jueves, 8 de agosto de 2013

Para amar hay que abrir los ojos

Regreso en estos días a mi pregunta existencialista de si existe o no el amor.

En este plano en que vivimos,  pleno cada día de duda, confusión,  egoísmo,  sufrimiento y desesperanza,  la pregunta es válida.

La respuesta?

Desearía que alguien me pudiera responder con un simple si o no.  Pero como el amor es algo tan sutil, tan profundo y tan sin similitudes en este lugar,  por supuesto que la respuesta no va a ser tan simple.  Necesito ir más profundo para descifrarla.

Dice una canción que el amor nos habla en acertijos y rimas.  Pero cuando nos toma nos aprieta con fuerza,  nos besa incansablemente y nos seca las lágrimas.  Sólo tenemos que cerrar los ojos para sentirlo.  Y abrir los ojos para verlo.

Un amigo cercano me aconseja que siempre que esté pasando un momento difícil,  busque lo que amo. Y qué amo?  Amo a mis hijos,  a cada uno de ellos.  Hoy el número 3 está cumpliendo 17 años.  Hace 17 años estaba yo en el infierno:  una pésima relación de pareja,  un embarazo sola,  días de dolor y sufrimiento.  A aún en medio de ese panorama tan triste,  el amor me consideró lo suficientemente merecedora para posar en mis manos aquel bebé precioso,   lleno de luz e intensidad hasta la fecha.

Aún en el fondo de la cueva,  el amor me encontró.

El amor nunca nos abandona. Somos nosotros quiénes nos cerramos a su caricia.  Aquí estoy con mi pitufo menor,  Matías,  mientras escribo.  Su carita angelical,  ojitos vivos,  sonrisa dulce es todo lo que necesito en este momento.   Aquí,  ahora, puedo sentir el abrazo del amor a través de mi bebé.

Igual que cuando abrace y felicite a mi cumpleañero más tarde.  Igual que en la clase que acabo de dar con diez hermosas almas valientes y dispuestas a darlo todo.  Igual con mi cuerpo que me llena de sensaciones de vida,  a veces placenteras,  a veces no tanto,  pero todo vida.

Qué más amo?  Amo lo que hago cada día,  lo amo con pasión. Amo a mis maestros,  cada uno de ellos un ejemplo de tenacidad y bondad.  Amo la gente que viene a mi casa a compartir lo que amo.  Amo que sean tan tercos y necios como yo para seguir rompiendo todo lo que nos aprisiona.

Así que concluyo que si estoy dispuesta a ver,  el amor está por doquier, al menos en mi propia vida.  Es la fuerza que nos mueve,  que nos invita a dar el siguiente paso.  Es la energía que mueve las hojas del árbol de mango en mi patio y que me lleva a cruzar el mar en un par de semanas para ver a mi maestro.  La misma que hace que la sangre se mueva en mí y mi corazón palpite.

Está presente siempre.

Voy a escoger sentirlo o voy a quedarme pegada en mi idea de que tal vez sea un mito?

Podría refrendar esto con mucho ejemplos:  gente ensimismada,  gente desconectada,  arribistas,  wanna be-s, mediocres,  envidiosos, desagradecidos,  adormecidos...creo que todos sufrimos una dosis mayor de la deseada de este tipo de gente diariamente y el secreto está en no permitir que empañen el espejo de nuestra percepción y nos bajen de frecuencia.

El Yoga me invita a experimentarlo todo antes de dar un veredicto.

En mis diarios experimentos con la vida y la verdad,  creo que no tengo más opción que aceptar que el amor existe.

Ja ja
Qué buena noticia.

Tal vez no como yo quisiera,  pero eso no es lo importante.
El hecho es que está por todo lado y es imposible vivir sin amor.

Y ya esta realización me da esperanza para continuar.

domingo, 4 de agosto de 2013

Sintámonos satisfechos con quién somos

Hoy es un día especialmente feliz para mí:  una de mis queridas estudiantes conoció hoy por primera vez a mi maestro.  Tuvo que sobrepasar muchos obstáculos pero lo logró.  Y mientras leo sus relatos desde Dinamarca,  me embarga una profunda alegría de constatar que lo que sea que uno se propone,  sucede.  Más si se cuenta con las herramientas y el enfoque que nos regala el  Yoga.

