viernes, 30 de noviembre de 2012

Abandona el fruto de tus acciones

Esta semana ha sido especialmente movida.

Nos llevamos a Matías,  nuestro bebé más pequeño,  de paseo hoy viernes en la tarde.  Salir de San José y sus presas y llegar a la quietud y el silencio de la casa de nuestros amigos se siente como salirse de la mente convulsa,  sus reacciones predecibles y sus detonantes y arribar al hogar.

Roberto y Elena nos reciben amorosamente.  Todo en su hogar es zen.  Nada falta,  nada sobra.  La vista de los grandes ventanales es suficiente...y los árboles,  cinco hermosos guanacastes que rodean la casa.  Los pájaros despiden el día: un día más en este mundo. Un día más en la insoportable levedad del ser.

Mientras Matías juega,  se ríe y explora,  conversamos sobre nuestros corazones,  nuestras inquietudes más profundas.  El deseo de viajar livianos, los apegos, los patrones mentales que continúan asechándonos a la vuelta de cada esquina.  Todo confluye en un acuerdo general:  esta vida es incómoda.  La gente actúa de forma inconsistente.  Seres queridos se van.  Ruido material nos distrae de las cosas verdaderamente importantes: el amor,  la amistad y la coherencia vital.

Marco comparte y nos dice, con mucha razón,  que si no tuviera que trabajar pasaría sus días en éxtasis y contemplación de sus bebés.  Todos estamos de acuerdo.  Cuántas de nuestras actividades- no sólo acciones físicas sino pensamientos, sentimientos y emociones- son una verdadera pérdida de tiempo? cuánta energía desperdiciamos pre- ocupándonos,  tratando de defender una posición o justificándonos?

Creo que cuando uno tiene un norte y sentido en la vida claros va a encontrar muchos obstáculos en el camino.  Bien lo dijo Don Quijote:  " los perros ladran,  Sancho.  Señal de que avanzamos." Estar genuinamente comprometido con algo- lo que sea-  implica estar en desacuerdo con otros. Necesariamente.  No todos tienen nuestra misma  perspectiva-  ni tienen por qué compartirla.  Pero siento que el reto consiste en permanecer,  no rendirnos, seguir adelante con el convencimiento que viene de nuestro corazón.  En lo que sea que amemos.

Hablo de relaciones,  de maestros,  de hijos, de vida.  En mi propia vida,  nunca estuve tan comprometida con nada ni con nadie como me encuentro el día de hoy con mi familia, hijos y dharma.  Siempre andaba a la huída del compromiso,  valorando mi "libertad",  muy ufana de mi independencia. Pero fue hasta que aprendí a amar- y a sufrir-  que supe lo que significa realmente estar viva.

Es como aquel poema de Debravo que dice que un hombre- y una mujer- no podemos realizar la fuerza y extensión del Amor hasta que tenemos un hijo y lo amamos...

Lo mismo me sucede con mi quehacer de vida.  Después de muchos años de dar vueltas buscando aprobación en los círculos de abogados,  universidades,  maestrías y doctorados,  realicé que mi destino estaba en otra parte.  Yacía silencioso en el fondo de mi  corazón.  A ese lugar no podía llegar fácilmente:  espinas,  púas,  cadenas y escudos resguardaban ese lugar frágil y suave con recelo. Nadie se podía acercar.  Tomó un instante de buen karma donde mi discernimiento me dijo que tomara un tren al sur de India....de la nada.  Fuera de los planes.  Random. Sin destino seguro.   Tomó un maestro amoroso que me tomara en sus manos y me dijera:  "podés hacerlo".  En su mal inglés y con una sonrisa sin dientes.  Tomó toda la fe de mi corazón decirle que lo iba a intentar...y lo hice.  Y de pronto,  mi vida dejó de ser una carrera frenética para no sentir.  De pronto,  la vida se llenó de colores y todo,  todo lo que anhelaba comenzó a llegar.

