  Por otra,  quejándose que van a ser las 2 am en Costa Rica y que voy a estar muy cansada.  Escucho el discurso y lo dejo ir.  Mañana va a pasar lo que tenga que pasar.  Ya estoy aquí:  mi maestro está aquí también.  Mis amigos de años:  verlos ya es una alegría inmensa.  Los nuevos que estoy haciendo:  conocerlos otro regalo.

Así que me dedico a escribir esta entrada,  comer algo liviano,  alistarme para dormir.   Y lo demás lo entrego al Espíritu:  pidiendo que pueda sostenerme con la respiración,  sin preocupaciones,  sin anticipaciones.  El arte de estar presente con lo que hay,  sin aspirar a nada más.

Y me voy a dormir tranquila,  en paz.  Sé que llegar hasta aquí fue muy difícil esta vez.  Sé también que los sacrificios que se me piden ya son parte de mi dharma y karma.

Me duermo pensando en mi hermoso hijo Ariel que mañana cumple diecinueve años.  León de Dios, amor de mi vida.  Aunque distante muy adentro.  Y se me ocurre,  en medio de esta tarde danesa que todavía a las ocho y treinta de la noche está iluminada,  ofrecerle mi práctica de mañana.

Me voy a dormir con una sonrisa.

Ahora si sé de dónde me va a venir la fuerza.







miércoles, 5 de agosto de 2015

Where there is a will, there is a way

A sucession of miracles each day.

I flew back to Guanacaste last monday.  Had the privilege to visit this amazing part of my country again.  The invitation came to teach again,  yet i know there were other forces involved as well.  Came back with the happy news that three of my students from the beach will attend the next intensive.  So even if i had a plan i know certain things are just meant to happen.

Yoga is not meant to be heard by everyone.  Now it has become very popular and mainstream,  but the style that i practice is not the yoga of the "yes"... it´s the yoga of the "no".   The NO´s start as soon as you get to your mat:  I´m tired, it´s too early,  i´m hurting,  i´m stiff,  i´m sleepy, i´m hungry...the mind goes wild when confronted with the present moment.

The NO´s follow after a few years of practice. Then we think we "know" something:  we have opinions about the practice,  the teacher, our peers,  our bodies...we go to India and then start this trip about being "special".  Some of us stay there for a few years and i´m sure my teacher watches us with amusement and probably a bit of concern.

Few more years go back.  The practice gets tough.  India is easy: back home very hard.  We all have our families,  jobs,  social life.  Our practice asks for commitment.  It´s easy to find entertainment in the yoga world.  See people,  get social,  enjoy the view.  But the way gets narrow and narrow and sometimes we just want to quit.   So many sacrifices,  so many things we need to give up in order to continue.

Some think this yoga is a discussion group.  They get together and talk instead of getting to their mats.  Sometimes they talk about other people, teachers,  students,  Mysore,  bla bla bla...total waste of time.  Either you decide to get in the boat or you are out.   Talking is a pathetic way of trying to stay connected to something that is totally quiet and personal.  Even if we practice with other people, the truth is we are alone in our sadhana.  It´s us and the energy,  however you would like to call it.

Us and the Prana.

Prana gets wasted.  Some don´t know how to manage it.  We are waking up a Leviathan here and we need to focus and create.  Otherwise we become lean,  mean yoga machines.  Tough attitude,  bodies and minds caught up in narcissistic endeavors.  Basically a...holes.  I´ve seen many of those and i´ve also see many of those transform into amazing open-hearted human beings.   But it takes a few more years for that to happen.

So Ashtanga is not measured in months or years,  but in decades.  It´s measured by how soft we become,  how tolerant and compassionate.  It´s not about the looks though our looks sometimes confuse people.  The body is only our instrument and yes,  it becomes strong and flexible,  does amazing things.  But the cool part is what happens inside of us.