No es que fuera fácil para ella.  Para nada.  Tampoco ha sido fácil para mí.  Hay una fuerza que confabula para enredar la cancha para que uno no se dé estas oportunidades.  Y creo que esa fuerza puede tomar nuestra mente y cubrirla.  Y si estamos cubiertos,  creemos que tales puertas no son para nosotros,  que nos las merecemos,  que son muy difíciles de abrir y terminamos cayendo en el desvalor, el nihilismo y la apatía.

Pero la virtud del Yoga es que dispersa estas nubes mentales para que logremos sobreponernos a todo esto y manifestemos,  creemos,  vivamos lo que necesitamos vivir.   Y lo veo suceder una y otra vez:  sucede.  Sucede a pesar de nosotros mismos,  nuestras dudas y temores.  Sucede y cuando sucede,  es como si saliéramos de una niebla mental y nos decimos:  "Pero cómo diablos pude cubrirme tanto?  Cómo diablos pude haber siquiera pensando en dejar pasar una oportunidad de oro como esta?"  Y la alegría es tan grande que nos devuelve la fe no sólo en la Vida sino en nosotros mismos.  Y la siguiente vez ya no le hacemos tanto caso a los obstáculos.

Hoy escribí un artículo para una revista gringa en inglés.  Lo posteo en inglés porque muchos me han pedido que escriba unas letras para los no hispano parlantes.   El artículo en cuestión habla del antes  y después de una yogini.  De cómo una mente inteligente y brillante más bien puede ser una piedra en el camino sino está lo suficientemente entrenada.  Nos habla del discernimiento,  de la confianza en los guías.  De la voz del corazón y de seguir nuestro gut.  Se los comparto con esa certeza y alegría de que todo lo que escribo es cierto.  Es cierto porque cada día compruebo que el Yoga es un milagro en mi vida.

Cuando me enfrento a una decisión importante,  siempre contemplo qué siento y mi discernimiento me ayuda a tomar la decisión no sólo a nivel racional sino a nivel emocional e intuitivo.  Cuando la mente está enfocada,  hace menos ruido y podemos escuchar mejor al cuerpo,  a los sentimientos y a los hunches.  Eso es lo que hace una decisión sabia:  que se sienta bien desde la inteligencia y bien en el cuerpo.  Pero sobre todo,  que nuestro corazón esté en paz.

He aquí mis pensamientos,  espero se sientan identificados.   Hubo una época en mi vida en que sentía que me volvía loca:  gracias a la Gracia de mis maestros,  mi mente es ahora un instrumento para vivir una vida más serena,  menos sobre emotiva y más conectada.  Estoy eternamente agradecida por todo lo que me trajo al día de hoy.  Y espero tener el discernimiento de seguir escogiendo la Luz en vez de las dudas y la confusión.






Ashtanga Yoga vs Mad- attention

Mad- attention used the be the name of my life.  Mad- attention to drama,  people and things.  Never-ending.  All day, all night.

The method i follow and teach promotes the opening of the rivers of energy in the body,  the rivers of life or nadis.  The ancient texts in India talk about 72 000,  maybe more.  Consciousness expands without effort once we have done our Ashtanga practice.  We enter bliss even when we are not looking for it.   Of course,  we have done two,  maybe three hours of bending, sweating,  crying and facing all of our fears.

Ashtanga is a meditation in motion that has three main basic points:  posture,  breath and gaze.  The method is a vinyasa count which creates a powerful heat in the body.  This heat melts away all the impurities and the body and mind return to their golden glowing true nature.  
 
Moving and watching the breath.  Move while being moved and becoming the watcher.  Feeling the sweat,  enjoying the intensity.  Being totally captured by the sensations and able to let go of the mental chatter.  Freedom.

 
That is my method,  my teacher´s and my teacher´s teacher.  And it is miraculous.

