viernes, 19 de febrero de 2016

Lo que es para uno

Termino dos semanas de mucha acción,  llenas de satisfacciones y aperturas.

Termino transformada:  no recuerdo quién era hace un mes...mi pasión me permite ser parte de un universo,  caleidoscopio y galaxia de seres extraordinarios,  dotados todos de un músculo interno que desearía en algún momento tener.

El músculo de la determinación.

Me siento flaquear tantas veces.  Sé cuál es el camino y sin embargo,  me entretengo haciendo castillos en el aire o fantaseando en el momento.  Evito la confrontación,  me escudo de los imprevistos.

Espero que todo pase.

Y a veces simplemente hay cosas en esta vida que son indelebles,  puras y perfectas y por lo tanto, imposibles de verse contaminadas.   Tengo entre manos una "cosa" así:  un arco iris,  un unicornio,  una oportunidad invaluable de sorprenderme.  Escucho mi parte racional,  seca y fría que dice:

"Sorprenderte!  Jaja...de qué te estás sorprendiento?  
De quién de estas sorprendiendo?  

Ya sabés el desenlace...no seas ingenua."

Y sin embargo,  sinceramente podría pasar con la boca abierta todo el día,  tirada en mi cama tratando de explicar todo lo que ha confabulado para que esté tan imposiblemente feliz.  Esta misma frase me mueve:  será que creía que ser feliz era imposible?  Al menos aseguraba que nada de este mundo podía conmoverme.

Ahora me trago mis palabras.

Paso conmovida,  abierta,  un poco desencajada.  Me siento frágil,  vulnerable y tan pero tan feliz.

Mi nuevo estado me alivia.  Viví sin esperanza mucho tiempo.  Viví con desazón,  con pereza,  sin brillo,  cansada.  Hoy me siento viva,  llena de fuerzas para emprender lo que sea y darle con todo mi corazón.  Sé que puedo enfrentar lo que venga porque dicen que a uno nunca le mandan un reto más grande del que está listo para manejar.

Me acurruco en mi cama escuchando las ráfagas de viento en los árboles.  Mi país,  este mi querido Valle Central.  De pronto te amo tanto,  te aprecio infinito,  al igual que a todos los seres queridos y amados que habitan entre tus montañas.  Amo tu cielo azul,  tus cerros azules.  Amor tu aire cálido y húmedo, tu paz.

Y descanso en la paz de una tierra que estoy empezando a extrañar....con un anhelo y nostalgia tan grandes y al mismo tiempo,  tan esclarecedoras.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.