El agradecimiento que yo guardo por mi maestro sólo mi corazón lo sabe.  El amor que le tengo,  a pesar de que físicamente ya no esté en este mundo, crece día a día.  El tuvo fe en que yo también podía.  Me tendió su mano,  me permitió tocar sus pies.  El maestro externo fue sólo un dedo que apuntó a ese lugar: ese lugar suave,  vulnerable y desprotegido.  Muchos años me tomó quitar todas las protecciones,  abandonar expectativas sobre mi vida y entregarme a lo único que encuentro con sentido en esta vida:  ayudar y tender una mano al que necesita, al igual que lo hicieron conmigo hace más de diez años.

Continúo en este camino abandonando cualquier expectativa sobre los resultados.  De hecho,  cualquier  pionero es y ha sido eternamente incomprendido.  Desde Galileo hasta Einstein, desde Van Gogh hasta Freud,  todos sufrieron el ataque de sus contemporáneos y sus obras fueron comprendidas cuando ya estaban muertos.

Igual, aspiro a ser consecuente.  La vida es muy corta para vivirla haciendo lo que uno no ama.  El espíritu se muere y se consume en medio de miedos materiales,  apegos y competencia.  Mi espíritu sabe que lo que a mí me sucedió es posible para todos.  Y sólo puedo guardar agradecimiento infinito por quién me mostró el camino.

Este viernes en la noche se siente distinto a todos los demás.  Será que siento más cerca a mi Maestro?  lloro mientras recuerdo su sonrisa franca,  sus ojos dulces y sus pies que eran como la tierra.   Será que a través de todos estos obstáculos me sigue enseñando que esto se trata de abrir completamente el corazón?


" Cuando escuches una voz en tu cabeza que te dice que no puedes pintar,  pinta hasta que la silencies."
Van Gogh

San José,  30 de noviembre 2012.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Boda a la vista

Las bodas causan muchos tipos de reacciones...sobre todo cuando son inesperadas.

Después de muchas consideraciones y en mutuo acuerdo,  hace un par de días Marco y yo decidimos cambiar nuestro status en FB:  pasar de "tener una relación" a "casados".   No imaginábamos lo que esto significaría!

Cambiar de status- de soltero a casado, de casado a divorciado, de divorciado a casado,  de casado a viudo- es ya de por sí un montón de emociones,  dejar ir,  dolor,  alegría,  pasión,  miedo y todas las emociones humanas mezcladas en un momento mágico y eterno.  La vida se comprime en estos instantes vitales donde nuestras decisiones nos colocan en situaciones a veces difíciles y dolorosas,  a veces llenas de éxtasis.

Pero cambiar de status en FB son otros cien pesos!  no en vano,  Marco y yo nos hemos casado ya cuatro veces...no podía faltar la quinta.

La primera vez lo hicimos en una ceremonia con nuestros amigos más íntimos,  el 2 de mayo del 2007 después de un mes de amor loco y desenfrenado.  Nos habíamos conocido hacía 5 años en un curso de meditación,  cada uno estaba emparejado y no hicimos más que hacer conexión.  Cinco años después de ese cruce de caminos,  recibía yo un correo estando en India:  "quiero practicar." He de confesar que me tomó un poco de tiempo contestarle- tal vez mi alma anticipaba la montaña rusa en que me embarcaría!  Pero hoy,  casi 6 años después de ese happening,  puedo sentirme feliz y orgullosa de haberme montado en el ride.

La segunda boda fue la boda oficial.  El 22 de diciembre del año 2007 invitamos a todos nuestros amigos y familiares,  incluídos nuestros padres a quienes excluímos de la primera....!!! Yo estaba con siete meses de Gael,  así que de hecho muchos todavía creen que fue una torta...   En ese momento,  sólo recuerdo que no nos importaba nada más que estar juntos y la alegría de ese momento perneaba TODO.

La tercera boda,  la boda legal,  fue después de una clase de yoga el 24 de marzo del 2008.  Gael tenía poco más de un mes de nacido.  Sobre nuestros mats de yoga,  después de una clase normal y corriente y con nuestros amigos como testigos,  vino el abogado y dimos la firma.  Más que convencidos que queríamos estar juntos a todos los niveles.