The mind fades away, all my crazy demands, judgments,  opinions,  concepts and criticism.   For a couple of hours a day,  i feel free from this mad-attention to my internal chaos and somehow,  i can feel the inner light shining, not as a concept but as something as tangible as my quads.

As i prepare to be with my teacher once again,  i start getting the feeling of being on fire.  He reminds me that we can all fullfill our dharma from love.  

I have known Sharath Jois for a while.  I met him in Mysore, India, in the Ashtanga Yoga Research Institute, in 2001.  I was lucky enough to know and study with his grandfather, Sri K. Pattabhi Jois as well. They have both inspired me with the traditional method of Ashtanga Yoga and the potential it carries of deep physical, mental and emotional healing. 

After 12 years of knowing him,  i still get all tied up inside by just the thought of being in his presence again.  My fears start to surface:  will i be able to follow his pace?  Can i do it?  Why travel so far? All of my insecurities rise to the surface and still,  somehow this practice gives me the courage to go ahead and jump again into the unknown.

My teacher´s humble powerful presence is my inspiration.  He has shown me the way to go into my deepest fears:  fear of actually dying in my mat.  Of not being good enough,  not strong enough.  Ashtanga Yoga´s demands on the mind surpass those on the body.  Where the mind goes,  the body follows.  Last night as i was practicing some crazy postures,  i could actually understand how the breath makes the opening for my mind to calm down.  Then I  can go ahead.  And this has served me inmensely for my life off the mat. 
 
Life comes with its curves.  Instead of reacting and letting out into my emotions,  i take a deep breath.  Remember the bigger picture.  Look inside for answers inside my heart.  Know what matters and what not.  Then,  i take action.  I always mess up,  but i try to learn.  And then another curve comes.  And i try again. 

Life becomes a bigger mat where i can know myself better.  My current circumstances are the perfect scenario for realizing where i need to soften,  open and let go. 


The mad-attention has slowly transformed into a quiet,  serene refuge inside of my heart.  And it´s available every day,  no matter what happens on the outside right here on my mat.  I keep returning to it for advice,  warmth and connection.  And when i´m there,  the mad lady inside of me can somehow take a nap.
 

The Bio:
 Mariela is a mad lover of Ashtanga yoga.  She has been blessed to travel to India several times to meet her teachers Guruji and Sharath. She is also a happy mom of seven beautiful souls,  an ex-lawyer and a classical pianist.  She teaches Ashtanga yoga in San josé, Costa Rica.



viernes, 2 de agosto de 2013

Mágico Jodorowsky

Si trabajamos en nosotros mismos y realizamos nuestro Ser interior, si purificamos nuestro cuerpo y mente siguiendo nuestros guías,  lo único que nos queda por hacer es vivir serenamente y en paz.  Sabremos que cuando nos llegue la hora de partir estaremos a la altura y estaremos bien preparados.

miércoles, 31 de julio de 2013

Tu vida de amor

Krishna le habla a Arjuna,  el guerrero del Bhagavad Gita,  de Dharma.

Esta es una palabra en sánscrito que envuelve y describe con acierto un concepto que para nosotros es un poco difuso en occidente:  el destino o propósito para el que uno nace en esta vida.

Todos nacemos con múltiples propósitos,  por supuesto.  Entre ellos primeramente el de cómo hacer para sobrevivir en estos cuerpos.  Necesitamos un techo,  algo de comida,  ropa para no enfermarnos y nuestras necesidades básicas cubiertas.  Tantos seres humanos que hoy se enfocarán solamente en subsanar estas necesidades primarias.

Otros,  por karma dicen en India,  ya nacemos con una plataforma que nos permite invertir menos tiempo en las necesidades vitales.  Podemos entonces dedicarnos a aspiraciones más intelectuales y espirituales.  Ir a la universidad,  cultivar una carrera,  avanzar profesionalmente.  Viajar.  Conocer otras culturas.  Darle la vuelta al mundo.

Y finalmente,  están aquellos que le han dado la vuelta a todo esto y regresan a ese lugar interno donde realizan que todo está conectado y que somos una sola energía.  En este estadio,  su deseo no es más que servir,  ayudar en lo que puedan y también,  inspirar a otros.