I´m ready to go see my teacher and face myself again.  In his presence all masks fall apart.  He has a way of seeing us and our trips,  grounding us and keeping us real.  This is not a yoga of fashion.  It´s the yoga of sweat and tears.  It´s the yoga that opens our being and makes us realize the truth from the false.  It´s the yoga of  those who lost hope a long time ago to find happiness in this world and yet ended up finding a treasure we never thought existed.

I trust those who commit and give it all to find themselves.  I trust that part of me that knows and wants to learm.  I believe a few of us are meant to go all the way in this lifetime.  How far we want to take it is up to us.  If we have a teacher we are way beyond lucky.  And our teacher will make sure we stay on track.

If there is a will we will find the way out of the darkness.  For ourselves,  for those who we love, for the world.  Is the only way to save ourselves:  to remember who we really are.

The way is steep but where there is a will,  the way instantly opens up.


sábado, 1 de agosto de 2015

Volar ES soltar

Mi camino espiritual me ha llevado innumerables veces a cuestionar mi mente.  En Ashtanga Yoga tenemos ciertos lineamientos éticos (que no quiero llamar morales porque el Yoga nos invita a ir a un lugar más allá de la dualidad del bien y del mal).  Estas directrices nos dicen cómo es un ser humano cuando está en su centro, balanceado y equilibrado.  Nos explican que es posible para todos y que es cuestión de ponernos serios y abrir nuestra alfombra.

El Yoga que practico pide presencia diaria,  no sólo las dos horas que pasamos sudando y brincando en nuestro mar sino el resto del día.  En nuestras acciones y palabras es importante ser congruentes con las enseñanzas y de hecho,  naturalmente gravitamos hacia la no violencia,  la verdad,  la moderación y no apego.  Cuando uno es un generador de energía sucede naturalmente.  Nos volvemos generadores porque estamos conectados a los maestros,  esas luminarias cuya sabiduría y energía son reales más allá de barreras físicas,  estén o no estén aquí en sus cuerpos físicos.

Es por eso que cuando alguien a nuestro alrededor actúa de formas inconscientes lo percibimos inmediatamente.  En el esfuerzo diario por ser congruentes con nosotros mismos las acciones externas fuera de lugar rechinan,  como rechinar una uña en una pizarra.

Ayyyyy.....

Cacofonía total de emociones.
Seres humanos en caos interno compartiendo con el mundo sus dolores mal trabajados.
Violencia de obra y de palabra.
Depresión.
Tristeza.
Soledad.

Cuántos seres andan por las calles hablando de maestros y caminos espirituales....pero no hace falta hablar nada.  Cómo estás actuando:  tus acciones lo dicen todo.  Estás creando más belleza o estás dejando un rastro de basura detrás tuyo? Cuando estoy en un momento difícil y mi ser más bajo me pide actuar de maneras estúpidas he ideado un plan que es básicamente entrar en silencio.  Trato de no comunicarme,  de ir hacia adentro.  Mi práctica de yoga y de vida ayuda inmensamente:  dos horas en mi mat erradican cualquier resabio de mente reactiva.  Estar con mis niños también me ayuda un montón:  ellos habitan en ese lugar de no mente,  de emociones puras,  de cero manipulación.  Son totalmente francos y honestos y su vibración es muy alta.

Recibo hoy noticias de alguien que la está pasando muy mal. Un ser bondadoso y amable que todavía no ha entendido que su sufrimiento se lo está auto-infligiendo.  No es mi estudiante pero ojalá lo fuera.  Puede verme reflejada en ella hace un par de años:  pegada en la carencia que no es tal pero que se percibe así por un ego vuelto loco porque le cambiaron el plan de vuelo.  Yo también reclamé y patalee cuando me di cuenta que no podía controlar a los demás,  incluso a aquellos que amo más profundamente.  Esos menos que todos.

Amar a alguien y pedirle que actúe en nuestro beneficio es manipulación.