La cuarta boda fue en Antigua, Guatemala.  Estaba embarazada de nuestro segundo retoño, Theo.  Guate siempre ha tenido una presencia en mi vida y después de dar un taller de yoga,  fuimos a la tierra del Volcán de Agua.  Nuestra querida amiga Mayra hizo de maestra de ceremonias y en medio de las calles empedradas y de hecho en su carro,  nos tomó de las manos y selló nuestra unión por cuarta vez.

El fin de semana pasado estuvimos en Puerto Viejo.  El tiempo estaba frío y lluvioso.  Marco decidió ir a surfear y lo dejé en la playa, no sin cierta preocupación por el cielo oscuro y el viento.  Una hora después regresé y mientras nos alistábamos lo noté callado y meditabundo.  Ya de camino a San José empezó a llorar.  El mar se había llevado- por segunda vez- su anillo de matrimonio.  La primera vez fue jugando en la playa con Ariel y Gabriel: alzó a uno de ellos en el aire y al tirarlo se fue.  La tabla, las olas y el agua se llevaron el que replicamos en India a principios de este año.

Una relación demanda mucha fuerza interna y desapego.  Pide que soltemos más allá de lo que creemos posible y confiemos en el otro.  Nos pide paciencia diaria,  compasión y tolerancia- más cuando uno convive  y hay bebitos de por medio.  Este año que ya casi termina fue especialmente duro con la nuestra:   nos enseñó que el amor pide todo de uno- más incluso de lo que uno creyera posible.  Nos dio todos los elementos para echar todo por la borda...y sin embargo,  aquí estamos.  Cada uno dando todo lo que tiene,  rezando a cada instante por ver más allá de los rasgos y patrones del ego y confiando en que en el mundo,  en este mundo, hay alguien único que está dispuesto a vernos desde lo más profundo y a perdonarnos cuando metemos la pata.  A eso llamo yo AMOR.

El anillo se lo llevó el mar por segunda vez.   Los dos sentimos un alivio, como si se hubiera llevado también mucho del dolor que los dos sentimos este año por varios meses.  Decidimos resellar nuestra unión y cambiar nuestro status en FB:  ojo,  no lo hagan!  Misteriosamente,  aparecieron sendos anuncios y felicitaciones!  hemos recibido saludos de amigos de años,  compañeros de colegio,  familiares que creen que es nuestra primera ronda.  Nos hemos reído y al mismo tiempo,  el cambio de status "público" nos ha traido de vuelta un poco de esa sensación linda de estar empezando de nuevo.

No importa cuán difícil haya sido el pasado, siempre se puede recomenzar.  Desempolvamos nuestros anillos guatemaltecos de plata,  los que sellaron la cuarta unión,  y con la frente alta y el corazón abierto,  nos dispusimos a reinventar una vez más esta aventura.

Y esto aplica para cualquier relación: siempre se puede empezar de nuevo.



"Deep down in the human spirit,
there is a reservoir of courage.  It is always available,
always waiting to be discovered."

sábado, 27 de octubre de 2012

Simplicidad

Ayer día blanco y frío.

Termino en la clínica con un montón de medicamentos.  No que sea muy fan de los antibióticos, pero cuando se necesitan,  bienvenidos.

La llegada a la clínica no es fácil.  El rent a car no tiene carros- no que fuera nuestro plan- por la gran nevada.  Las bicis imposible.  El taxi que llamamos se impacienta porque la enferma no se viste lo suficientemente rápido y jala.  Al fin,  nuestra landlady,  Susy,  con una infinita amabilidad y sus dos gemelitos resfriados de año y medio, nos lleva.  Lección importante de dar.

Todo me da vueltas.  Me atienden y sí,  estoy bien enferma.  Me voy para la casa con medicinas y la consigna REST.  Es fácil estar metidos como marmotas en el apartamento con tanto frío allá afuera!