Cada uno de nosotros está en el estadio que le corresponde y todos vamos a pasar por todas las etapas.  Es una cuestión de realización personal cuestionarnos para qué estamos en esta vida y esa pregunta llega cuando de alguna forma contamos con la base material para hacérnosla.

A aquellos que nos ha llegado esta pregunta,  la respuesta implica un desaprender mucho de lo que aprendemos en el mundo "normal".  Implica soltar ideas de cómo tenemos que vernos en esta vida y ser mucho más consecuentes con los deseos de nuestro corazón.

Tengo un amigo querido que hoy, por cierto,  decidió renunciar a su trabajo y seguir su corazón.  Trabajó por muchos años en una agencia de publicidad.  Ser muy creativo y lleno de ideas,  sintió que su trabajo le quedaba corto a nivel interno,  por más que le ayudara a traer pan a su mesa.  Siguió el llamado de un lugar dentro suyo más sabio y tierno y ha podido desplegar sus alas y crear a voluntad.  Es un creador de imágenes sublime. Hay una cierta magia que lo sigue a uno cuando nos lanzamos al vacío.  Claro que hay miedo,  pero de alguna forma Dios nos tira una net.

Lo mismo me sucedió a mí hace ya casi 14 años. Pasaba metida en una oficina todo el día.  Mi último trabajo como abogada ambiental era un poco más gratificante,  estaba en una firma donde todos íbamos en jeans a trabajar,  los abogados eran seres humanos- ja ja, y los proyectos tenían sentido para el bienestar del mundo.  Agua,  bosques,  aire,  parques nacionales,  naturaleza.  Y será por designio del destino que ahí llegó a mi mi propio Dharma.

La unión de la naturaleza y el Yoga es inevitable. Los yogis necesitamos lugares bellos,  buena compañía y un poco de agua y lentejas.  Las necesidades "primarias"  se vuelven un poco secundarias y a veces preferimos sacrificar una comida a perdernos un atardecer.

Lo irónico es que la mentalidad y creencias nos han siempre dicho que lo bueno cuesta,  que hay que sudarse la chaqueta para tener una buena vida. Bueno,  en mi profesión esto es literalmente cierto.  En cada práctica dejo el alma en sudor y lágrimas.  Pero cuando uno encuentra su Dharma,  el Universo responde y la vida se vuelve un fluir de un río sagrado donde todas nuestras necesidades vitales están más que colmadas.  Abundancia y  prosperidad a todos los niveles.  El trabajo es una danza,  un placer, una necesidad vital.

Todos traemos algo,  algo único y verdadero para compartir con el mundo.  Si yo hubiera sabido que iba a invertir 10 años de mi vida en formarme como abogada y sacar tres maestrías y que luego las iba a almacenar probablemente no lo hubiera hecho.  Pero necesitaba vivir esos años, acumular experiencias,  necesitaba llorar y sufrir para estar lo suficientemente desesperada para ir hacia adentro.  Y ahí siempre estuvo todo.  No tenía que darle la vuelta al mundo para llegar a mi corazón.

Si la historia de mi amigo y la mía propia les sirve como inspiración sólo puedo decirles que hagan lo que aman.  El amor le da al quehacer una cualidad profundamente espiritual.  Y claro que siempre encontraremos piedras en el camino como cualquier otro ser humano.  Pero el deseo por compartir nuestro Dharma será más fuerte y poderoso que cualquier piedra.  Las iremos sacando del paso y despejando la ruta sin mucho aspaviento.  Y cada día despertaremos a un milagro de amor y plenitud.



This is your life.
If you are looking for the love of your life, stop.
Love will be waiting for you when you start doing the things you love.


lunes, 29 de julio de 2013

Mad-attention

Muchos me preguntan por la meditación.  Algunos por el Vipassana,  un curso de 10 días que consiste en sentarse en silencio.  Me parece una hazaña de héroes.