Así me ha tocado aceptar incondicionalmente acciones de mis parejas y de mis hijos que en su momento me parecieron fuera de lugar y que ahora agradezco.  A todos nos han hecho crecer.  El dolor es una medicina poderosa,  pero el sufrimiento puede evitarse.  Mi sufrimiento venía de no aceptar lo que estaba sucediendo.  De querer que fuera distinto.  De creer que yo sabía lo que era mejor para otro ser humano.

Con costos sé lo que es bueno para mí.... qué arrogancia por Dios.

Aprendí a soltar con muchas lágrimas,  no porque fuera una experta sino porque simplemente mis ardides para recuperar lo perdido no funcionaron. Así que me quedé con una pila de ropa vieja amontonada,  un mar de emociones que no sabían nada bien y mucha envidia y dolor por la alegría ajena.  Ahora siento vergüenza de declarar esto:  no era amor,  era sólo miedo enmascarado.  Después de procesar el miedo con muchas prácticas, terapias,  viajes, sudor y lágrimas he llegado a un punto donde acepto lo que otros deciden, independientemente de su efecto en mí.  Por qué?  Porque sé que no dependo de sus decisiones para mi propia felicidad.  Los acontecimientos no me dejaron más opción que buscar en las profundidades de mi alma el consuelo.  Y lo encontré porque estamos destinados a eso.  Porque somos seres autosuficientes,  tan plenos y realizados ya de por sí.

No hay ninguna carencia y el miedo es una falacia.

Quisiera que todos los seres que se sienten desamparados,  envidiosos por la alegría ajena,  tristes y solos comprendieran que están encerrados en un cuarto oscuro por ignorancia solamente.  Afuera el sol siempre brilla.  Sin embargo,  todos necesitamos ayuda.  Necesitamos ser lo suficientemente humildes para pedir una mano,  ir a una clase,  llorar en voz baja,  arriesgarnos a no vernos bien y aún así seguir adelante.  Si creemos que tenemos razón ya estamos perdidos.  Por cada pensamiento que tenemos  de anhelo por guía,  nuestro guía se acerca dos pasos.  Por cada acción que tomamos para buscar la Luz, la Luz se despliega con alegría sobre nosotros.  Porque es nuestro destino despertar y estamos en un momento espiritualmente privilegiado para hacerlo.  Todo confabula en estos tiempos para dar el salto de una consciencia separada a la unión del Amor.  No hacerlo es suicidio.  De hecho, no intentar hacerlo denota una necesidad profunda de encontrar ayuda.

El primer paso es siempre el más difícil.  Es aceptar que nosotros,  sólo nosotros y nuestras ideas de cómo tiene que ser son el problema.  De la aceptación es que viene la paz.  Del sufrimiento podemos movernos con certeza a un oasis de plenitud.  Depende sólo de nosotros dar ese primer paso o continuar revolcándonos en oceános de mugre mental y emocional que nos dicen que podemos cambiar al otro.

Si una decisión hace feliz al otro, quién soy yo para decir lo contrario?

Observo en mi vida a todos aquellos que me han dado un no,  que han actuado en contra de mis opiniones y los veo tan bien,  tan realizados,  tan felices.  Me veo a mí misma y sé que me he liberado internamente de muchas responsabilidades ajenas.  Dejar ser al otro me ha permitido ser yo misma en todos los sentidos.  Sin miedo ni reacción por lo que nadie más decida.

Ahora puedo decir con alegría:

Si lo que decidís te llena el alma y te hace feliz,  contá conmigo para ayudarte.  No sos un instrumento para mi propia realización: al contrario,  tu realización vuelve la mía más plena.

Y ahí es donde radica el Amor:  en alegrarnos por la alegría del otro.  En no sentirnos fuera de nada.  Es imposible estar fuera.  Somos todos partículas de Dios en cuerpos distintos,  almas peregrinas en esta tierra por unos pocos años.

Seamos lo suficientemente amorosos como para permitir con alegría que el otro vuele...

Y démonos a la tarea de empinar nosotros el vuelo sin depender de nadie.
Sólo de la mano de nuestros maestros.