Hoy,  el día está soleado e invita a salir.  Me levanto y cuando me veo en el espejo pego un grito: "Aaaahhhhh!!!".  Desde anoche,  sentía muy rara la cara,  estoy hinchada como una bomba,  probablemente alergia a tanta carcajada.

Después de una buenas carcajadas,  nos alistamos para regresar al hospital.

one step at a time....
let go of plans...
breathe and smile...

Ayer leí en una revista sobre la profundidad de las enseñanzas del monje Thich Nhat Hahn.  Sus escritos son sumamente simples:  el aire es puro,  la hierba es verde,  el cielo azul.  Me dispongo a aplicarlas mientras observo como una parte mía añora el plan que se deshizo en pedazos.  Con alegría,  contemplo la nieve blanca,  la bota sucia, el abrigo caliente.

Y agradezco a mi esposo paciente,  mi bici vieja y mi espíritu vivo.
Amanece en Boulder...

miércoles, 24 de octubre de 2012

Perdón

El vuelo es incómodo y largo.  Trato de descansar en medio del dolor de cabeza y calentura.  Es como si mi cuerpo hubiera decidido no participar de este viaje.  Se rebela y no acabo de tomar el primer vuelo cuando siento la fiebre subir muy alto.

Llegar a nuestra habitación en Boulder es una tortura.  Pero todo mejora hoy que voy a practicar.  Llego al estudio de Richard, una puerta con fachada amarilla muy sencilla. Abro la puerto y me encuentro con mi querida Mary,  su esposa.  Está guiando el Mysore.  El silencio es total.  Mis oídos reciben el regalo y me dispongo a abrir mi alfombra.  Mary me abraza sorprendida:  la última vez que me vio fue hace casi 3 años con la panza de 8 meses de Theo.  Viví un mes en Boulder mientras tomaba mi Teacher Training con ella y con Richard. Una de las experiencias más ricas y hermosas de mi vida.

El Mysore inició a las 6:30 am y ya son las 9 am.  Termina a las 10:30 así que no tengo mucho tiempo. Comienzo a moverme en medio de la fiebre y siento que floto. Marco me deja tranquilo sabiendo que esta es mi medicina.  Afuera está frío, aquí adentro tibio,  como el útero de una madre.  Me muevo a través de la Primera Serie con un profundo agradecimiento por estar con mi maestra.  La atmósfera en el estudio es de enfoque y profundidad.

Recibo sus ajustes con deleite.  En uno de los forward bends,  tengo una experiencia intensa.  Cuando subo del Ardha Baddha Padmotanasana- probablemente por una mezcla entre altitud,  fiebre y el viaje- de pronto,  me veo fuera de mi cuerpo.  Son instantes en que no sé adónde estoy.  Dura máximo 5 segundos y siento cuando entro de nuevo,  perdida,  desubicada.  "Seguro subí muy rápido y se me fue la sangre de la cabeza"-  me comento.  Y continúo,  sin embargo,  me invade una sensación de paz y silencio todavía más intensa.

Termina el Mysore y mientras camino por las calles de esta ciudad que amo,  empiezo a contemplar a todas aquellas personas que no he perdonado en mi vida.  Mi abuelo,  mi madre,  varias ex parejas que todavía recuerdo con dolor,  amigos que me han "traicionado",  gente que no ha llenado "mis" expectativas.  La suavidad y silencio internos producto de mi práctica de pronto me abren una ventanilla chiquitita de perdón:  realizo que sola nunca voy a poder hacerlo.  Soltar el dolor y sentir que los suelto a ellos.  Sin embargo,  si tan solo me rindo a esa fuerza del perdón-  que es mucho más grande que yo- y que está disponible para que yo la accese,  entonces puedo sonreír desde el fondo de mi corazón y realmente vivir esta vida.  Realmente vivirla.

Me preparo para ir a mi segunda clase en día,  esta vez con Richard.  Va a dar una clase de Detailing the Primary Series.  Emocionada,  feliz,  me coloco una a una las capas de ropa para que mi cuerpo tropical no colapse todavía más antes los 9 grados de hoy.  Me siento diferente.  Más abierta y dispuesta.

