viernes, 23 de septiembre de 2016

Maestros de vida

Este año ha sido especialmente generoso en maestros de vida.

He tenido varios encuentros que definitivamente me han marcado.  El primero es con un yogi de corazón,  alguien profundamente amable y sincero en su intención.  Su humildad y su compañía me han hecho crecer a muchos niveles durante los últimos seis meses:  su presencia un ejemplo de lo que es la conexión sin aspavientos en un ser humano.

Ejemplo de humildad.

El segundo,  otro yogi amable y puro de esencia.  Su camino personal ha estado plagado de tragedia y dolor y aún así,  encuentra siempre la forma de estar presente para otros.  Le han pasado facturas kármicas importantes y cuando pienso en él sé que está limpiando su vida pero esto no lo obstaculiza para estar presente para su familia y otros seres.

Ejemplo de servicio.

El tercero acabo de reencontrarlo.  Muchas almas nos reconocemos en el camino porque ya estuvimos cerca antes.  Este está lleno de fuego y pasión.  Su intensidad y entusiasmo por la vida son contagiosas.  Siempre está dispuesto a ver lo mejor de cada situación y a aprender de lo que la vida trae a su regazo.  Exhuda energía y estar cerca suyo me pone muy feliz,  simplemente estar cerca.

Ejemplo de vitalidad.

El último viaja por el mundo en un quest un poco aguijotado y lucha por encontrar espacios para que la presencia de mi país brille.  Costa Rica es una joya en una Latinoamérica convulsa: algunos de nosotros tenemos el gran privilegio de vivir aquí y otros de defenderla.  Este guerrero ha dedicado su vida a enarbolar el emblema patrio,  con muchos costos personales y familiares y a pesar de eso no se da por vencido.

Ejemplo de tenacidad.

De estos cuatro pilares,  nótese que sólo el primero practica el arte y ciencia que enseño.  Los otros tres lo hacen cada uno a su manera,  pero no en un mat de yoga.  Esto me ayuda a romper yo misma muchos conceptos sobre un maestro y a abrirme a las muchas posibilidades de aprender en la vida de todas las personas.

Pienso en estos cuatro yogis y tomo un poco de cada uno de ellos para mi vida.   La humildad es la cualidad más importante de un buscador,  además de la mente abierta.  El servicio desinteresado también,  al igual que la presencia sin excusas,  la actitud disponible no matter what.  El fuego nos ayuda a quemar los obstáculos mentales que amenazan cada día nuestro progreso y es ingrediente sine qua non de un líder en el camino espiritual.  Y finalmente,  la determinación nos ayuda a cumplir sueños,  aunque a veces creamos que son descabellados.

Todos me inspiran,  todos me recuerdan esas cualidades en mí misma.  Todos los seres que encontramos son maestros de vida si estamos dispuestos a escuchar.  Todos los encuentros posibilidades de crecimiento si nos dejamos tocar por la admiración mutua y estamos realmente presentes para recibir al otro- más allá de nuestras ideas y conceptos sobre sus aportes a nuestro camino.

Me despierto a un viernes después de una semana difícil a nivel físico.  Me siento un poco como en India las primeras veces que llegué:  mareada,  con mal de estómago y muchas náuseas.  Pero escribo y recapitulo sobre estas presencias y me llenan de ganas de vivir y compartir.  Soy tan afortunada de atraer compañías que me hagan crecer y poder agradecerlo.

El lunes parte el primero de ellos a una travesía de vida hasta el otro lado del mundo.  Una parte de mi  corazón también se va con él.  Yo misma tocada,  transformada,  regenerada por su ejemplo y dulzura.

Y me quedo en mi bella Costa Rica con los demás esperando la próxima lección de vida.

Agradecida.








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