Mi maestro decía que a los occidentales nos cuesta mucho entrar en meditación silenciosa.  Nuestra mente continúa haciendo de las suyas aunque el cuerpo esté quieto.  Y aunque el cuerpo esté quieto, si no hemos trabajado para mantenerlo abierto y flexible,  el rato sentados es prácticamente una tortura de dolores,  miembros dormidos y calambres.

El método que sigo y enseño promueve primero la apertura de los ríos de energía en el cuerpo o nadis. Dicen las antiguas escrituras indias que hay más de 72 000.  Una vez que uno ha hecho su práctica de asana,  la consciencia se expande sin esfuerzo.  Uno podría sentarse por horas en ese estado de "bliss".  La mente ha caído en un estado de profunda serenidad-  claro, después de un par de horas de darlo todo en el mat,  de sudar,  torcerse y tocar todas las resistencias mentales- pero el bienestar que se siente es inefable.

Les comparto esto porque actualmente se habla mucho de los beneficios de la meditación "en frío" y creo que es algo que no funciona para muchos,  pero como todo el mundo lo hace muchos también lo hacen para estar en onda.  Es como la historia del traje del emperador.  Quedan muy lindos en las fotos,  como dice mi maestro Sharath, pero en la foto no aparece la mente dando retumbos y vueltas en u.  La meditación consiste en enfocar nuestra atención y para eso, hace falta desarrollar un músculo interno que se llama concentración.  Empezamos concentrándonos en las sensaciones corporales y en la respiración, y un día,  después de muchos,  nos damos cuenta de que cuando estamos totalmente en el presente la mente se queda atrás.  Ya no es la protagonista del momento.

Lo contrario significa sólo "Mad-attention" al caos mental y emocional que todos cargamos.  Sino pasamos primero por un proceso de purificación- que incluye, por supuesto,  el cuerpo-  la mente no sale de ese hueco.  Es difícil describir esto,  hay que probarlo.  Y aún cuando lo he probado y practicado por años, igual me cuesta crear el espacio,  hacer la práctica y no darme por vencida. Pero tal vez cuesta menos porque ya conozco el antes y el después.

Cuando la atención de un ser humano está por todos lados,  andamos distraídos y sin norte en la vida.  Somos efecto de las acciones de otros en vez de causa en la nuestra.  Por qué?  Simplemente porque no estamos enfocándonos.  El enfoque requiere disciplina,  perseverancia y constancia.  Requiere valores claros y una intención poderosa. No es cuestión de decir que tenemos un maestro y ya.  El maestro nos muestra la puerta,  pero nos toca a nosotros dar el paso.

Para aquellos que dan el paso,  hay un sentimiento muy grande de satisfacción de saber que estamos dando todo lo posible humanamente en cada momento.  A veces,  se verá muy grande,  otras muy pequeño.  Es igual.  Lo importante es que tenemos la intención de esforzarnos y no quedarnos pegados en excusas.  Las excusas son una forma de distracción mental,  al igual que los conceptos e ideas de cómo tiene que verse nuestro camino espiritual.  Lo importante aquí es confiar en alguien que haya caminado el camino antes que nosotros y continuar.  Y hay muchos caminos: el camino tiene que resonar con nuestro corazón.

Me preparo nuevamente para ir a topar a mi querido maestro.  La sola idea de reencontrarlo me invita a empezar a darlo todo ya,  desde el mismo instante en que decidí verlo de nuevo.   El me recuerda que hay muchas formas de huirle al compromiso y excusarse...pero también de que hay una forma valiente de enfrentar nuestro destino y crearlo a través de decisiones conscientes.  Su presencia humilde y poderosa a la vez,  un-assuming es la mejor palabra para describirlo,  me inspira y es desde esa inspiración que me atrevo a querer ser un poco como él:   su fe contundente en el método que enseña y en el legado de su abuelo,  su consciencia del deber y cariño con que lo cumple.  Su enfoque en sus estudiantes y su familia.  Su práctica inspiradora y sus palabras de sabiduría.