Los regalos de la práctica apenas inician...

lunes, 22 de octubre de 2012

La montaña


Mientras me preparo para tomar el avión a Boulder,  Colorado,  reflexiono sobre este año 2012 que ha traído tanto movimiento.

A escasos 2 meses del final de la trágicaprofecía del fin del mundo,  escucho ya en boca de mis amigos y astrólogos toda clase de conjeturas sobre el 21 de diciembre y el fin de esta era.  Me siento un poco escéptica ante tanta expectativa:  que hay que irse a una montaña alta,  almacenar provisiones,  prepararse para un terremoto grado 15 o un tsunami, bla bla bla..

Creo que semejantes catástrofes no se comparan al estremecimiento que he experimentado en mi vida desde enero pasado. Será por eso que llevo una calma serena en mi corazón y una certeza de que Dios está conmigo en todo momento y decide cuál es el siguiente paso.  No estoy preocupada ni ansiosa.  Serena,  inexplicablemente serena.

Este año inició en India en una fiesta de celebración con indios que brincaban y bailaban,  alegría por doquier.  Con India inició y con India va a terminar.  Quién iba a imaginarse la clase de remezón que me esperaba!  En ese paréntesis entre enero y enero, he llorado,  añorado,  blasfemado y gritado.  He rezado,  maldecido,  meditado y practicado...miles de veces.  Este año ha movido los cimientos mismos de mi propio ser y mis relaciones y ahora contemplo en mi regazo aquello que realmente me pertenece.

La confusión de muchos momentos ha sido reemplazada por silencio interno. A tal punto ha crecido ese silencio que hoy en la mañana, mientras practicaba, puse un disco que mi hermana me regaló hace muchos años.  Sentí que por primera vez podía escucharlo. El sonido de los instrumentos,  las voces, el significado de las canciones.  La poesía de Rumi entre la sítara y el tambor...de pronto,  sentí que podía palpar a los músicos,  escuchar su respiración y apreciar todo su esfuerzo y éxtasis al crear esta obra de arte,  una de las mejores que me han encontrado.

Como si una niebla se despejara,  no sólo en mis sentidos físicos,  sino en mis emociones,  mis
conexiones internas,  mi software personal- siento como habito un lugar nuevo conmigo misma y con los demás.  Desde ese lugar,  mientras escribo puedo ver,  sentir y casi tocar el bambú al otro lado de la calle,  ver y agradecer al motociclista que toma su moto y está con vida- me ha tocado ver tres accidentes en las últimas semanas con muertos a la vista-,  y simplemente disfrutar el hecho simple y profundo de estar viva este día.

En mi vida ajetreada,  tan llena de gente,  hijos,  estudiantes y mundo interior,  siento cada viaje como una ventanita para ver todo desde afuera y contemplar el avance de mi vida.  Es como subir a la cima de la montaña y realizar la magnitud del paisaje y el cielo.  A veces,  tan metida en el día a día, en la rutina y el trabajo,  olvido contemplar el rostro de cada ser que topo en mi camino,  sentir la calidez de un abrazo o un beso y agradecer la voz al otro lado del teléfono.

En Boulder, las montañas son majestuosas.  Invitan a subir a lo más alto.  El aire es puro y limpio, la ciudad llena de yogis y personas conscientes de su ambiente y su naturaleza.  Y lo más lindo de todo,  ahí está uno de mis más queridos maestros.  El miércoles en la noche lo veo:  Richard da una clase de Introducción a la Primera Serie.  Me siento tan afortunada de poder simplemente estar en su presencia.  Podría no decir nada, ni una sola palabra,  que para mí sería suficiente estar cerca suyo.  Y si habla,  es el paraíso.

Agradezco haber coincidido en el tiempo con él.  Igual que con muchos de mis maestros,  amores y dharma.  Cada día es una oportunidad para subir internamente a la cima de la montaña y hacer un recuento de nuestros días vividos.  Y de saber que aunque el tsunami o terremoto sucediera hoy,  estamos a salvo siempre.

La montaña se sostiene en el silencio del cielo y los astros. Serena y silenciosa,  lleva por dentro el peso de la tierra y en su superficie,  la caricia de los árboles y las plantas. Permite que caminemos sobre ella y nos sostiene mientras la escalamos.  Nos acoge,  nos arropa en sus entrañas.  Y desde su cumbre,  recordamos que somos su misma esencia y savia. Que al igual que nosotros,  aspira a la inmensidad de las alturas-,  respira y palpita y   desde ahí todo se contempla con mayor claridad.

Camino a Boulder,  espero escribirles muy pronto.
Namasté.-

lunes, 27 de agosto de 2012

Festival de Amor

Hace días que no escribo.

Hoy la pantalla me llama.

Vivimos muchos una experiencia muy hermosa este pasado fin de semana en el Festival de Yoga.  Con ya varios años en esto,  puedo decir que esta Quinta Edición se caracterizó por un sentimiento de solidaridad y apoyo mutuo entre los Centros,  Estudios,  maestros,  artistas y todos los que llegaron.

En el CENAC respiramos un ambiente de camaradería y amistad.  Una oportunidad linda de reencontrarnos con viejos amigos,  amigos virtuales que nos falta ver más y de disfrutar simplemente el amor compartido por el Yoga.

La asistencia fue masiva.
El Yoga hizo vibrar a San José.

Hoy recibí una llamada que me conmovió.  Una señora de Cartago se tomó la molestia de buscar mi teléfono y cuando contesté me dijo:  "Usted es la muchacha del Show del Sábado?"  Me sacó una sonrisa y le contesté que sí.  Me dijo entonces que para ella este había sido el Festival más bonito de todos.  Que ella siempre iba a todos y de los cinco,  este se llevaba todos los premios. Que había estado divino,  precioso...que quería venir a practicar pero que no contaba con el dinero. Que eso era muy caro. Que ella siempre iba a todo lo  gratis y quería saber si podía venir a Namasté.

Mis maestros en India siempre han enfatizado que el Yoga es un camino kármico y que cuando alguien llega a esta práctica uno,  como maestro, tiene que facilitarles su intención.  Si viene alguien con mucho deseo en su corazón, pero poco dinero en su bolsillo, hay muchas formas de ayudarles a que practiquen.  En nuestro estudio,  conversamos con la persona para ver qué talentos tienen.  Los estimulamos a que compartan su creatividad y puedan así participar de las clases.  Reciben las enseñanzas y al mismo tiempo,  estimulan su propio camino creador.  Crecemos juntos,  el yoga sucede.

Me tomo este momento para invitar a que reflexionemos sobre lo sagrado del vínculo de un ser con esta práctica.  En este mundo que instantáneamente comercializa y materializa cualquier tema- incluso la espiritualidad- tomémonos un instante para recordar que lo verdaderamente importante en el Yoga es lo invisible.

Me ha tocado ver practicantes con mats viejos y rotos,  ropa sencilla y humilde, con prácticas impresionantes y una devoción absoluta.  He podido compartir con gente linda,  simple,  real.  En el mundo del Yoga actual, la tendencia a volverse un Rock Star es tentadora.  La comercialización de la imagen de un maestro puede crear ideas en los estudiantes que más bien los alejen del propósito último de esta práctica:  ir hacia adentro y desechar todo lo innecesario.  El Yoga puro no se compra ni se vende.  Por supuesto,  tiene que existir un justo intercambio de energías entre el maestro y su discípulo, pero siempre con el deseo de ir profundo y rasgar el velo del Maya.

El Maya se inmiscuye en todo. Nos dice que nuestra escuela es la mejor,  nuestro estilo de yoga el único.  Esta idea de separación es ficticia y los nombres sólo sirven para crear distancia.