He conocido muchos maestros, muchos de ellos mucho más rock stars que este,  sobre todo en el mundo del yoga moderno.  Ninguno me llegó tan profundo,  precisamente porque mi maestro es ejemplo de todo lo que predica.  Trabaja tan duro,  da tanto,  es sereno y no pelea con nadie.  Muchos lo critican, esto no lo inmuta.  Es sumamente famoso, pero no lo parece.  Es quizá el maestro más famoso del mundo en su figura pequeña y poco brillante,  pero sé que es puro oro contenido en un cuerpecito indio frágil de casi mi misma estatura.

Así que el paso del Mad-attention a la verdadera meditación depende sólo de una cosa:  de contar con la bendición de un Guru que nos muestre el camino y rendirnos a sus pies.  Parece poco pero qué difícil ha sido para mí,  me ha tomado años encontrar ese lugar de fe y entrega por dentro. Pero cada día que pasa veo mayores bendiciones cruzar mi camino.  Y me pregunto qué hubiera sido de mi vida si hubiera encontrado a mi maestro mucho antes de cuando lo encontré.

Seguramente no estaba lista y necesitaba equivocarme tantísimo como lo hice y llorar y sufrir inmensamente para encontrar el Yoga.  Pero todo es perfecto en el tiempo de Dios y no puedo más que agradecer haber salido un poco del Mad- attention...



y tener la enorme bendición de encontrar un refugio de paz  a los pies de mi Guía.

miércoles, 24 de julio de 2013

Vampiros de energía

En mi profesión,  tengo el privilegio- a veces doloroso- de ver muchas almas en su camino.  Algunas vienen deseosas de Luz y Verdad,  otras necesitadas de chupar energía.

Gracias a Dios,  estas últimas son las menos. Sin embargo, lastimosamente aparecen de vez en cuando y estoy en el proceso de comprender qué mensaje traen para mí.

Este ser llegó a Namasté no por invitación mía ni mucho menos.  Ya hace unos años aprendí- dolorosamente-  a discernir quiénes están listos para recibir las enseñanzas del Yoga y quienes no,  a quién invitar y a quién no.  Esta persona llegó por invitación de alguien más.  Accedí a recibirlo porque no me gusta juzgar a la gente a priori,  pero después de varios meses de conocerlo estoy confirmando lo que mi intuición me dijo desde un principio.

La pregunta para el Universo es:  qué hacemos cuando en nuestro camino topamos con vampiros de energía?  La definición vampiros de energía es un poco triste:  son personas que deambulan por la vida sin norte,  que se aferran a seres en quienes perciben un poco de luz porque no están listos,  paradójicamente, para recibir ayuda.  Son personas muy narcisistas que no están dispuestas a escuchar más que su propio monólogo interno.  Parece que practican yoga porque cualquier puede comprarse un mat de yoga y hacer que hace,  pero están lejos espiritualmente de escuchar y comprender el espíritu de una tradición que es experta en señalar lo falso y ponerlos en evidencia.

 Ya dos veces en el pasado me sucedió lo mismo con dos aspirantes:  la primera era una hipocondríaca declarada que pasaba su vida quejándose de todo - creo que es la persona más negativa que he conocido en mi vida.   El yoga le pasó de largo ya que esta disciplina tiene una inteligencia propia:  si no encuentra al estudiante digno,  se encarga de sacarlo de la cancha poco a poco.  La persona en cuestión no regresó porque su cuerpo se fue desintegrando a pedazos, producto de tan mala vibración que le echaba todos los días.

La otra persona,  muy atractiva físicamente,  traía sin embargo un cúmulo de traumas personales desde su infancia y uno a uno,  los patrones fueron saliendo.  Me enteré demasiado tarde de que estableció una relación de pareja con un estudiante muy serio y hasta ahí llegó la práctica de  yoga de esta pobre víctima.  Lo envolvió en su palabrería New Age y el otro cayó inocente,  sin aspavientos, como cordero que va al matadero.    Nuestro amigo hace poco nos llamó para pedirnos disculpas,  pero el daño que sufrió es real y muy doloroso tanto para él como para nosotros.