Al igual que amamos a todos los seres por igual, por encima de cualquier nombre o idea que tengamos sobre la relación,  todos somos almas caminando juntas en esta tierra por unos años.  Mientras Dios nos dé vida podemos darnos la mano como sucedió este fin de semana en el Festival.  JUNTOS podemos crear una red que sostenga a todos aquellos que anhelan un cambio en sus vidas y están dispuestos a hacer lo  que sea para poder abrir su mat de yoga....como esta linda señora de Cartago.

Vayamos más allá de cualquier imagen,  idea de superioridad o negocio.  Tenemos entre manos un legado sagrado,  somos los receptores de una tradición milenaria en América y en Costa Rica. Que todos los maestros nos unamos cada vez más para mostrar que el Yoga es Unión.  Que los juicios a los que estamos tan acostumbrados los ticos- y que se han inmiscuido en el pasado- se disipen y den paso a una verdadera hermandad.

Sólo entonces podremos sentirnos merecedores de este regalo tan poderoso que hemos recibido.
Y sólo entonces podremos retribuir con algo de valor a todas esos seres sedientos de verdad que se hicieron presentes en este hermoso Festival.

Namasté.


sábado, 4 de agosto de 2012

Karina y las máscaras

La vida privada de cualquier persona es un bien jurídico valioso que merece toda la protección de nuestro sistema penal.

Esto lo aprendí hace muchos años en la Facultad de Derecho. Sin embargo,  en ese entonces no comprendía muy bien qué significaba esto.  Hasta esta semana.

Karina Bolaños fue víctima de un delito. Su vida privada pasó de ser un suceso de su ámbito familiar y personal a una noticia amarillista en CNN y Facebook.   La violación  a su esfera de privacidad es absoluta.  El daño irreparable.  Las consecuencias personales más que obvias.

Encima de esto,  fue víctima además de una injusticia profesional sin precedentes en nuestra querida Costa Rica.  En esta tierra que se caracteriza por gente cuya mayoría es de hacerse la vista gorda ante innumerables situaciones- desde corrupción flagrante hasta adulterios escandalosos- de pronto,  todo el peso de los juicios doble moral e hipocresía social cae sobre sus hombros.  De la noche a la mañana,  su nombre se tiñe con la sangre de muchos y muchas que antes que ella han roto los votos de la lealtad y fidelidad patrias sin consecuencias por muchos años.

El linchamiento es un acto salvaje y desalmado.  Sin que haya de por medio un sano juicio y un espacio donde ambas partes puedan defenderse,  se juzga a priori a alguien sin bases sólidas,  basándose en prueba circunstancial y fuera de contexto.  Basándose sobre todo en juicios personales y sociales.  Aplicando una vara que es inhumano aplicar entre seres humanos. Como dicen, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Costa Rica y especialmente,  San José,  es una pequeña aldea donde el corrillo y el chisme toman el lugar de la compasión y la solidaridad con otro ser humano en una situación dolorosa.   Si nos ponemos en los zapatos de Karina o nos imaginamos que ella es nuestra madre, hermana o amiga,  tal vez comprendamos las repercusiones tan graves que los sucesos de los últimos días han causado en su vida.
Tal vez realicemos que su dolor es el nuestro, sus errores nuestros errores y la injusticia de que fue víctima problema de todos.

Este hecho tan penoso pone en evidencia muchas cosas,  entre ellas la posición condescendiente de muchas esferas de la sociedad tica donde las apariencias son más importantes que la verdad. La filosofía de que la mujer del César no sólo tiene que ser buena,  sino aparentarlo.  Las apariencias ante todo. Las máscaras bien puestas en su lugar.

Que este evento de Karina nos ayude a todos a tomar consciencia de que todos somos humanos,  cometemos errores y necesitamos del hombro de nuestros hermanos.  Los juicios ante la vida privada de otro están de más,  ahora y siempre.   Busquemos actuar siempre con consciencia,  sabiendo que errar es humano.  Y cuando erremos,  sabremos quiénes son realmente nuestros amigos...y quiénes se unen a las voces que atacan a otro ser por ser simplemente humano....olvidando que ellos son uno más, vulnerable,  sensible y susceptible a equivocarse en cualquier momento.