A todos nos toca lidiar con almas oscuras cuando tomamos en serio nuestro camino espiritual.  Dicen que los insectos se ven atraídos  por la Luz.  En estos casos,  recuerdo las palabras de una de mis maestras:  La Luz siempre prevalece.  Cada día rezo por protección para mi familia,  los estudiantes de corazón y todas las personas que visiten mi casa.  Rezo para que la luz nos acoja y proteja de todos los seres que albergan todavía oscuridad en sus corazones.  Todos eventualmente vamos a despojarnos de lo falso y todos tenemos el derecho vital y divino de realizar quién somos.


Mientras tanto,  confío en el discernimiento de aquellos que se acerquen a esta alma.   Que sepan discernir lo falso de lo verdadero,  la luz de la oscuridad,  la muerte de la vida eterna.  Mientras tanto,  recito de día y de noche el mantra que cantamos en India para despejar el cielo de nubes oscuras:

AsatoMa Sat Gamaya
TamasoMa Jyotir Gamaya
MrytiorMa Amritan Gamaya

Shanti shanti shanti

Que siempre haya paz.

Ommmm

martes, 23 de julio de 2013

Viaje a lo desconocido

Estoy a punto de emprender un viaje.
Un viaje hacia lo desconocido...

Esta canción de Camila me retumbó en mis oídos todo el año pasado.

Y sí,  ahora me toca a mí emprender ese viaje, literalmente al otro lado del mar.

Voy a una ciudad muy grande y tengo cierta reticencia.  Sin embargo,  el valor de este viaje radica en ver a mi maestro.

No hay palabras que describan la atracción que tiene sobre mí.  No creo tenerle miedo a nada,  excepto a la sensación de cuando voy a verlo.  Siento una emoción mezclada con asombro,  sé que a su lado todo se mueve más rápido y no tengo más remedio que salir de mi zona de confort.  Y en este momento, implica salir de mi casa cálida y tranquila,  dejar a mi familia que amo y enfrentarme a ese mundo de aeropuertos,  Tubes y quién sabe qué más.

Las posibilidades son ilimitadas si nos arriesgamos.  El problema es que a todos nos cuesta movernos.  Buscamos que nos jalen,  nos motiven,  nos entusiasmen desde afuera.  Y esta práctica del yoga aspira exactamente a lo contrario:  a volvernos seres independientes,  autónomos, responsables.  No va mucho con la idiosincracia tica,  acostumbrados como estamos a que la mama ande detrás de uno.

No,  ni Sharath, ni Guruji- menos Saraswati- van a ponerse en esas.  O uno solito encuentra deseo dentro de su corazón para cruzar el mundo y seguirlos donde sea o se pierde la oportunidad de recibir un regalo muy valioso.  Más en estos tiempos de productos espirituales y holísticos al por mayor que en el fondo nos son más que ofertas superficiales sin ton ni son.

Ir a ver al Boss va mucho más allá de saberse las secuencias y las posturas.  Requiere una entereza interna que sólo puede venir,  al menos en mi caso y en el de muchos amigos que conozco, de un genuino deseo por descubrirnos,  por realizar nuestras limitaciones con humildad y saber que necesitamos guía si queremos despertar.  Necesitamos a alguien que nos señale con ojo clínico y certero qué hay de falso en nosotros y cómo hacer para reemplazar esa falsedad por verdad.

Y así como está mi maestro, hay muchos otros muy buenos en el mundo.  Todo radica en encontrar el que le sirva a uno más para moverse.  No para que nos adulen o llenen de promesas. Yo misma tuve que probar con muchos y me quedé con el que me dio el ejemplo más real.  Las palabras no son suficientes para mí en este momento:   el guía tiene que caminar el camino que predica.  Sino pierde el tiempo conmigo.

Me voy a este viaje un tanto decepcionada de saber que no hay tantos como quisiera que tengamos un deseo tan grande por la Verdad.  Cómo hacer para que este deseo se contagie,  se disemine por todo el mundo y transforme más vidas?

No sé y esa es una de las preguntas que necesitan respuesta en mi propio camino espiritual.
Confío en que la presencia dulce de mi maestro traiga la luz a estos espacios confusos y desconcertantes.